Agustín Rossi pasó del enojo al "militante" que no quiere pegarle un portazo a Cristina Kirchner

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"Me enteré como se enteraron ustedes, digo, ¿no? Me enteré por la televisión cuando el Presidente lo dijo”, había dicho este jueves a la mañana Agustín Rossi al referirse a la

manera en que Alberto Fernández comunicó el martes a la noche, desde Perú, que tendría que renunciar como ministro de Defensa si quería ir de candidato a senador en Santa Fe.

Aunque aseguraba no estar enojado, su tono denotaba una ironía contraria. "Mi renuncia está a disposición. El Presidente me dirá cuándo la tengo que efectivizar", dijo y en referencia a su principal rival en la provincia, Omar Perotti le lanzó unos dardos: sostuvo que esperaba que “otros funcionarios también renuncien”, como el mismo gobernador de su provincia, que es candidato a senador suplente.

Esta noche del jueves, Rossi llevaba horas de reflexión. "Me parece que la decisión que tomó el Presidente es una decisión razonable. No tengo ninguna crítica en esta decisión", dijo a Clarín.

"Yo solamente tengo palabras de agradecimiento para el Presidente y para la vicepresidenta por haber confiado en mí, por haber tenido esta oportunidad de ser por segunda vez ministro de Defensa, por haberme apoyado en la concreción de todos los importantes, la regularización de los haberes del personal militar. Así que me voy muy, muy sereno, muy muy tranquilo", sostuvo una y otra vez a este diario en un tono que mostraba claramente la idea de no cortar el hilo con el gobierno nacional aunque fueron el Presidente y Cristina Kirchner quienes le soltaron la mano, en la pelea que va a dar en las primarias de Santa Fe.

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En 2019 Rossi aceptó el ministerio de Defensa, para que Máximo Kirchner asumiera la jefatura de la bancada oficialista en Diputados, que ejerció él durante años. Ahora parece dispuesto a otro sacrificio, masticando el destrato. 

Tras señalar que aceptaba las reglas del Presidente repitió como un mantra: "Tengo el traje del militante político, es la piel del militante. Yo soy un militante político de este proyecto desde que conocí a Néstor y que me convocó, me transformó, me convocó y me transmitió ideas transformadoras. Seguí siempre en su lugar y estoy orgulloso del lugar donde estuve, estoy y estaré. Y ese es el traje que yo me llevo puesto a la provincia de Santa Fe para tratar de representarla en el Senado de la Nación."

Sin haber hablado hasta la noche de este jueves ni con Alberto Fernández ni con Cristina Kirchner, el saliente ministro de Defensa decía no sentirse ni maltratado, ni traicionado. Dijo no tener constancia de que el Presidente y la vicepresidenta apoyaran la lista de Perotti, ni le constaba el destrato del primogénito de Cristina.

Por el contrario, sabiendo quizá que lo que tiene por delante en las próximas elecciones es ganar o el salto al vacío, Rossi se aferra a su lealtad al kirchnerismo y dirige sus misiles a Perotti.

Por un lado consideró como grave que el gobernador se ponga como candidato testimonial en una de las lista por Santa Fe y por el otro advirtió que hay una "vocación para las cosas hacia adentro de la provincia", que "están tratando de construir una hegemonía que no creo que sea beneficiosa ni para el peronismo ni para la provincia de Santa Fe. Están imaginando más un modelo como el de la provincia de Córdoba, en donde la relación con el gobierno nacional es una relación a distancia. Y yo no quiero eso para la provincia de Santa Fe", sostuvo sobre la administración Perotti.