Encías inflamadas: el inesperado factor de riesgo para el coronavirus que está en la boca

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El tapicero, un hombre mayor, contó mientras extendía el metro que en enero había tenido coronavirus. La había pasado mal y tenía secuelas: “Los dientes... no sabés. Se me

mueven. Y las encías, todas inflamadas”. Tirando de esa piola apareció una novedad: equipos de investigación internacionales están mirando con preocupación el vínculo entre el Covid severo y la enfermedad periodontal, o gingivitis, la inflamación crónica de los tejidos que “agarran” los dientes.

Googleando es fácil encontrar historias peores que las del tapicero, signadas por imágenes pesadillescas, como la caída de dientes sin sangrado, efecto del Covid “tardío”. Sin embargo, se explicará en estas líneas, es información aislada, sin prueba científica certera, por lo que conviene relativizarla.

En todo caso, la relación funciona, pero a la inversa: sería la propia enfermedad periodontal, condición que, asegura la Sociedad Argentina de Periodoncia (SAP), posee -en algún grado- más del 95% de la población adulta (aunque la mayoría lo ignora), la que amplificaría la respuesta inflamatoria del organismo ante la infección por Covid.

¿Cómo se sabe? Los expertos vienen encontrando bacterias de enfermedad periodontal en los pulmones de personas fallecidas por coronavirus. El puente, casi no hay dudas, existe.

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Personal médico, en la Unidad de Terapia Intensiva en una clínica de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires. Foto EFE

Personal médico, en la Unidad de Terapia Intensiva en una clínica de Florencio Varela, provincia de Buenos Aires. Foto EFE

Para los periodoncistas no es nuevo. Desde la prepandemia saben que mientras menos limpia esté la boca, más ancha será la vía de ingreso de virus y bacterias. De hecho, hace años está probada la relación de la periodontitis con distintas enfermedades infecciosas, cardiovasculares y también con la diabetes. 

Algunos datos duros de la relación boca-Covid se pueden encontrar en un paper de abril de este año en el prestigioso Journal of Oral Medicine and Dental Research.  Se titula “Asociación entre periodontitis e infección por Covid-19 grave: un estudio de casos y controles”.

Expertos de las universidades Complutense de Madrid (España), de la McGill de Montreal (Canadá) y la de Qatar estudiaron a 568 pacientes que habían tenido Covid. Las conclusiones fueron contundentes.

Dedujeron que la enfermedad periodontal les había aumentado a esas personas 3,5 veces las chances de internación por coronavirus, 4 veces la necesidad de recibir respiración mecánica y casi 9 veces el riesgo de muerte.

Pero, ¿cómo ocurre ese puente?

Autopista de patógenos

Según Claudio Furman, especialista en periodoncia, codirector de la carrera abocada a esa especialidad en la Universidad Maimónides y ex presidente de la SAP, “cuando hay enfermedad periodontal, incluso gingivitis, que es el sangrado de las encías y el primer estadío de la enfermedad periodontal, se generan bolsas periodontales. El epitelio, que es la piel que cubre la parte interna de la encía, se muestra ulcerada, algo que ya de por sí se vincula a patologías sistémicas de todo tipo”.

“Esas úlceras son una vía de entrada de patógenos de todo tipo. Los virus se sienten cómodos en las bolsas, que terminan siendo reservorios virales. De ahí al torrente sanguíneo, la relación es directa. Y por eso una persona que contrae Covid termina teniendo un progreso negativo más rápido de la enfermedad si además tiene enfermedad periodontal”, siguió.

Hay más: “Sumado a esto, la enfermedad periodontal es en sí una inflamación sistémica. Parece localizada en la boca, pero afecta a todo el organismo. Es un proceso inflamatorio generalizado".

Entonces, "si el paciente con Covid desarrolla Síndrome Inflamatorio Multisistémico (N. del R.: también llamada “tormenta de citoquinas”, una respuesta inmunológica desmedida del organismo contra el virus), esa respuesta se podría superponer y amplificar con la inflamación que de por sí genera la periodontitis”.

