El sur, el talón de Aquiles de la campaña de vacunación contra el Covid en Estados Unidos

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Muchos afroamericanos sospechan de las vacunas. La población conservadora de áreas rurales está convencida de que matan más que el propio covid.

Los estados del sur tienen una de

Muchos afroamericanos sospechan de las vacunas. La población conservadora de áreas rurales está convencida de que matan más que el propio covid.

Los estados del sur tienen una de

las tasas de vacunación más bajas de Estados Unidos: la región es así el talón de Aquiles en la lucha contra las variantes del coronavirus.

Con su pequeño equipo y una energía apenas desgastada por el calor abrasador, Sheila Tyson, legisladora de Birmingham, la principal ciudad del estado de Alabama, toca las puertas de las modestas casas del distrito de Memorial Park, habitado en su mayoría por afrodescendientes.

"¡Quiero verlos a todos el domingo (en el parque)! Habrá comida gratis, hasta que se acabe, y vacunas, ¿están vacunados?", lanza esta activista de la "Mesa Redonda de Mujeres Negras de Alabama" a los que asoman la cabeza.

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A pesar de tener una lesión en el pie, Tyson es una de las pocas funcionarias elegidas localmente que recorre parques, escuelas, jardines de infantes y estadios en vecindarios desfavorecidos para promover las vacunas anticovid.

Durante el pico de la epidemia en el estado de Alabama, entre diciembre y enero , "la gente caía como moscas", recuerda Tyson.

Gran parte de la comunidad afroamericana del sur de Estados Unidos no quiere la vacuna contra el coronavirus. Foto: AP

Gran parte de la comunidad afroamericana del sur de Estados Unidos no quiere la vacuna contra el coronavirus. Foto: AP

Desconfianza y teorías conspirativas

Hoy, "estamos en una carrera entre la vida y la muerte", señala esta mujer afrodescendiente "muy preocupada" por la variante Delta del coronavirus, que avanza rápidamente en Estados Unidos.

Entre las teorías de la conspiración que afectan la campaña de vacunación entre la minoría afroestadounidense está la idea de que tiene como objetivo "esterilizar a los hombres negros", señaló.

Información falsa alimentada por una larga historia de discriminación sanitaria, incluido el uso de cientos de hombres negros como conejillos de indias durante los infames experimentos de sífilis en Tuskegee (1932-1972), a 200 km de Birmingham.

De hecho, muchos afroestadounidenses, que representan el 27% de los cinco millones de habitantes de Alabama, prefieren "esperar y ver" los efectos de la vacuna antes de decidir, confirma Janice Cobb, una costurera de Memorial Park.

Frente a esta desconfianza, las acciones ultralocales, como las organizadas por Tyson, son las más efectivas, pero no suficientes para elevar sustancialmente la tasa de vacunación, explica Scott Harris, jefe de servicios de salud de Alabama.

En la actualidad, solo el 40% de los mayores de 12 años recibieron al menos una dosis de vacuna en este estado: una tasa apenas superior a la de Louisiana (38%) y Mississippi (36%) -último lugar en el ranking estadounidense-, y muy por detrás del promedio nacional del 64%.

Para Scott Harris, la baja tasa de vacunación "no es sorprendente" en esta región, entre las más pobres de Estados Unidos.

"Somos los últimos o casi los últimos en la mayoría de los indicadores de salud", declaró a la AFP, y recordó las tasas igualmente altas de enfermedades cardiovasculares y mortalidad infantil.

Un cartel llama a vacunarse, en en un centro de salud en Springfield, en el estado de Missouri, Estados Unidos. Foto: BLOOMBERG

Un cartel llama a vacunarse, en en un centro de salud en Springfield, en el estado de Missouri, Estados Unidos. Foto: BLOOMBERG

Sin embargo, admite que "no anticipó el grado de resistencia a la vacuna" en los hombres blancos, especialmente en las zonas rurales donde "muchos piensan que es más peligrosa que la enfermedad".

Frank Arant, peluquero de Oneonta, una tranquila ciudad al norte de Birmingham, es uno de ellos. A sus 70 años, es particularmente vulnerable al virus debido a la diabetes. Pero está convencido de que corre el riesgo de morir si es inmunizado.

"Tuvimos mucha gente aquí en la zona que murió a causa de la vacuna", asegura.

"Sus esposas vienen a contarnos sus muertes, mientras que tres días antes estaban allí y dijeron que iban a recibir su dosis. Eso da miedo", expresa.

Virus y política

En este condado en el que el 90% votó al magnate republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2020, las objeciones también son muy políticas.

La gente "teme que los obliguen a vacunarse, con el presidente Joe Biden diciéndoles a todos que lo hagan (...) Ellos dicen: 'Depende de nosotros decidir, es nuestra vida, no lo haremos'", resume Frank Arant.

El presidente de Estados Unidos, .Joe Biden, quiere tener a la mayor parte de la población del país vacunada contra el coronavirus. Foto: AFP

El presidente de Estados Unidos, .Joe Biden, quiere tener a la mayor parte de la población del país vacunada contra el coronavirus. Foto: AFP

La hostilidad a la vacuna "tiene mucho que ver con una actitud contra la autoridad arraigada en la cultura sureña", puntualiza J.D. Davidson, un joven soldado de un rico suburbio de Birmingham.

"Con el aumento de las divisiones políticas, es aún más importante (no vacunarse), fortalece su identidad", señala.

Los viajes y visitas de personalidades demócratas, incluida la primera dama, Jill Biden, al sur del país para fomentar la vacunación, "solo empeoran" la situación, asegura.

En este contexto, Harris ya no espera un aumento drástico en la inoculación de vacunas para septiembre.

Pero espera que, con 1,8 millones de personas al menos parcialmente vacunadas y 550.000 ya infectadas y potencialmente inmunes, los nuevos focos epidémicos se limitarán a los lugares con menos vacunados.

Y que Alabama, que registró más de 11.300 muertes por el virus, evitará la tragedia del invierno pasado, cuando los nuevos casos diarios y las personas hospitalizadas se contaban por miles.

Fuente: AFP 

CB