Quién es Ebrahim Raisi, el ultraconservador que arrasó en las elecciones y gobernará Irán

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El clérigo ultraconservador Ebrahim Raisi, próximo presidente de Irán tras lograr una aplastante victoria en las elecciones, tiene una extensa y controvertida carrera en el Poder Judicial y está bajo sanciones de

Estados Unidos.

Con su turbante negro, su barba y su rostro serio, el clérigo se hizo con un 61,96% de los votos en las presidenciales del viernes, al no contar con rivales de altura, y tomará posesión en agosto para un mandato de cuatro años.

Durante la campaña electoral intentó suavizar su imagen, consciente del temor que despierta en los sectores de la población más liberales, y se presentó como "un candidato de consenso" que, al margen de tendencias políticas, va a "servir a todo el pueblo".

Siempre ostentó altos cargos en el sistema de la República Islámica, en su mayoría de supervisión del correcto cumplimiento de las estrictas normativas del país, y es una de las figuras con más posibilidades de suceder al líder supremo, Alí Jamenei.

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Banderas y carteles, en el festejo de los seguidores de Ebrahim Raisi, ganador de las elecciones presidenciales en Irán. Foto: EFE

Banderas y carteles, en el festejo de los seguidores de Ebrahim Raisi, ganador de las elecciones presidenciales en Irán. Foto: EFE

Fue el ayatollah quien lo designó en 2019 en su actual cargo, jefe del Poder Judicial, y con anterioridad, en 2016, como custodio de la importante fundación Astan Quds Razavi del mausoleo del imán Reza de Mashad, que gestiona un gran patrimonio.

Contra la corrupción y la pobreza

Este era el segundo intento de Raisi de llegar a la presidencia. Presentó su candidatura en 2017 y consiguió un 38% de los votos, por detrás del actual mandatario, el clérigo moderado Hassan Rohani.

Para la cita del viernes con las urnas, desplegó una campaña con el lema "Una administración popular, un Irán fuerte" y prometió luchar contra la corrupción y la pobreza, crear empleo y contener la inflación.

Nació el 14 de diciembre de1960 en Noghan, un distrito de la ciudad santa de Mashad, en una familia religiosa descendiente del imán shiíta Hussein y, por tanto, del profeta Mahoma, de ahí su turbante negro.

Familia de clérigos

Siguiendo la estela de su padre y su abuelo materno, que también eran clérigos, estudió hasta los 15 años en escuelas religiosas de Mashad y, después, se trasladó a la ciudad santa y ultraconservadora de Qom para continuar su formación.

Fue alumno del líder supremo en uno de los seminarios chííes de Qom y amplió más tarde sus estudios con un máster postgrado en Derecho Privado y con un doctorado en Jurisprudencia y Derecho Privado.

Con esa formación, entró en el mundo de la judicatura en la década de los 80.

Primero fue fiscal de la ciudad de Karaj y, luego, en la provincia de Hamedan, hasta que en 1985 dio el salto a la capital al ser nombrado sustituto del fiscal de Teherán.

El moderado Hassan Rohani dejará la presidencia de Irán en agosto. Foto: EFE

El moderado Hassan Rohani dejará la presidencia de Irán en agosto. Foto: EFE

Puntos oscuros

De esa época data uno de los puntos más oscuros de su carrera. Formó parte del comité que supervisó las ejecuciones de presos políticos de 1988, que acabaron con la vida de miles de miembros de la Organización Muyahidín del Pueblo y de partidos izquierdistas.

Su meteórica carrera lo llevó luego a ser fiscal de Teherán, jefe de la Organización General de Inspección durante diez años, primer adjunto del Poder Judicial entre 2004 y 2014 y fiscal general del país por un año.

Sus puestos de custodio de la fundación del mausoleo del imán Reza, jefe del Poder Judicial y, en breve, presidente allanan su eventual trayectoria hacia el cargo de líder supremo, la máxima autoridad espiritual y política de Irán.

El clérigo fue también en el pasado responsable de la organización encargada de supervisar el cumplimiento por la población de los principios islámicos y jefe del consejo de control de la televisión.

Temor a restricciones

Este tipo de cargos hacen temer un aumento de las restricciones a las libertades personales y la censura en el ámbito cultural en Irán con Raisi.

Su es el clérigo ultraconservador Ahmad Alamolhoda, quien prohibió los conciertos en Mashad alegando que no era lugar para la "orgía" ni para escuchar música en directo.

También se muestra receloso con Occidente y, en especial con Estados Unidos, país que lo incluyó en su lista de sancionados en noviembre de 2019 junto a otras ocho personalidades iraníes, entre ellas, el segundo hijo del líder supremo, Mojtaba Jameneí, y el jefe del Estado Mayor, Mohamad Baqerí.

El entonces secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, subrayó que con esta medida se golpeaba a "los funcionarios no elegidos popularmente que rodean al líder supremo de Irán e implementan sus políticas desestabilizadoras".

Dudas por el plan nuclear

El presidente, en realidad, tiene poderes limitados en Irán, donde el poder real está en manos del guía supremo.

El balance de Rohani quedó manchado por el fracaso de su política de apertura tras la retirada de Estados Unidos en 2018 del acuerdo sobre el programa nuclear iraní sellado con las grandes potencias en 2015 en Viena.

Ahora la incógnita es si el nuevo presidente volverá a la mesa de negociaciones.

Fuente: EFE

CB