Secuelas de las elecciones en Madrid: ¿a Pedro Sánchez se le viene la noche?

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Su candidato, perdedor, internado por una arritmia y 13 diputados menos en el Parlamento de Madrid es la última cosecha política del presidente del gobierno de EspañaPedro Sánchez.

En las elecciones madrileñas del martes 4 de mayo, el PSOE que él lidera perdió 275 mil votos y, con la cara del mismo candidato con el que ganó en las mismas regionales de 2019, la de Angel Gabilondo, esta vez consiguió apenas el 16,8 por ciento de los sufragios.

Hace dos años, Angel Gabilondo fue el más votado, pero no logró convertirse en presidente de la Comunidad de Madrid. La desconocida Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular (PP), y la fuerza liberal Ciudadanos se aliaron y le arrebataron el trono.

Durante los próximos dos años, hasta las elecciones del 2023, el PSOE madrileño será la tercera fuerza política aquí: pasó de contar con 37 diputados sentados en la Asamblea de Madrid, a 24.

El PSOE exhortó durante una campaña electoral insólita, polarizada y violenta a que los madrileños no se quedaran en casa y se expresaran en las urnas a pesar de la pandemia, anhelo que se vio cumplido con la participación del 76 por ciento de los 5,2 millones de vecinos de la Comunidad de Madrid que podían votar.

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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular. Foto: DPA

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular. Foto: DPA

Olvidó tal vez enfatizarles que votaran por ellos. Numerosos votantes cambiaron PSOE por Más Madrid, el partido joven que nació de la costilla de Unidas Podemos cuando Iñigo Errejón, socio fundador junto a Pablo Iglesias de Podemos en 2014, se abrió su propia fuerza política.

A Pedro Sánchez se le viene la noche.

De las elecciones del martes sólo atinó a decir, en sus redes sociales: “Las urnas han otorgado a (Isabel Díaz) Ayuso un gran resultado y, sobre todo, una gran responsabilidad. Enhorabuena”.

Mientras tanto, la derecha le sigue sacando lustre al triunfo electoral de su candidata y actual presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, una licenciada en periodismo que jugó su ficha a empatizar con el agobio pandémico de los madrileños prometiéndoles que los bares y restaurantes no se tocan, por más virus que circule. Y acertó.

“He intentado ofrecer propuestas sosegadas, obviamente no lo he logrado. Los resultados no son buenos y no los esperábamos”, reconoció Gabilondo la noche electoral, horas antes de terminar internado en el hospital Ramón y Cajal de Madrid por una arritmia de la que le dieron el alta este viernes.

Angel Gabilondo, candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, fue internado con una arritmia tras la derrota del martes. Foto: EFE

Angel Gabilondo, candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid, fue internado con una arritmia tras la derrota del martes. Foto: EFE

Gabilondo confirmó que no irá a buscar el acta de diputado en la Asamblea de Madrid. Tuvo ya demasiado. Y el presidente del PSOE local, José Manuel Franco, entregó su cabeza por los lastimosos resultados electorales y renunció.

Desde la vereda de enfrente, el Partido Popular anhela que su luna de miel con los electores que lo votaron en los 21 distritos de la capital y en 177 de los 179 municipios de la Comunidad de Madrid dure para siempre.

O, en su defecto, hasta que logren desalojar del Palacio de la Moncloa a Pedro Sánchez.

Fin de una era

La victoria del PP destila una narración de fin de época, cambio de siglo, final de fiesta sanchista. “Comenzó la cuenta regresiva y el kilómetro cero es Madrid”, les gusta decir.

“A los que dudan, les pido que confíen. A los que se marcharon, que vuelvan. A los que han venido, que se queden. A todos les garantizo que no se van a arrepentir”, dice Pablo Casado, presidente del PP, en diáfana clave electoralista, por más que el calendario le diga que, si no hay imprevistos, todavía faltan dos años para las elecciones generales.

“Somos la garantía de futuro para nuestro país -agrega-. El presidente de España pasa una vez más por el PP.”

El gobierno, sin embargo, inmuniza a la Moncloa de los resultados penosos de las elecciones madrileñas y asegura que no habrá adelanto electoral sino un reacomodamiento de fichas, como en el TEG.

Lo primero fue atajarse ante un posible efecto cascada de adelantos electorales como el madrileño, donde la presidenta Díaz Ayuso, que gobernaba en coalición con Ciudadanos, dio un golpe de timón repitiendo comicios antes de tiempo para sacudirse de encima a sus socios de gobierno. El PP había comenzado a sentirles tufillo a moción de censura contra Díaz Ayuso.

La victoria contundente del conservador Partido Popular en Madrid también golpeó al líder de Podemos, Pablo Iglesias, que anunció su retiro. EFE

La victoria contundente del conservador Partido Popular en Madrid también golpeó al líder de Podemos, Pablo Iglesias, que anunció su retiro. EFE

La mirada, en Andalucía

Andalucía, la tierra ancha del PSOE, es otro terreno hoy gobernado por una coalición PP-Ciudadanos que cuenta, además con el apoyo de la ultraderecha de Vox.

Y el PSOE no quiere que, si Andalucía se mira en el espejo de Madrid y propone un adelanto electoral, los pesque desprevenidos, como ocurrió en las últimas autonómicas madrileñas del 4 de mayo.

Por eso, el secretario general del PSOE y presidente del gobierno, Pedro Sánchez, planteó para junio las primarias entre los socialistas andaluces.

La ex presidenta de Andalucía y rival de Sánchez en la conducción del partido, Susana Díaz, ya se anotó para disputar cualquier candidatura local con el alcalde de Sevilla, Juan Espada.

Tal vez los socialistas aprendieron la lección y, si los andaluces son llamados a las urnas, la campaña no se orquesta desde La Moncloa como ocurrió en Madrid, donde el PSOE regional, que conoce mejor que nadie el terreno a arar, no pudo meter ni un bocadillo.

Y mientras Unidas Podemos, socio en la coalición de gobierno de Sánchez, pide tiempo al referí para duelar la jubilación política de su verborrágico líder, Pablo Iglesias, y organizarse, el PSOE se ensaña con dirigentes históricos, como el ex presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina, y lo expulsa del partido por haber manifestado su preferencia por Díaz Ayuso, la candidata del PP.

“Lo que más sorprende de Pedro Sánchez es que un día dice una cosa y al día siguiente, la contraria”, confesó Leguina a Clarín en una charla íntima sobre el libro que acaba de publicar y en el que hace añicos la figura del presidente del gobierno: Pedro Sánchez, historia de una ambición.

Madrid. Corresponsal

CB​