Balotaje en Perú: EE.UU. ignora las quejas de Keiko Fujimori y califica el comicio peruano de justo y libre

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La derecha peruana de Keiko Fujimori recibió un duro golpe de Estados Unidos. El gobierno de Joe Biden, descartando de plano las

denuncia de fraude presentadas por la candidata, sostuvo que fueron elecciones “libres y justas”. Es más, calificó los comicios como un “modelo de democracia” en América Latina.

Con lenguaje diplomático, Washington reconoce de esta manera el triunfo del izquierdista Pedro Castillo, de Perú Libre, quien obtuvo algo más de 40.000 votos de diferencia sobre Fujimori, aunque aún no pudo ser proclamado presidente debido al proceso judicial que está en marcha a raíz de los recursos presentados por la candidata derechista.

“Felicitamos a las autoridades peruanas por administrar de manera segura otra ronda de elecciones libres, justas, accesibles y pacíficas, incluso en medio de los importantes desafíos de la pandemia de covid-19”, sostuvo Ned Price, vocero del Departamento de Estado norteamericano.

A través de un comunicado, Price remarcó que “estas recientes elecciones son un modelo de democracia en la región”, y agregó: “Apoyamos que se dé tiempo a las autoridades electorales para procesar y publicar los resultados de acuerdo con la ley peruano”.

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Pedro Castillo, virtual ganador de las elecciones. Foto AP

Pedro Castillo, virtual ganador de las elecciones. Foto AP

En otro párrafo, sin nombrarlo directamente, da a entender que trabajará con Castillo. Estados Unidos espera continuar esta “importante alianza” con el candidato “debidamente elegido por el pueblo peruano, tal como lo confirmaron las autoridades electorales peruanas”, dijo.

“Nuestras dos naciones comparten una profunda amistad arraigada en los mismos valores fundamentales. La cooperación entre Estados Unidos y Perú a lo largo de los años ha servido para mejorar la salud, el nivel de vida, la seguridad y las protecciones ambientales en todo el país”, manifestó Price.

Sin ganador

Perú convive con una gran incertidumbre desde el balotaje del 6 de junio, y la tensión fue creciendo con marchas permanentes de uno y otro bando. Todavía no se ha proclamado un vencedor porque los jurados electorales están resolviendo los pedidos de nulidad y apelaciones presentadas principalmente por el partido de Keiko Fujimori, la hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000).

Con el escrutinio completo, Castillo es el virtual presidente electo al haber superado a Fujimori por apenas 44.000 votos, con el 50,12 % de las preferencias frente al 49,87 % de la candidata derechista.

Sin embargo, Fujimori ha solicitado anular unos 200.000 votos de zonas rurales, andinas y pobres donde Castillo ha ganado de manera abrumadora, porque, según su percepción, hay indicios de un fraude sistemático cometido por su rival en las mesas de votación, con firmas falsas entre otras supuestas irregularidades.

Hasta ahora ningún reclamo ha sido declarado fundado por los jurados electorales, mientras que las misiones de observación electoral han descartado la posibilidad de un fraude al no detectar graves irregularidades, como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore).

Esto ha sido corroborado por un análisis de las actas electorales realizado por la encuestadora Ipsos donde ha determinado que no hay evidencias de un “fraude sistemático” en las mesas de sufragio como sugiere Fujimori.

La actitud de Keiko frente a los resultados electoras fue cuestionada por varios organismos internacionales, entre ellos Human Rights Watch (HRW). El director del organismo para las Américas, José Miguel Vivanco, comparó su postura con la del expresidente estadounidense Donald Trump, quien se resistió hasta último momento a convalidar el triunfo de su rival, Joe Biden.

“¿Hasta cuándo va a seguir Keiko Fujimori jugando a ser Trump?”, escribió en su cuenta de Twitter, donde adjuntó el significativo comunicado del Departamento de Estado de Estados Unidos.

El traspaso del mando en Perú está previsto para el 28 de julio, y los expertos consideran que la ceremonia se realizará sin contratiempos.

Fuente: EFE y Clarín

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