Mientras recrudece la escalada entre Israel y el grupo radical palestino Hamas en la Franja de Gaza, otro frente de violencia se agravaba este jueves
en varias ciudades israelíes que eran hasta ahora símbolo de una buena convivencia entre árabes y judíos.
Los disturbios y enfrentamientos que se iniciaron días atrás, con incendios de vehículos y ataques a mezquitas y sinagogas, escalaron hasta llegar a casos de linchamientos y agresiones a puñaladas.
El ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, convocó a agentes reservistas para hacer frente a los fuertes disturbios entre árabes-israelíes y fuerzas policiales que se producen en ciudades donde esta población de ascendencia palestina es numerosa.
El principal epicentro de los disturbios fue la localidad mixta de Lod, donde se decretó el estado de emergencia y ya se envío el miércoles a unidades policiales de refuerzo.
Árabes israelíes se concentran frente a una mezquita en Lod, este miércoles a la noche. Foto: AP
A ello, tanto en esa ciudad como en otras, se suman los crecientes choques entre árabes y judíos, que el miércoles derivaron en linchamientos en las ciudades de Bat Yam y Acre, en el primer caso contra un árabe y en el segundo contra un judío. Ambas víctimas recibieron palizas de grupos grandes y se encuentran en estado grave.
Este jueves, un hombre judío fue apuñalado en Lod, mientras que el día anterior, según medios locales, un trabajador palestino sufrió un apuñalamiento por parte de un grupo de judíos en el céntrico mercado de Mahané Yehuda de Jerusalén.
Esta tensión se ha traducido también en el destrozo y la quema de tiendas, restaurantes o sinagogas, lo que ha puesto en alerta a las autoridades israelíes.
El presidente, Reuvén Rivlin, describió los incidentes como "una guerra civil sin razón" y pidió a líderes locales y religiosos que ayuden a detener la violencia.
El frente de un restaurant en la ciudad israelí de Bat Yam, donde también crece la tensión entre árabes y judíos, que hasta ahora convivían en paz.
Cómo comenzó todo
Los enfrentamientos comenzaron en la noche del lunes, durante protestas de árabes-israelíes en rechazo, entre otras cosas, a la represión policial israelí en Jerusalén Este, que también motivó el comienzo del disparo de cohetes y la actual escalada con Gaza.
El miércoles a la noche, la policía israelí arrestó a 374 personas sospechosas de estar implicadas en los disturbios en distintos puntos del país.
La virulencia de las hostilidades entre Israel y los grupos armados de Gaza, que hasta este jueves ya había dejado más de 80 muertos palestinos y al menos 7 víctimas fatales del lado israelí, alcanzó sus peores niveles en siete años, tras el detonante de los enfrentamientos en Jerusalén Este en la Explanada de las Mezquitas, un lugar ultrasensible para musulmanes y judíos.
En paralelo de estos bombardeos, se han registrado cada vez más disturbios en las ciudades llamadas "mixtas", donde cohabitan israelíes y palestinos que tienen la ciudadanía israelí.
"La violencia dentro de Israel llega a un nivel inédito desde hace décadas", dijo a la AFP Micky Rosenfeld, portavoz de la policía israelí.
Un hombre árabe herido en la ciudad israelí de Bat Yam, este miércoles. Foto: AFP
En Lod, una ciudad industrial donde el 40% de la población es palestina con ciudadanía israelí, es decir descendientes de los palestinos que se quedaron en sus tierras en 1948 tras la creación del Estado de Israel, la tensión se disparó entre jóvenes árabes y grupos de judíos extremistas.
Y el escenario de "guerra civil", según describen autoridades locales, se extendió a otras ciudades.
"Lo que está ocurriendo en los últimos días en las ciudades de Israel es insoportable (...) nada justifica este linchamiento de árabes por judíos y nada justifica el linchamiento de judíos por árabes", declaró el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que aseguró que el país se enfrenta a un "combate en dos frentes".
Fuente: EFE y AFP
CB
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