Crimen del contador en Paraná: "Estoy seguro de que mi hermano no los conocía, lo engañaron"

Policiales
Lectura

Una semana después la tristeza persiste. Lucas Calleja tiene 34 años y es uno de los tres hermanos de Gonzalo (29), el contador asesinado en Paraná. Habla camino a la marcha

que organizaron amigos y amigas de la familia en Tribunales ara pedir Justicia, y dice que todavía están "tristes y bastante shockeados por todo lo que pasó".

"Nada nos va a devolver a mi hermano. Sí que detengan a las personas que pudieron haber estado involucradas es, de alguna manera, una tranquilidad. No las conocemos, no sabemos quiénes son, ni yo, ni mi familia, ni los amigos de Gonzalo", analiza Lucas respecto de los cuatro detenidos y acusados por el crimen de su hermano.

Se trata de Alberto Enrique Osuna (34) Ezequiel David Maroto (24), Ramiro Daniel Colman (23) e Iván Elías Garay (28). Todos con antecedentes penales. "Dos con condenas, uno por robo y causas por narcotráfico. Otro por tentativa de homicidio y los otros por abuso de armas y privación ilegítima de la libertad", confirmaron fuentes de la investigación consultadas por Clarín.

Este miércoles, un poco antes de que tres amigas de la hermana menor de Gonzalo llevaran adelante una convocatoria frente al palacio judicial de Paraná, una audiencia (que se interrumpió abruptamente) pretendía resolver la situación preventiva de los imputados.

BANER MTV 1

"Eso es lo que a mí me llama la atención, que no los conocemos, no tenemos idea quiénes pueden ser. Y estoy seguro de que mi hermano tampoco. Por eso insistimos tanto en ver su celular, queremos saber quién lo citó, qué excusa le puso porque fue engañado a ese lugar", sospecha Lucas.

Familiares y amigos exigieron justicia por Gonzalo Calleja. / Paraná El Once

Familiares y amigos exigieron justicia por Gonzalo Calleja. / Paraná El Once

De la marcha participó un centenar de personas con carteles y fotos de Gonzalo, en medio de un reclamo sostenido de Justicia.

Mientras tanto, los cuatro detenidos esperaban a ser hisopados para descartar que estuvieran contagiados de coronavirus. Es que en medio de la audiencia dirigida por el Juez de Garantías de Feria Judicial, Ricardo Bonazola, uno de ellos reconoció estar contagiado con Covid y aislado al momento de su detención.

Se trata de Osuna que, al ser consultado sobre su estado de salud, reconoció haber sido diagnosticado con Covid-19: "Tuve covid al momento de detención, ahora me daban el alta el viernes, pero como era fin de semana me pasaban el alta para el lunes 26", dijo.

"¿No tiene el alta médica?", insistió el juez. Pero Osuna repitió que se la darían "este lunes 26". Ante la sorpresa, continuaron con las consultas protocolares y siguió la audiencia, pero poco después tuvieron que suspenderla.

"Acá hay una cuestión que me advierten y la estaba madurando, ¿Señor Osuna, usted está cursando Covid? ¿No tiene alta médica? Por razones sanitarias vamos a tener que sacar a la audiencia, no sé, no sé cómo...", dijo Bonazola, y dispuso el cuarto intermedio para desinfectar la sala y continuar con los protocolos sanitarios.

Nunca se reanudó y, según confirmaron fuentes del Ministerio Público Fiscal, Osuna había sido diagnosticado con coronavirus el 8 de julio y tendría que haber recibido el alta epidemiológica el 18, un día antes de su detención. Pero por problemas administrativos del centro de salud, aún no recibió el comprobante del alta.

Por seguridad, el juzgado dispuso el hisopado de los detenidos y, presumen, que podrán reanudarla en 48 horas.

Osuna, apodado "El Tuerto", tiene un importante prontuario. Pertenecía a una banda dedicada a "robos grandes", confiaron fuentes del caso a Clarín. Ya había sido condenado en 2018 por integrar una organización narco, liderada por Elvio Caudana, según confirmó El Once TV.

Ahora, igual que sus presuntos cómplices, está acusado de "homicidio agravado" y "privación ilegal de la libertad" por el crimen de Gonzalo Calleja. Para los investigadores, esta banda (que no tiene vínculos familiares pero que sí se frecuentaban), engañaron a la víctima citándolo en el barrio 1° de Julio con la excusa de una transacción no registrada de venta de moneda extranjera y terminaron matándolo para robarle 6 mil dólares.

Según confiaron a este diario, Osuna, Morato, Garay y Colman fueron individualizados gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad del barrio 1° de Julio y del recorrido realizado para descartar el cuerpo de Gonzalo en la otra punta de la ciudad de Paraná. 

La familia Calleja. Gonzalo tenía dos hermanas y un hermano.

La familia Calleja. Gonzalo tenía dos hermanas y un hermano.

En los allanamientos realizados al momento se secuestraron tres vehículos Ford Fiesta en los que hallaron pelos, manchas, material genético, huellas, celulares y demás elementos de interés para la causa que serán peritados.

También serán fundamentales los análisis de los teléfonos celulares y los entrecruzamientos de llamadas para determinar qué pasó el miércoles pasado, después de las 17 de la tarde, cuando se perdió el rastro de Gonzalo.

El subdirector del área de investigaciones, Angel Ricle, explicó que aún analizan más ce 15 celulares secuestrados desde que comenzó la investigación. Y, si bien todavía restan analizar algunas de las 70 cámaras secuestradas, hay elementos suficientes para sostener la acusación contra los cuatro detenidos. 

En paralelo continúa con la búsqueda del teléfono celular de la víctima, su campera, la mochila y la llave del vehículo de Calleja, que aún no fueron encontrados.

Gonzalo habló con su novia el miércoles 14 de junio alrededor de las 16. Le contó que salía de su trabajo y estaba yendo a un encuentro. Que después iría al gimnasio con un amigo y ver el partido de River por la Copa Libertadores junto a otro grupo.

Gonzalo Calleja (29), el contador asesinado en Paraná.

Gonzalo Calleja (29), el contador asesinado en Paraná.

El rastreador de su celular tomó la última ubicación a las 17.20, justo en el lugar donde fue encontrado su auto, con las puertas cerradas y otros 9.500 dólares en la guantera. 

El cuerpo de la víctima, en cambio, fue hallado el jueves pasado debajo de un árbol entre la maleza de un campo de trigo en las calles Báez y Montiel, a unos 8 kilómetros de donde estaba su auto.

Una de las principales hipótesis es que habría sido secuestrado en un lugar diferente al que fue hallado. Que lo engañaron para que acuda al encuentro y que finalmente lo mataron para robarle, sin saber que dentro del auto había más dinero. 

La autopsia realizada al cuerpo determinó que el contador murió por asfixia.

GL​