Antes de El patrón del mal, Narcos, Breaking Bad y tantas historias vinculadas al tráfico de drogas, hubo un documental que inspiró a todas ellas. Se llama Cocaine Cowboys (2006), y
cuenta cómo Miami se convierte en la capital de la cocaína en los Estados Unidos de comienzos de los '80.
A quince años del estreno de aquella película que se volvió de culto, el director Billy Corben presenta Cocaine Cowboys: The Kings of Miami, una docuserie en seis partes que acaba de estrenar Netflix sobre dos de los traficantes de drogas más importantes -y escurridizos- en la historia del país.
Los exiliados cubanos Augusto "Willy" Falcon y Salvador “Sal” Magluta fueron distribuidores de dos de los carteles más grandes de Colombia. Y enfrentaron cargos por el contrabando de 75 toneladas de cocaína en los Estados Unidos durante la década del ochenta.
"Willy" Falcon y "Sal" Magluta fueron celebridades y campeones de motonáutica en la violenta Miami de los '80.
Willy y Sal, amigos desde la escuela y conocidos por todos como “los Muchachos”, abandonaron la secundaria y construyeron un imperio de dos mil millones de dólares que los convirtió en importantes celebridades de Miami.
Mientras la Policía y otras fuerzas planeaban cómo desmantelarlos, Willy y Sal -que también eran populares campeones de motonáutica- lograron huir hábilmente y esquivar la persecución durante décadas, antes de que la búsqueda finalmente llegara a su fin.
A través de pintorescas entrevistas con sus allegados, con su equipo de defensa legal y con los policías que estuvieron a cargo de la redada, esta serie documental ofrece un vívido retrato de los últimos “vaqueros de la cocaína” en una Miami violenta que en esos años era comparada con el Lejano Oeste.
The Kings of Miami se aboca a la historia de Willy y Sal y al proceso judicial posterior a su arresto en 1991.
A diferencia de otras producciones, el punto de partida de The Kings of Miami -ya disponible en Netflix- es la caída de estos narcotraficantes; y se enfoca en el largo proceso judicial que enfrentaron Falcon y Magluta luego de su arresto.
El documental que se volvió saga
Como pasa con tantas películas, Cocaine Cowboys pasó desapercibida para el gran público en 2006, el año de su estreno. Pero logró cautivar a un público de nicho que con los años convirtió al documental en un filme de culto.
El director Billy Corben consigue entrevistar a distribuidores, contrabandistas y matones a sueldo -“sobrevivientes” de esa era- que trabajaron para los capos de la droga colombianos y que convirtieron a la tranquila Florida de fines de los '70 y principios de los '80 en un lugar de excesos y violencia.
El afiche oficial de la docuserie sobre los últimos "vaqueros de la cocaína" de Miami.
Corben decidió profundizar en las historias detrás de esa guerra de carteles y creó una saga documental que tuvo dos secuelas, Cocaine Cowboys 2 (2008) y Cocaine Cowboys: Reloaded (2014), donde se suman testimonios de policías, abogados y periodistas, entre otros.
Ahora, junto a su socio productor Alfred Spellman, produce y dirige para Netflix esta serie documental que, en vez de abordar personajes de reputación violenta como Griselda Blanco -"La madrina de la cocaína"-, se enfoca en Falcon y Magluta, dos “héroes” para la comunidad de Miami que no aparecieron en el documental original.
El dúo cubano se mantuvo lejos del radar de la policía y del FBI hasta que fueron arrestados en 1991. Incluso lograron eludir condenas y sentencias durante al menos diez años, por la gran influencia que ejercieron sobre empresarios, políticos y jueces de Miami.
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