Deuda: por qué la estrategia de reestructurar sin un plan y un acuerdo con el FMI no funcionó

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A un año de alcanzado el acuerdo con acreedores privados internacionales los bonos cotizan 30% por debajo de lo que lo hacían en su debut, en septiembre de 2020.

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Este resultado no es caprichoso y contiene información valiosa. La dificultad para sostener esa reducción inicial de la incertidumbre que llevó al 11% los rendimientos de la deuda (hoy rinden 19.5%) pone de manifiesto tres elementos fundamentales a los que hay que atender para poder superar esta situación:

i) La reestructuración por sí misma no alcanza. Sin un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional que despeje los vencimientos con el organismo, ninguna reestructuración con privados es pagable. Lo que descuentan los precios de los bonos hoy es que a partir de 2024 hay una altísima probabilidad de que sea necesario volver a reestructurar. Postergar el acuerdo con el FMI es un costo que se refleja en la prima de riesgo país y que afecta hoy la toma de decisiones del sector privado;

ii) La falta de previsibilidad de la política económica es cara. El cambio de rumbo que ensayó el gobierno luego de cerrado en canje en septiembre 2020 (endurecimiento del cepo, postergación del ajuste fiscal y reestructuración forzada de la deuda de compañías privadas) gatilló una suba del tipo de cambio libre de 47%, una caída de 25% en dólares del Merval y un desplome de 12% en los bonos en menos de un mes. Para compensar ese desliz, el gobierno debió sobreactuar: en los siguientes ocho meses produjo un ajuste fiscal de 3,5 puntos del PBI y tuvo que reducir a casi cero la asistencia el banco central al tesoro. Ni en el mas duro de los acuerdos con el FMI el organismo le hubiese pedido tanto.

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iii) La postergación de reformas complementarias al canje también es muy costosa. La sostenibilidad macro es más amplia que la financiera. Aun despejando vencimientos con el FMI, la Argentina tiene pendiente reformas en muchas áreas que permitan salir del estancamiento que sufre desde hace 10 (¿45?) años. En tres de las áreas más importantes donde hacen falta cambios (sistema previsional, estructura impositiva y mercado laboral) el gobierno tomó medidas en los últimos meses que se dirigieron en la dirección contraria, acentuando desequilibrios.

La prima de riesgo es una medida financiera de la incertidumbre económica. Argentina necesita reducirla aportando un conjunto de compromisos (plan) que brinden previsibilidad, que sean creíbles y que cuenten con un consenso político amplio. El resultado de las elecciones y el acuerdo con el FMI son dos instrumentos que pueden ser usados con ese fin.

El autor es jefe de Estrategia Consultatio Investments