El gobierno de Nicolás Maduro comenzó con la "vacunaciónmasiva" contra el coronavirus en Venezuela, pero generó rechazo por la decisión de sólo aplicar las dosis a los que tienen el "
Mientras las autoridades sanitarias califican de "exitosa" la campaña de vacunación, los trabajadores de salud piden que las dosis no sean solo para los "revolucionarios" y advirtieron que denunciarán "todos estos atropellos y la politización de la vacunación", según consignó la agencia Ansa Latina.
La médica Ymilda Rojas, vocera de los trabajadores sanitarios, rechazó que el gobierno de Maduro los obligue a inscribirse en elSistema Patria y en el Ministerio de la Salud para recibir la vacuna. El sistema es apuntado por la oposición y diversas organizaciones como una forma de "control social".
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En esa línea, el médico internista e infectólogo, Julio Castro, afirmó: "Es una forma de segregación, discriminación, que el proceso de vacunación sea diferente a la cédula de identidad. ¿Por qué? Es simple, no todo el mundo está inscrito en el Sistema Patria".
Asimismo, desmintió al Gobierno y aseguró que la vacunación todavía está en fase 1, o sea aún están vacunando al personal sanitario y grupos de riesgo, y no en fase 2. De acuerdo con el gobierno, hay habilitados 77 puntos de vacunación desde este lunes con una capacidad para vacunar entre 600 y 1.000 personas diarias aproximadamente.
Qué es y cómo funciona el carnet de la patria
El carnet de la patria fue lanzado en 2017 por Maduro con el que, con un código QR, se podía identificar a los ciudadanos que reciben algún tipo de ayuda social del gobierno. Según el gobierno venezolano, el objetivo es conocer el estatus socioeconómico de la población y agilizar los programas de ayudas sociales.
El carnet en cuestión es gratuita y voluntario, aunque ahora pare recibir la vacuna es obligatorio sacarlo, para cualquier persona de más de 15 años. Para sacarlo se deben responder una serie de preguntas sobre su estatus socioeconómico y qué ayudas sociales recibe. En enero de 2018, el Gobierno aseguró que más de 17 millones de personas tenían el carnet de las más de 30 millones que viven en Venezuela.
Venezuela politiza la vacunación
A mediados de 2018, el gobierno usó este carnet para beneficiar con combustible barato para los que lo tengan. El que tenía el carnet podía comprar gasolina a precio subsidiado, casi gratis, pero los que no lo tenían, debían pagar un precio internacional de la nafta. En aquel momento, Maduro dijo que la medida buscaba acabar con el contrabando de gasolina en la frontera con Colombia.
Para vacunarse, los ciudadanos deben inscribirse en el sistema. Luego, recibirán un mensaje en su teléfono móvil con los datos de su cita aunque se desconoce el tipo de vacuna que van a recibir.
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Entre ellos está el Hotel Alba Caracas, escenario de largas filas de personas que, si recibieron el tan esperado mensaje de texto por el carné de la patria, y también, de muchas otras, que sin carné y sin mensaje desean ser inoculadas.
"No tengo carnet de la patria ni me lo voy a sacar. Además, qué es eso de que la selección es aleatoria, acaso es una lotería. El Estado tiene que vacunar a todos", dijo a ANSA, Judith Rojas, una mujer de 75 años, quien aseguro ser hipertensa y diabética.
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Asimismo, Juan Suárez de 70 años, repudió que "ahora son ciudadanos de primera, los que tienen el fulano carné y de segunda, los que no somos chavistas". "Los organismos internacionales tienen que meter la lupa porque esto es un genocidio", afirmó.
En tanto, Luis Pérez de 72 años, dijo estar "feliz" porque "mi presidente Maduro cumplió su palabra y recibí la vacuna", pero criticó la falta de organización del proceso, que lo obligó a permanecer por varias horas para poder ser inoculado. También Rosa Alvarez, jubilada, criticó el desorden, pero sostuvo que tras la larga espera "todo fluyó bien".
Cómo va la vacunación en Venezuela
Venezuela arrancó en febrero la vacunación, con las 930.000 dosis entre las rusas Sputnik V y la china Sinopharm, que habían llegado hasta finales de abril, con el personal sanitario, de seguridad, diputados del Parlamento de mayoría chavista, adultos de tercera y maestros.
Ahora, tras la llegada de 1.300.000 dosis chinas, más las 500 mil rusas que anunció Maduro el domingo, se prevé completar ese proceso, y empezar con los adultos menores de 60 años con dos o más enfermedades, y con los trabajadores que están más expuestos.
Maduro también anunció que "espera" recibir en julio más de cinco millones de dosis de vacunas anticovid-19 a través del sistema Covax, en medio de una virulenta segunda ola de la pandemia. El mandatario reiteró que "ya el dinero está depositado" para "que se cobren las vacunas", refiriéndose al pago de 120 millones de dólares. "Nosotros estamos buscando la de Johnson & Johnson, la Janssen. Esa se la hemos pedido al sistema Covax", dijo.
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Venezuela busca cumplir la meta de 22 millones de inoculados para diciembre y lograr la "inmunidad de rebaño", dijo el viernes el ministro de Salud, Carlos Alvarado.
Venezuela registra desde mayo del año pasado, un total de 230.000 casos confirmados y unas 2.500 muertes, según cifras oficiales, cuestionadas por organizaciones como Human Rights Watch por considerar que esconden un elevado subregistro.
ED