Carta pública de familiares de Sol Viñolo

Sociedad
Lectura

Familiares de Sol Viñolo, la joven que murió luego del triple choque en Av. Circunvalación que provocó Alan Alejandro Amodeo, quien conducía en estado de ebriedad, dieron a conocer un comunicado,

a través del cual fijan su postura respecto a lo sucedido.

Bajo el título “ante una visión que retroalimenta situaciones violentas y de desprecio”, los familiares de Viñolo resaltan que “el debate urgente, ‘la solución a todos los males’ no reside en nuevas figuras jurídicas o formas de castigo; al contrario, nos lleva a pensar en una sociedad colaborativa, solidaria”.

El fiscal a cargo de la causa, Tomás Casas, acusó formalmente a Amodeo, de 27 años, conductor de un Volskwagen Vento, como autor del delito de “homicidio culposo agravado por el uso de automotor con dos muertes y lesiones culposas agravadas”.

Según informaron fuentes judiciales a NA hay dos pruebas que complican la situación del joven que permanece detenido: las fotos en las que se lo ve tomando cerveza en el interior del auto (publicadas por él mismo en sus redes sociales) y el resultado del test de alcoholemia que le hizo la Policía, que dio 2.07 de alcohol en sangre.

BANER MTV 1

El comunicado completo es el siguiente:

“Un conductor homicida se llevó la vida de nuestra amada Solcito y la de Agustín Burgos y lesionó gravemente a Fernanda, amada compañera de Sol.

Para convertirse en homicida esa persona actuó, antes, con irresponsabilidad, negligencia, desidia, desprecio y egoísmo extremos. Sol era todo lo opuesto a eso.

Respecto del homicida y su responsabilidad, tanto como de otras responsabilidades implicadas, la familia se está ocupando en términos legales. Exigiremos ser inflexibles. Hemos recibido mucho afecto y solidaridad y estamos agradecidos.

Pero queremos destacar que también hemos recibido y percibido numerosos mensajes que apuntan al odio y la venganza, y a la irracionalidad hacia esa persona homicida.

Por ello queremos manifestar:

Que hay una matriz social que -cada vez más- está generando personas violentas, irresponsables, negligentes, desidiosas, despreciativas y egoístas. Es agobiante. Pululan homicidas, femicidas, violadores, maltratadores. Si hablamos del tránsito, está lleno de personas infractoras que provocan ‘accidentes’ -que no son tales- a diario. La vida cotidiana se vuelve así, insostenible.

El por qué de esta situación está a la vista de todos. Tan a la vista que no se lo mira: una sociedad que por cómo está organizada necesita promover el individualismo y la competencia extrema entre pares en la búsqueda de un supuesto éxito para ‘tener algo’ y ‘ser alguien’ pero que en realidad niega sistemáticamente posibilidades, aniquilando las perspectivas materiales de una buena vida, de realizarnos como personas, entre personas y en armonía con el medioambiente vital.

La exaltación de la miseria humana y el no respeto a las personas y a toda forma de vida son una constante que baja desde ‘arriba’ por parte de esa organización social que no da respuestas a cuestiones elementales, que es incapaz de garantizar lo necesario para vivir y la vida misma y que está, por lo tanto, agotada.

Por ello muchísimas personas están trastornadas y alteradas sus percepciones de relacionamiento social y cultural.

El debate urgente, ‘la solución a todos los males’ no reside en nuevas figuras jurídicas o formas de castigo, al contrario, nos lleva a pensar en una sociedad colaborativa, solidaria, que viva en armonía y de manera integral con el medioambiente, que se base en el respeto irrestricto a las formas de pensar, de ser o querer ser, que tenga como eje rector el amor y no el odio.

Nuestra amada Sol creía en ello, sus energías vitales se concentraban en eso. Nosotros continuamos en esa senda”.

En esta Nota