Felipe Solá: el canciller inoportuno

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El rol de ministro de Relaciones Exteriores es clave para cualquier país. Más, si se trata de la Argentina, con graves problemas estructurales y donde hay que recurrir a la estrategia, la

inteligencia y múltiples vínculos para lograr algún resultado positivo.

Por eso resaltan las limitaciones que aqueja Felipe Solá como canciller, propias de no comprender la diferencia entre el ámbito político y el diplomático.

Por ejemplo, en medio de una visita importante como la de este martes del presidente Alberto Fernández a España, en los momentos previos a reunirse con el Jefe de Estado de ese país, Pedro Sánchez, Felipe Solá desplegó una análisis propio más de un periodista especializado que de un canciller de un país visitante: "España es mucho más importante (que Portugal), pero está débil. No es la España de hace un año, por la derrota en Madrid y porque se rompió la coalición", aseguró el funcionario a los medios argentinos que cubren la gira europea.

El día anterior a la agenda en España, Solá había manifestado que "España se ha metido mucho en Venezuela, por el Grupo de Contacto, que tiene mitad de países de Europa".

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¿Nadie le explicó al canciller que ese tipo de expresiones críticas hacia un país anfitrión como España no deben hacerse, al menos antes o durante la visita? Lo más lógico hubiera sido que algún representante del gobierno ibérico rechazará esos conceptos. Afortunadamente nadie lo hizo.

Otro episodio se originó con Israel.Este lunes, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, mantuvieron una reunión de trabajo con una delegación sanitaria proveniente de Israel para analizar "la posibilidad de ser socios estratégicos en el desarrollo de la vacuna candidata" de ese país contra el coronavirus.

El encuentro se desarrolló en el salón Eva Perón de la Casa Rosada y participaron, además de Cafiero y Vizzotti, la asesora presidencial Cecilia Nicolini; el embajador argentino en Israel, Sergio Urribarri; su par israelí en Argentina, Galit Ronen; ey l director del Hospital Hadassah, en la zona de Ein Kerem, Yoram Weiss.

En medio de esa negociación y como reacción a la escalada bélica en la Franja de Gaza entre israelíes y palestinos, la Cancillería de Felipe Sola, emitió un comunicado en el directamente denunció "el uso desproporcionado de la fuerza por parte de unidades de seguridad israelíes ante protestas por posibles desalojos de familias palestinas de sus hogares en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan". 

Una clara muestra de incomprensión de cómo funcionan las relaciones internacionales.Detrás está la defensa de los intereses de un Estado. Si algún funcionario argentino hubiera cuestionado al régimen del super premier ruso Vladimir Putin, antes de contratar millones de dosis de Sputnik V, probablemente esas vacunas nunca hubieran llegado a la Argentina. Tampoco las Sinopharm si Solá hubiera deslizado algún cuestionamiento hacia el régimen chino.

Atrás parecía haber quedado el polémico tuit en el que Solá le reclamaba a través de las redes sociales a Joe Biden, en el mismo día de su asunción en la presidencia de los Estados Unidos, que no apuesta a la "desunión" de los países de la región como sí lo hizo Donald Trump. Pero no fue así.

De eso se trata la Real Politik o "política realista"; la posición que adopta un país cuando protege sus intereses nacionales de forma pragmática, considerando factores como su economía, su capacidad militar o su influencia política. Y la de sus adversarios. Un canciller debería saberlo.