Cáncer de cabeza y cuello: su relación con el VPH y cómo prevenirlo

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Cada 27 de julio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Cabeza y Cuello, un conjunto de tumores cuya incidencia mundial va en aumento, en especial de aquellos asociados al

contagio del VPH.

El carcinoma de cabeza y cuello actualmente tiene la sexta incidencia más alta en todo el mundo, por eso resulta fundamental concientizar a la población sobre el diagnóstico, la prevención, y compartir información sobre nuevos tratamientos que traen esperanzas a quienes lo padecen.

Los cánceres de cabeza y cuello son un grupo de tumores que generalmente comienzan en tejidos del interior de la cabeza y del cuello -principalmente dentro de la boca, nariz y garganta- y también pueden comenzar en las glándulas salivales, aunque son relativamente poco comunes. Este conjunto de cánceres se categoriza a su vez de acuerdo a la zona en la que se originan, como pueden ser en las cavidades oral y nasal, en la faringe y en los senos paranasales.

El Virus del papiloma humano (VPH) es un virus de ácido desoxirribonucleico (ADN) pequeño con más de 100 tipos, de los cuales 40 afectan la zona genital y anal. Los VPH se clasifican en dos grandes grupos: los denominados “de bajo riesgo oncogénico”, que generalmente se asocian con lesiones benignas, como verrugas y lesiones de bajo grado; y los VPH denominados “de alto riesgo oncogénico”, que son alrededor de 15.

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Se estima que más del 80% de las personas sexualmente activas contraerán VPH en algún momento de su vida. Según la doctora Laura Alicia Fleider, jefa de Patología Cervical y Colposcopía de la Facultad de Medicina UBA, “la infección por el VPH es tan común que casi todos los hombres y mujeres sexualmente activos lo contraen en algún momento de su vida, de hecho, el 50% se infecta durante los primeros años de iniciadas las relaciones sexuales”.

En los varones la infección suele ser transitoria y se cura de forma espontánea. No obstante, en algunos casos el virus puede quedar latente, sin dar signos ni síntomas, permitiendo que la infección se transmita a otros varones y/o mujeres a través del contacto sexual. Estas infecciones latentes, pueden favorecer el desarrollo de algunos tipos de cáncer y de verrugas en la zona anogenital, en ambos sexos.

“Los cánceres vinculados al HPV son los del cuello uterino en el 99% de los casos, el cáncer anal en un 85% de los casos, los cánceres de vagina, vulva y pene en aproximadamente el 50% de los casos y los cánceres de la región de orofaringe en el 70% de los casos. El más frecuente de los cánceres de orofaringe vinculada al VPH es el cáncer de las amígdalas, base de la lengua y paladar blando”, concluye Fleider.

“La incidencia en Argentina de este tipo de cáncer es de 3800 casos por año. Existen dos perfiles de pacientes: aquellos con abuso de alcohol y tabaco, en la sexta década de la vida, con comorbilidades que desarrollan tumores de cavidad oral y laringe e hipofaringe; y jóvenes de  30-40 años, no fumadores ni bebedores, de buen nivel socioeconómico, con tumores de orofaringe relacionado con el virus del papiloma humano, que presentan antecedentes de inicio de actividad sexual precoz y gran número de parejas sexuales orales”, destaca el doctor Raul Eduardo Giglio, jefe de oncología de la unidad de cabeza y cuello del Instituto de Oncología Ángel Roffo.

Según estimaciones de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC) para Sudamérica, los casos de cáncer atribuidos a infecciones se deben principalmente al Virus del papiloma humano (48,5%).

En relación al diagnóstico y posibles tratamientos, la mayoría de los especialistas coinciden en que se debe considerar el tratamiento más adecuado a partir de las evidencias halladas en los estudios clínicos. El tipo de tratamiento a recomendar por el médico depende de la localización del tumor y de cuánto se ha propagado el cáncer.

Prevenir el cáncer de cabeza y cuello asociado al VPH es posible y se espera que en los próximos años se desarrollen nuevas terapias y mecanismos que permitan impedir la proliferación y la diseminación tumoral. Desde MSD, junto a 11 instituciones referentes, lanzaron la campaña #PrevengamosELVPH, la iniciativa se focaliza en la importancia de prevenir la enfermedad a través de la vacunación, de los chequeos ginecológicos periódicos, de la educación sexual integral y el uso de métodos anticonceptivos de barrera como el preservativo.