Convirtiéndose en el funcionario católico de mayor rango en enfrentar cargos penales por abuso sexual en Estados Unidos,el excardenal Theodore McCarrick quedó formalmente acusado este jueves de agredir sexualmente a un
adolescente de 14 años en 1974.
El escándalo de abusos masivos parte de miembros del clero puso al ex arzobispo de Washington, de 91 años, en el estrado mientras se mostraban documentos judiciales, acusándolo de tres cargos de agresión indecente y abuso contra un adolescente de 14 años, proceso que se lleva adelante en un tribunal de Massachusetts.
Los fiscales alegan que McCarrick manoseó a la víctima cuando tenía 16 años en 1974, mientras caminaban por el campus de Wellesley College en Massachusetts durante la recepción de la boda de su hermano.
La víctima dice que McCarrick lo llevó a una habitación y le tocó los genitales mientras "rezaba", según la denuncia penal. El excardenal ha sido objeto de varias demandas civiles interpuestas por los acusadores, pero este es el primer caso penal en su contra.
McCarrick fue también el prelado de mayor rango en ser expulsado -en 2019- en la historia moderna de la Iglesia católica. El Vaticano lo había declarado culpable de abusar sexualmente de al menos un adolescente en la década de 1970 y de conducta sexual inapropiada con seminaristas varones adultos.
McCarrick, quien desempeñó durante décadas un papel clave en la recaudación de fondos para la Santa Sede entre estadounidenses adinerados, fue despojado de su título de cardenal en 2018 antes de perder el estatus de sacerdote al año siguiente. Un informe del Vaticano de 450 páginas publicado en 2020 concluyó que McCarrick pudo ascender en las filas de la Iglesia a pesar de años de acusaciones de conducta sexual inapropiada.
Asímismo, la Santa Sede admitió en noviembre pasado que el difunto papa Juan Pablo II ignoró el consejo en contra de promover a McCarrick por los rumores de agresión sexual, que luego se confirmaron.
El papa Francisco fue quien devolvió al estado laico a McCarrick, entonces de 88 años, por los abusos ocurridos hace casi medio siglo, firmando la sentencia definitiva en este sentido de la Congregación para la Doctrina de la Fe, institución del Vaticano que vela por el respeto del dogma católico, precisaron en un comunicado de la Santa Sede. El excardenal fue hallado culpable de haber "infringido el sexto mandamiento (que prohíbe el adulterio) con menores y adultos, con la circunstancia agravante del abuso de poder", sostienen en el texto, según consignó la agencia internacional AFP.
Este castigo, sin apelación posible y por lo tanto definitivo, tiene lugar días antes de una reunión crucial, con los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo en el Vaticano, donde del 21 al 24 de febrero abordarán la responsabilidad de los prelados que mantuvieron silenciadas las agresiones sexuales a menores perpetradas por el clero.
AFP