Por la crisis, más gente solo tiene la cobertura médica del hospital público

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Por la caída de los ingresos laborales  y la pérdida de empleos, en apenas tres años, durante 2018-2020, unas 3 millones de personas más pasaron a tener sólo la cobertura y

atención médica del hospital público si se proyecta a todo el país los datos de Condiciones de Vida del INDEC de los 31 aglomerados urbanos  que comprende a las dos terceras partes de los 45 millones de todo el país

Lo que pasó es que con una población total que en esos tres años creció en 1,4 millones de personas, 1,6 millones dejaron de tener la cobertura de la obra social, mutual o prepaga y solo quedaron cubiertos por el hospital público.

De acuerdo al Informe del INDEC, en la segunda mitad de 2017, el 69,5% de la población de esos aglomerados urbanos tenia obra social, prepaga, mutual o servicio de emergencia. En 2020 descendió al 64%. En cambio, sólo con cobertura del sistema público, aumentó del 30% al 35,9%.

En proporción, en 2017, con el 71,2% las mujeres tenían cobertura de obra social y medicina privada. En 2020, descendió al 66,3%. Entre los varones, se redujo del 67,6% al 61,6%.

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Este proceso fue continuo a lo largo de estos 3 años y  subió más el año pasado agravado por la caída de la actividad, la pandemia y la cuarentena, poniendo mayor tensión en el sistema púbico.

Este proceso tiene varias vertientes.

La primera, y clave, es la pérdida de cobertura de la obra social y también de las prepagas por la caída del empleo registrado que con los aportes de Salud da derecho a la cobertura médica. Entre fines de 2017 y fines de 2020, el empleo registrado con aportes cayó en 433.000 personas. Si se suma el grupo familiar, la pérdida total de cobertura supera el millón de personas.

A su vez de la nueva gente que ingresó a la actividad, una parte no consiguió empleo y los que lo obtuvieron, la inmensa mayoría fue “sin aportes a la Seguridad Social”.

Otra explicación es la caída del ingreso de los trabajadores independientes que llevó a que muchos afiliados no pudieran continuar pagando la cuota de la medicina privada lo que los obligó  a desafiliarse del sistema, a la vez que la pérdida de empleos provocó que un sector no pudiera  seguir derivando los aportes a la prepaga.

Jorge Piva, Director de Medifé y del Sanatorio Finochietto, le dijo a Clarín que “el padrón de afiliados del sistema de medicina privada se redujo en estos años en  un 10%. Y eso pasó porque no se generaron y hubo pérdida de empleos formales, a la vez que aumentó la informalidad de la economía. No obstante, algunas prepagas crecieron  porque la gente busca opciones más económicas”.

Por su parte, el último Informe del Observatorio Social de la UCA (Universidad Católica Argentina) señala que “el déficit que se observa a nivel de hogares en la dimensión alimentación y salud se ubicaba en torno al 19% para el año 2015 y a partir del año 2016 las condiciones de privación comienzan a incrementarse hasta alcanzar al 26,6% de los hogares en 2019”.

Por su parte, referido al Desarrollo Humano de las Infancias, otro Informe de la UCA dice que “más de la mitad de los niños/as y adolescentes en la Argentina urbana depende de la atención del sector estatal de salud. Sin embargo, es relevante señalar que desde el 2017 se incrementó esa propensión y en el último año (2020) llega al 57,9%. Sin dudas, esto se vincula con la situación socio-ocupacional de los adultos de referencia de los niños/as y adolescentes. Este dato solamente revela los desafíos de atención que tiene el sistema de salud público para con el ejercicio del derecho a la salud de las infancias urbanas en el país”.