Una inflación todavía muy alta, que aflojó en mayo por temas puntuales

Economia
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La menor inflación de mayo (3,3%) en relación a la de abril (4,6% ) sigue siendo elevada porque se explica por razones muy puntuales, como la baja de los precios de

las frutas y algunas verduras por razones estacionales y con muchas actividades, como hoteles, restaurantes, afectadas por la pandemia y las restricciones.

El resto de los alimentos básicos, como pan francés, arroz, carnes, aceite, harina y lácteos tuvieron alzas de entre el 5% y el 13%, de mayor impacto en los sectores de menores ingresos y recursos. Y los precios de los bienes y servicios regulados por el Estado subieron por encima del promedio, encabezados por los combustibles y lubricantes (entre el 5,3% y el 11,3%, según las distintas regiones del país) y los gastos de prepagas (entre el 4,2% y 7,1%).

Con una suba de los precios en 5 meses del 21,5 %, este nivel de inflación tiene lugar con el Ministerio de Economía y el Banco Central retrasando la devaluación del peso. Permiten que el dólar en pesos suba menos que la inflación interna apoyado en el ingreso de divisas por el aumento de los precios internacionales en dólares de las materias primas, como la soja, maíz y trigo. Esto está llevando a un incremento de la deuda pública medida en dólares, está favoreciendo las importaciones y de ahí la queja que ya se advierte en muchos sectores fabriles nacionales.

Además, el Gobierno ha hecho un importante ajuste. El gasto fiscal continúa reduciéndose en términos reales. Por ejemplo, en mayo “por la caída de jubilaciones y pensiones (- 10,0% interanual) y salarios públicos (- 7,9%), pero también debido a que los recursos asignados a paliar las consecuencias de la crisis sanitaria fueron menores en la comparación interanual con mayo de 2020”, mientras “el gasto en programas sociales se redujo 41,5%, básicamente por la eliminación del IFE”, de acuerdo al Informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso ( OPC)..

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Todo esto en un contexto, entre otras medidas, de regulación y seguimiento de precios, Ley de Góndolas, cierre de exportaciones de carne, que a la luz de las cifras del INDEC no han dado resultado. Hay renovadas presiones internas e internacionales en favor de ajustes tarifarios en servicios públicos y en salud, agravado por el alza de los precios internacionales de los medicamentos,. Y reclamos salariales porque los acuerdos de comienzos del año quedaron desfasados, acumulándose más de 3 años de caída del poder adquisitivo de la población trabajadora.

Así las cosas, la pauta inflacionaria anual del 29% que figura en el Presupuesto 2021 quedó envejecida cuando la inflación de los últimos 12 meses acumula un 48,8%.

La inflación de los próximos meses estará marcada por este conjunto de desequilibrios,  planteos y presiones macroeconómicas, cambiarias, empresarias y sindicales.