El Gobierno decidió reforzar la respuesta a la Corte Suprema y afirma que seguirá actuando igual contra la pandemia

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Tras el fallo de la Corte Suprema a favor de la Ciudad, el Gobierno -acostumbrado a hacer valer sus posiciones más duras en off- sacó a relucir toda su artillería discursiva

frente a los micrófonos encendidos y en las redes sociales. Cristina Kirchner marcó la temperatura de las respuestas al Poder Judicial; le siguieron los pasos el Presidente, el ministro de Justicia Martín Soria y el jefe de Gabinete Santiago Cafiero, entre otros. Incluso hubo un documento oficial del secretario de Prensa y Comunicación, Juan Pablo Biondi, que refleja la postura institucional del Poder Ejecutivo frente a la decisión judicial.

En la Casa Rosada afirman que el falló de la Corte no alterará las directrices sanitarias del Gobierno. Hace 10 días, en los despachos más importantes de Balcarce no esperaban un fallo en contra; ni tampoco una decisión salomónica. En los últimos días el optimismo viró en un pesimismo que encontró en un caso sin precedentes a Carlos Rosenkrantz del mismo lado que Carlos Maqueda, Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti y en contra del planteo del Ejecutivo.

Las diferencias entre el albertismo y el kirchnerismo, que el fin de semana llegaron a su clímax alrededor de la desmentida renuncia del subsecretario de Energía Eléctrica Federico Basualdo se desdibujaron. Todos castigaron sin medias tintas al máximo Tribunal. 

Pendiente de su propia agenda judicial, la vicepresidenta se anticipó al fallo de la Corte para pedir la nulidad del juicio por el memorándum de entendimiento con Irán y volvió a señalar las reuniones privadas de los camaristas Mariano Borinsky y Gustavo Hornos a Mauricio Macri como prueba irrefutable de la existencia de lawfare, un plan sistemático del Poder Judicial, los medios y la política para encarcelar dirigentes.

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Un rato después, cuando se conoció la dimensión del fallo, Cristina Kirchner fue lapidaria con el máximo Tribunal. “Hoy, la Corte acaba de decidir, en plena pandemia decretada por la OMS, emergencia sanitaria sancionada por el Congreso de la Nación y con más de 65.000 muertos en la Argentina, que el Poder Ejecutivo Nacional no tiene competencias para tomar medidas sanitarias”, escribió en Twitter.

En su conclusión, la vicepresidenta -que en el inicio de un largo hilo en la red social cuestionó el fallo de la cámara contenciosa administrativa que dio lugar al planteo de Telecom- sugirió la existencia de un plan de desestabilización del Poder Judicial. Ante este escenario, digo yo… para poder gobernar ¿No será mejor presentarse a concursar por un cargo de Juez al Consejo de la Magistratura o que un Presidente te proponga para Ministro de la Corte? Sinceramente, está muy claro que los golpes contra las instituciones democráticas elegidas por el voto popular, ya no son como antaño”, reflexionó la titular del Senado.

Luego de las palabras de la vice, Alberto Fernández, quien en 2013 criticaba con dureza los embates de la entonces presidenta Cristina Kirchner al máximo Tribunal, criticó con dureza a los supremos. “Dicten la sentencia que quieran, vamos a hacer lo que debemos (…) Voy a seguir cuidando de la salud por más que se escriban muchas hojas en sentencias. (…) No saben lo que me apena ver la decrepitud del derecho convertido en sentencias”, martilló el Presidente en un acto en Ezeiza con el gobernador Axel Kicillof y el ministro de Educación Nicolás Trotta.

Minutos antes el gobernador bonaerense fustigó a la oposición por haber discontinuado el programa Conectar Igualdad durante la presidencia de Macri y se refirió a la necesidad de cerrar las escuelas en el marco de la pandemia. “Hoy se pueden inventar debates que no existen. Cuando crece la circulación del virus, tuvieron que pasar a la virtualidad y al aprendizaje a distancia. Hubo que abandonar con dolor la presencialidad. ¿Por qué les dejaron de dar las computadoras a nuestros chicos?”, se preguntó el mandatario bonaerense. Su mano derecha, Carlos Bianco, había criticado sin elipsis que la Ciudad no hubiera acatado el DNU del Presidente que prohibía las clases presenciales en el AMBA.

Mientras el Presidente almorzaba en Ezeiza con intendentes del PJ y el gobernador, el ministro de Justicia Martín Soria también interpretó con dramatismo el falló del Máximo Tribunal. “El fallo de la CSJN es una decisión política que lleva al limite el funcionamiento institucional. Pero las consecuencias no son políticas: se miden en vidas. Avalar que cada provincia o ciudad pueda hacer lo que quiera para enfrentar la pandemia, es aceptar la derrota contra el virus. La autonomía de la CABA, como la de las provincias, no es absoluta”, sostuvo Soria, que acusó al jefe de Gobierno de judicializar la pandemia para obtener un rédito electoral.

Fernández no regresó a la Casa Rosada y fue directo a Olivos tras visitar un vacunatorio. El alter ego presidencial Santiago Cafiero también eligió Twitter para sentar su posición. “Es lamentable que la Corte haya consumido su tiempo en cuestiones de autonomía y jurisdicción en medio de una pandemia que diariamente cuesta cientos de vidas. Es una discusión alejada de la realidad de las terapias intensivas. Nosotros vamos a seguir priorizando la salud”, señaló.

En los despachos más importantes de la Casa Rosada insistieron en que el fallo de la Corte no cambiará el enfoque sanitario del Gobierno. Destacaron que en su fallo los jueces no mencionaron los 3200 contagios que se registraron este martes en la Ciudad y advirtieron que el Gobierno no retrocederá y buscará bajar la circulación donde haya alarma sanitaria. “Los habitantes de la zona metropolitana quedaron más desprotegidos. Esto amenaza a todos los ciudadanos argentinos porque sabemos cómo se difunden los contagios de este virus en nuestro país. Nosotros no vamos a permitir que se ponga en riesgo a ningún argentino. El fallo no modificará en lo más mínimo nuestra prioridad: que es cuidar la salud de la población”, señalaron muy cerca del Presidente.

El vocero presidencial Juan Pablo Biondi eligió la ironía y tuiteó una foto de la firma digital del fallo de los magistrados. “Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago”, escribió.

Un rato más tarde distribuyó un documento que refleja la posición oficial del Ejecutivo sobre el fallo. Allí dice que "el Gobierno nacional siempre, y también ahora, trabaja priorizando la salud y la vida de argentinos y argentinas" y también adelanta que "con esa convicción seguirá trabajando para traer vacunas y vacunar a los y las habitantes de nuestro país, para cuidar la salud pública y la vida, preservando la economía".