Inmunotrombosis

Todo eso está también detallado en otro paper reciente de la misma revista, titulado “La ruta del Covid-19: una vía oral-vascular-pulmonar propuesta para la infección por SARS-CoV-2 y la importancia de las medidas de atención de la salud bucal”.

La Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Alberto Balestrini, en La Matanza. Foto Télam

La Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Alberto Balestrini, en La Matanza. Foto Télam

Allí, un equipo de científicos ingleses, estadounidenses y sudafricanos ahondan en el rol de las cavidades nasales, orales y la saliva como puntos de entrada y reservorios de patógenos. Aclaran cómo ese puente se ve robustecido si el paciente, encima, tiene enfermedad periodontal.

“En la periodontitis, la entrada del virus en la circulación podría verse facilitada por micro-ulceraciones en el epitelio de la bolsa. La mala higiene bucal y la acumulación de placa dental pueden intensificar aún más esta vía", asegura el estudio.

Y remarca: "Desde los capilares gingivales, el virus podría llegar a los pulmones por vía vascular, donde desencadenaría el principal impulsor patológico conocido de la enfermedad, la inmunotrombosis”.

Tras un pormenorizado repaso del funcionamiento de ese proceso, los expertos concluyen con un consejo que no habría que desoír: "Priorizar la higiene bucal diaria y la atención médica bucal, ya que tales medidas podrían salvar la vida de los pacientes con Covid-19”.

Debate

A falta de estadísticas locales, Clarín consultó al equipo estadounidense “Sobrevivientes del Covid” (Survivorcorps.com) si habían recibido reportes odontológicos de parte de su gran comunidad, que supera los 160.000 miembros. Informaron, en base a un sondeo que hicieron por Facebook, que el 28% de los consultados declaró haber quedado con alguna secuela bucal post-Covid.

Sin embargo, a la luz de lo comentado, esos casos podrían reflejar más bien el agravamiento de una condición previa antes que la aparición “repentina” de problemas periodontales, algo que Furman definió como “muy improbable”.

La lógica indica que no se desprenden o aflojan dientes de un día para el otro. Por supuesto, el tiempo podría indicar otra cosa, pero por ahora no se puede afirmar tal cosa”, apuntó.

Consultado por este tema, Daniel Casim, jefe del servicio buco-máxilo-facial del Hospital Garrahan y cirujano de la Clínica de Atención para Pacientes de Alto Riesgo Médico (CLAPAR-Facultad de Odontología de la UBA), confirmó haber visto "casos muy raros el año pasado". 

Las encías sangrantes (o gingivitis) representan el primer estadío de la enfermedad periodontal. Foto Archivo

Las encías sangrantes (o gingivitis) representan el primer estadío de la enfermedad periodontal. Foto Archivo

“No tengo un trabajo científico realizado, pero lo que vi es que pacientes que tuvieron Covid y que vinieron a mi consultorio tenían la boca destruida, con pérdida de tejido óseo, periodontitis de avance rápido, inflamación del tejido periodontal con pérdida de inserción y reabsorción ósea”, recordó.

Para Casim, “es evidente que estos pacientes pasaron un estrés inmunológico importante. Les bajaron las defensas, aumentaron seguramente las bacterias de la boca y esto podría haber redundado en un empeoramiento a nivel periodontal. Vi pacientes con implantes casi al descubierto. En total, los casos así habrán sido 10 o 12 en todo el año”.

Sería aventurado afirmar que, además de que la enfermedad periodontal puede aumentar la severidad del Covid, algo similar ocurre la inversa.

Por lo pronto, Furman remarcó que "hay que concientizar a la gente de que no es normal que las encías sangren. La inflamación es el primer síntoma. La buena higiene disminuye la carga viral en la boca. Es tan importante como el lavado de manos".

AS