El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, "tiene que ser denunciado ante el Tribunal Penal Internacional" como responsable por las víctimas fatales del coronavirus, afirmó el exgobernador de Rio de Janeiro, Wilson
Witzel, al exponer ante el Senado.
Witzel, también exaliado del mandatario, puntualizó: "El único responsable por los 450 mil muertos (por coronavirus) tiene nombre y dirección. Bolsonaro se desentendió de la pandemia al no adoptar medidas de carácter nacional contra la dolencia".
Este miércoles, Brasil registró 2.997 nuevas muertes por Covid-19, elevando el número total de víctimas fatales por la enfermedad en el país a 493.693. Se trata también de la jornada con mayor cantidad de fallecimientos desde el 29 de abril.
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El distanciamiento entre ambos actores del escenario político se produjo un año atrás, luego de que el exgobernador fuese destituido por juicio político. Dicha destitución se produjo tras ser hallado culpable de desviar dinero destinado a la salud pública.
"El presidente no dialoga sobra la pandemia con los gobernadores, dejándolos a merced de esta desgracia", aseguró para luego detallar: "Creó la narrativa de que los gobernadores destruyen los empleos debido a la implementación de las cuarentenas".
Durante su exposición, Witzerl fue interrumpido por el senador e hijo del presidente, Flavio Bolsonaro, quien le enrostró haber sido quitado del cargo debido a denuncias de corrupción. Le pidió ser "respetuoso" y lo acusó de tener "las manos sucias de sangre".
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Antes de la intromisión, Witzel señaló que Bolsonaro "dejo de hablar con él" ya que se molestó por las investigaciones sobre el asesinato de Marielle Franco, una concejala del Partido Socialismo y Libertad que denunció a las "milicias" parapoliciales.
Finalmente, el exgobernador dijo temer por su vida y propuso tener una reunión reservada con los senadores para entregarles informaciones que serían importantes. Esa junta a puertas cerradas en el Senado podría ser realizada el viernes.
Las acusaciones cruzadas entre el exaliado de Bolsonaro y varios senadores oficialistas subieron de tono hasta que la audiencia fue levantada poco después de las 14 horas locales, cuando estaba previsto que debía sesionar hasta las 17 horas.
JFG / DS