El Gobierno planea seguir vacunando a adolescentes sin comorbilidades con las dosis de Moderna

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La sábana es corta y la variante Delta acecha. Tres millones y medio de dosis para adolescentes, por ahora, integran el stock con el que por ahora cuenta Argentina. Son las del

laboratorio Moderna, donadas por Estados Unidos.

La prioridad son, ya, los 920 mil adolescentes con comorbilidades, pero en la Argentina hay 3,8 millones de adolescentes de 12 a 17 años, el target para el que está aprobada esta vacuna. La idea del Gobierno es no esperar mucho tiempo más para inmunizarlos.

Del total de la donación estadounidense, 1.840.000 dosis se han reservado ya para los menores de esas edades con alguna enfermedad de base. La semana próxima serán los primeros menores de edad en la Argentina en recibir una inyección contra el Covid.

El Gobierno distribuyó en las provincias la mitad de esas vacunas necesarias, o sea, sólo las primeras dosis. Las segundas dosis son intocables. Y el saldo restante -se se quita el complemento de esos esquemas urgentes- es de casi 1,7 millones de dosis.

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La duda que había surgido en los últimos días era qué se iba a hacer con ese stock. Algunos expertos deslizaron la posibilidad de que se utilice como segunda dosis de la Sputnik, aunque la de Moderna recién ahora será incluida en los ensayos de combinación de vacunas que está llevando adelante la Ciudad.

La distribución de las vacunas en las provincias comenzó el miércoles. Foto: Presidencia

La distribución de las vacunas en las provincias comenzó el miércoles. Foto: Presidencia

Roberto Debbag, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, explicó a Clarín: "El antecedente es con la vectorial AstraZeneca. Pero en una emergencia como la nuestra con la segunda dosis de Sputnik se podría ir por las de ARN mensajero, como la de Moderna"

Clarín pudo confirmar, sin embargo, que el plan del Gobierno es seguir vacunando a adolescentes sin comorbilidades. Por cada año hay unos 585 mil jóvenes comprendidos en esas edades, pero si se restan los que tienen comorbilidades quedan 480 mil.

Es decir que con 1,7 millones de dosis se podría aplicar esquemas completos a casi todos los adolescentes de 16 y 17 años o medio esquema (primeras dosis) entre los 14 y los de 17.

Ese medio esquema, claro está, sería a la espera del ingreso de nuevos lotes de vacunas de Moderna o, incluso antes, de Pfizer. Según se anunció, estas últimas llegarían al país antes de fin de año. Con ambos laboratorios el Gobierno tiene contratos por un total de 40 millones de dosis.

La decisión de seguir vacunando a los chicos sin comorbilidades, si bien aún no fue informada oficialmente, fue comunicada por la ministra Carla Vizzotti en una reunión con expertos de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) el último miércoles, antes de anunciar que una parte de esas vacunas sería utilizada ya para vacunar a los menores con factores de riesgo.

Arribo de dosis de Moderna a la provincia de Mendoza. Foto: Los Andes

Arribo de dosis de Moderna a la provincia de Mendoza. Foto: Los Andes

El dato de ampliar en lo inmediato la vacunación en todos los adolescentes coincide además con que, a diferencia de lo que ocurre en la Ciudad, varias provincias ya habilitaron la inscripción libre para vacunarlos -siempre entre los 12 y los 17 años- más allá de que no tengan comorbilidades.

El objetivo oficial sería reducir el poder de los “supercontagiadores”, y más aún en tiempos en que la variante Delta empezará a circular comunitariamente, mucho más transmisible y -según los últimos datos conocidos en Estados Unidos-, también más agresiva.

Estos adolescentes son precisamente la población con una gran movilidad social, muchos de ellos asintomáticos y con mucha capacidad de transmitir el virus a gente vulnerable.

¿Qué pasará entonces con las perentorias segundas dosis que escasean para los adultos mayores? Ahí también habría una noticia que cerraría el círculo para explicar por qué las vacunas de Moderna no se usarían con ese fin. Fuentes con acceso a los ensayos de combinación de vacunas dijeron a Clarín que los resultados de ese experimento, si bien aún no son concluyentes, "están dando bien".

De confirmarse que las vacunas de AstraZeneca y de Sinopharm pueden utilizarse como segundas dosis de la Sputnik, el Gobierno tendría finalmente allanado el camino para destinar las de ARN mensajero a los menores de edad, ya que son las únicas habilitadas en occidente para ese rango de edad. Sólo en China, la Sinovac y la Sinopharm están autorizadas para su uso en menores de 3 a 17 años.

Además, se estima que en los próximos días llegarían al país los primeros lotes de la vacuna de Cansino, que es la más parecida al segundo componente de la Sputnik V, porque está hecha en base al adenovirus 5.

Esa vacuna, también de origen chino, sería incorporada al ensayo de combinación cuando esté disponible. Aunque se estima que si los resultados con la de AstraZeneca y Sinopharm son positivos -como todo indicaría-, la chance que que eso ocurra con la de Cansino sería aún mayor.

PS