Por qué la firma electrónica es clave para el comercio online

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La pandemia aceleró la revolución del comercio electrónico: en Argentina, creció dos años en uno por la cuarentena y la mitad de los nuevos compradores siguen recurriendo al e-commerce, según

la CACE. Pero a muchos comercios, la transformación de la venta física al canal online los tomó por sorpresa.

La digitalización fue un instrumento para mantenerse a flote en la crisis, pero muchas pymes no estaban preparadas para enfrentarlas: según un estudio del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), menos del 40% de empresas en la región habían desarrollado canales de venta digitales.

La conversión al comercio electrónico es capital para la supervivencia, pero un nuevo informe de Adobe advierte de un obstáculo con el que se encuentran las pymes en la digitalización: la enorme dependencia del papel y de las firmas manuscritas.

En Argentina, la firma digital se creó hace dos décadas, en 2001. No obstante, una muestra de cómo aún no se ha extendido masivamente es que recién el año pasado la Corte Suprema de Justicia habilitó su utilización en todos los fueros.

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“La firma electrónica puede ser uno de los primeros pasos en la transformación digital de una pyme y uno de los más beneficiosos en la llamada nueva normalidad porque las empresas pueden impulsar sus ingresos al acelerar los procesos necesarios para cerrar una venta”, afirma Dario Llorente, head de LATAM Channel Sales de Adobe.

Según un informe de la consultora Forrester, la aceleración en los procesos necesarios para cerrar una venta pueden incrementar potencialmente los ingresos en un 20% y también traen beneficios al consumidor: según el 48% de las empresas encuestadas la e-firma mejoró la experiencia del cliente

Los pasos para que una pyme se digitalice y potencie sus ventas online incluyen crear una tienda propia. Los costos para crear un sitio web o una plataforma de venta en la red van desde los $ 6.000 por año a los $ 10.000 si se lo delega en una agencia. Es necesario registrar un dominio, diseñar la página web y comprar una suscripción a un plan de web hosting. Y, por supuesto, tener una estrategia de marketing para diferenciarse de la competencia.