Femicidio en Los Toldos: el acusado robó $ 3.400 y un testigo contó que "gritaba como Tarzán"

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"Homicidio doblemente agravado, por el vínculo y por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género". Esos son dos de los delitos que le

imputarán al fisicoculturista Samuel Llanos (40) por el femicidio de Analía Maldonado. Pero no los únicos: también lo acusarán de haberle robado 3.400 pesos.

Así lo decidió el fiscal José Alvite Galante, subrogante de la UFI N°3 de Junín, quien recién este jueves indagará a Llanos, detenido el martes por la tarde en un hotel de Luján y acusado del femicidio de su pareja, cometido en la localidad bonaerense de Los Toldos.

Según la agencia Télam, el fiscal Alvite Galante decidió pasar la indagatoria al detenido -que aún no se sabe si será virtual- para este jueves, cuando tenga los informes preliminares de distintos peritajes ordenados en el marco de la causa por el femicidio de Analía, al que le sumó el delito de robo.

Es que los investigadores determinaron que Llanos le robó a la víctima 3.400 pesos que supuestamente había en la casa que compartían en Mariano Moreno 757, en Los Toldos, informaron fuentes judiciales.

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Llanos fue detenido el martes por la tarde en el hotel Victoria de Luján, donde se había refugiado tras fugarse el domingo. Allí también estaba estacionado el Nissan Tiida blanco con el que los vecinos lo vieron irse de Los Toldos durante el fin de semana y que también fue captado por las cámaras de seguridad.

Este miércoles, el detenido, quien presentó un defensor oficial, será trasladado hacia Junín por agentes de la DDI de la Policía Bonaerense, ya que tras su arresto fue alojado momentáneamente en una dependencia policial en una ciudad cercana.

El caso


Fue la noche del sábado y hasta entrada la madrugada del domingo que los vecinos de la casa que compartía Analía con su asesino escucharon gritos. Luego el silencio. Y después, la desaparición de ambos.

Analía Maldonado (40) y Samuel Llanos (40). Ella está muerta. él preso por el femicidio.

Analía Maldonado (40) y Samuel Llanos (40). Ella está muerta. él preso por el femicidio.

La sospecha de que algo le había pasado a la mujer era cada vez mayor y más angustiante. Las siete denuncias por violencia de género, hurto y abuso sexual contra Llanos alarmó a las autoridades.

Este martes por la mañana, el cadáver de Analía fue hallado carbonizado en el interior de una bolsa de arpillera. Lo encontraron los perros rastreadores en un camino rural de San Emilio, una localidad vecina a Los Toldos y que también pertenece al partido de General Viamonte, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires.

Por la tarde, la fuga de Llanos llegaba a su fin. Tras haber pasado la noche del lunes en el hotel Deseo, de la ruta provincial 192 y el Acceso Oeste, se mudó temprano por la mañana al hotel Victoria, ubicado en Lavalle al 100, en el centro de Luján. Allí fue detenido.

"Gritaba como Tarzán"


Desde el primer momento en que se conoció la desaparición de Analía y Samuel, la versión de que los vecinos habían escuchado gritos entre el sábado a la noche y el domingo a la madrugada fue el puntapié para sospechar de un crimen.

José fue uno de los que aportó su testimonio. “Desgraciadamente fui el que escuchó el último grito de ella. El único grito de Analía fue 'No, no, no'. Esperé que dijera 'no me pegues', pero no se sintió ninguna otra palabra”, señaló el vecino en diálogo con Crónica TV.

José dijo que fue su esposa quien comenzó a escuchar ruidos cerca de las 2.40 del domingo en la casa donde convivían Analía y Llanos. “Después de escucharla gritar me levanté pero ya era tarde. Los gritos duraron un segundo y me parece que fue el final de ella”, remarcó.

El auto de Samuel Llanos (40). Testigos lo vieron salir de Los Toldos.

El auto de Samuel Llanos (40). Testigos lo vieron salir de Los Toldos.

Tras ello, señaló que sintió “como que arrastraban a alguien” por el patio, ya que escuchó ruidos de hojas.

“Supongo que algo pasó. Después sentí una moto y pensé que Analía pudo escapar porque no escuché más nada. Más tarde escuché los gritos de él (por Llanos) pero no le presté atención”, indicó, y agregó que “gritaba como Tarzán, eran como alaridos”.

José y su esposa María expresaron que era la primera vez que escuchaban algo parecido desde la casa que compartía la pareja, donde convivían desde hace poco más de tres meses.

Llanos es fisicoculturista. Un vecino contó que lo escuchó dar alaridos.

Llanos es fisicoculturista. Un vecino contó que lo escuchó dar alaridos.

Por otra parte, el hombre relató que una vez tuvo un entredicho con Llanos, pero que no pasó a mayores: “Tuve un cruce un día cuando estaba cortando el pasto y me dijo que tenga cuidado porque una piedra podría romperle el vidrio del auto. Me habló con voz de canchero”.

Por último, recordó a Analía como una mujer “a la que le gustaba la música y cantar” y que era “una mujer muy buena y trabajadora”.

“Nunca jamás había escuchado gritos o golpes. Los veía siempre muy bien. Esto nos tomó de sorpresa”, concluyó María.

LM