Corinna Larsen, la "amiga" preferida del Juan Carlos de España, lo denunció por acoso

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Después de años y años de relación subterránea y prohibida en la que la sofisticación de los malabares para verse llegaron hasta una escapada juntos a cazar elefantes en

Botswana, Corinna Larsen dice ahora que el rey emérito Juan Carlos I de Borbón, en realidad, la acosaba y la vigilaba.

Por eso lo denunció. Y exige ser indemnizada.

A días de cumplirse el primer aniversario desde que Juan Carlos decidió alejarse del reino para refugiarse en Emiratos Arabes por la tormenta de escándalos -financieros y amorosos- que le llueven y que salpican el reinado de su hijo, Felipe VI, el Financial Times afirma haber tenido acceso a la denuncia que Corinna presentó, en diciembre del año pasado, en Londres, ante el Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales.

Allí acusa al rey que abdicó en 2014 en favor de su hijo de amenazas, difamación y acoso “desde 2012 hasta la actualidad” y de “vigilancia ilegal encubierta y abierta”, tarea que habría estado a cargo del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) español.

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Según Corinna, los servicios de inteligencia del Reino de España llevan años presionándola para que no revele secretos de Estado que, para el CNI, ella conoce y guarda bajo la manga.

El entonces rey de España fue repudiado cuando se fue en un costoso viaje de cacería de elefantes a Botswana mientras su país enfrentaba una grave crisis financiera, en 2012.

El entonces rey de España fue repudiado cuando se fue en un costoso viaje de cacería de elefantes a Botswana mientras su país enfrentaba una grave crisis financiera, en 2012.

Indemnización y distancia

Y la habrían difamado provocándole perjuicios en su labor como consultora internacional, motivo por el cual Corinna pretende un resarcimiento económicode varios millones de euros.

La demanda incluye el pedido de una orden judicial que mantenga a más de 150 metros de ella y de su casa tanto a Juan Carlos como al ex director del CNI, Félix Sanz Roldán, y a cualquier agente de los servicios secretos españoles.

Hasta ahora, ni Juan Carlos ni su defensa opinaron sobre la denuncia de Corinna.

Tal vez están especulando sobre las posibilidades reales y legales de que un tribunal británico pueda investigar al rey emérito, un ex jefe de Estado de otro país que ni siquiera tiene residencia en el Reino Unido.

Corinna Larsen denuncia al rey emérito Juan Carlos I de España por acoso. Foto:

Corinna Larsen denuncia al rey emérito Juan Carlos I de España por acoso. Foto:

Transacciones bancarias oscuras

En la denuncia figura, según detalla el periódico inglés, la mención a los 65 millones de euros que Juan Carlos I habría transferido a una de sus cuentas y que, en palabras de Corinna, eran un regalo del Borbón para asegurarse el bienestar de ella y de sus hijos.

Pero el rey emérito le habría reclamado luego ese dinero, que correspondería a comisiones “non sanctas” recibidas por Juan Carlos de Arabia Saudita por su rol en la construcción del tren rápido a La Meca.

Larsen asegura que, en 2012, el ex director del CNI le sugirió en una reunión que mantuvieron en Londres que no podía “garantizar su seguridad física ni la de sus hijos”.

Pero Sanz Roldán se defiende: “Jamás he amenazado a una mujer ni a un niño, jamás”.

En España, la Fiscalía del Tribunal Supremo todavía no resuelve sobre las tres causas que investigan a Juan Carlos I por movimientos financieros presuntamente turbios.

En marzo de este año y tal vez como parte de un plan de pago de deuda fiscal que sus abogados le diseñaron a medida, el rey emérito pagó más de cuatro millones de euros a Hacienda.

Y a pesar de su auto-destierro en Abu Dhabi “ante la repercusión pública que generan acontecimientos pasados de mi vida privada” -como Juan Carlos señaló en una carta que dejó a su hijo cuando dejó España-, aun no pesa sobre él ninguna acusación penal.

Sin embargo, Corinna le sigue quitando el sueño al rey emérito. Seguramente más por sus acusaciones que por su seducción inoxidable.

Madrid. Corresponsal

CB​