Pedro Castillo hizo un juramento simbólico en el sitio de una batalla decisiva para la independencia peruana

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El presidente de Perú, Pedro Castillo, participó este jueves de una ceremonia de juramento simbólico en la histórica Pampa de la Quinua, al sur de Ayacucho, donde

en 1824 Perú conquistó en el campo de batalla su independencia del dominio español.

Castillo, quien llegó a bordo de un helicóptero junto a Alberto Fernández y Sebastián Piñera, presidentes de la Argentina y Chile, volvió a jurar por un "país sin corrupción y para todos los pueblos de Perú".

"Somos herederos de una tradición milenaria, y somos el país de todas las razas", afirmó en su discurso Castillo, quien además convocó a "todos los peruanos a dar la batalla por un país más digno y más humano". 

La población de Ayacucho esperó a Pedro Castillo para su jura simbólica. Foto: AP

La población de Ayacucho esperó a Pedro Castillo para su jura simbólica. Foto: AP

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Al igual que en su juramento en Lima, el compromiso con la lucha contra la corrupción volvió a hacerse presente en la jura y el discurso de Castillo.

"Seré el primero en sancionar a quién se robe un centavo del pueblo", afirmó el presidente peruano en el cierre en su presentación, en la cual además bregó para que "la voluntad de Bolívar y San Martín persistan tanto en el presente como en el futuro". 

El mandatario, un quechua-hablante de 51 años nacido en otro departamento andino, Cajamarca, había prometido realizar la ceremonia con el objetivo de comenzar a desmontar símbolos del pasado colonial.

La independencia de Perú fue declarada el 28 de julio de 1821 por el general argentino y Libertador José de San Martín.

Pero el lugar de Ayacucho donde se alza un imponente obelisco de mármol de 44 metros de altura, recuerda a los peruanos que lucharon en la batalla del 9 de diciembre de 1824, mediante la cual se sancionó la independencia definitiva del país tras la colonización española.

La región ha sido uno de los más afectados en el país por la violencia, la pobreza y las injusticias. 

Basta decir que Ayacucho, nombre que se traduce del quechua al español como "rincón de los muertos", fue el departamento más afectado por la violencia que vivió Perú de 1980 a 2000 por la acción de los grupos extremistas Sendero Luminoso y MRTA y por la respuesta, muchas veces al margen de la ley, de las fuerzas militares y policiales.

Según la Comisión de la Verdad, más de 40% de las casi 70.000 personas que murieron violentamente en ese contexto cayeron en suelo ayacuchano.

Con información de la agencia Télam