Galit, la embajadora vegetariana que liberó los cortes kosher

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Bióloga de profesión y nacida en un kibutz, Galit Ronen, embajadora de Israel en Argentina, tiene modos diplomáticos pero firmes. De 56 años, cuenta que es embajadora casi

por casualidady que luego de pasar por rigurosos exámenes en la cancillería israelí, la nombraron en Perú. Allí aterrizó tras la cruenta toma de la embajada de Japón en diciembre de 1996 por parte de un grupo terrorista. Vívía a pocas cuadras y estivo siete meses sin luz y sin agua. Otro de sus destinos, que explican un castellano perfecto, fue Uruguay hasta que recaló en Buenos Aires en 2019.

Israel es el tercer cliente argentino en materia de carnes, después de China y Chile. El año pasado hizo gestiones para que el Gobierno dejara ingresar a 100 rabinos que llegaron en medio de la pandemia para practicar los ritos de la carne kosher. Esos religiosos trabajan en seis plantas de diferentes provincias: La Anónima (Buenos Aires), Friar (Santa Fe), Swift (Santa Fe) Black Bamboo (Santa Fe) y Marfrig (San Luis). Israel importa en total unas 100.000 toneladas de carne bovina con rito kosher congelada y enfriada cada año y en 2020 le compró unas 27.300 toneladas a la Argentina, que se pagan mejor que el promedio del mundo.

Por eso cuando a fines de mayo el gobierno decretó el cierre de las exportaciones de carne, Galit soltó públicamente: "Si no nos van a vender de forma regular, vamos a buscar otros lugares”. Luego arrancó gestiones. “Nos vimos con el ministro y hablé con el Presidente”, cuenta a El Económico. Al Presidente le dijo que necesitan una exportación regular y “saber que podemos contar con la carne argentina que es de una calidad muy apreciada en Israel”. Las gestiones se aceleraron la semana pasada y el sábado 14 se conoció el decreto que liberaba hasta fin de año esos cortes. Llegan justo a tiempo para las fiestas de Rosh hashanah, el año nuevo judío que arranca con la primera estrella del 6 de setiembre y culmina el miércoles 8. Los cortes van en avión, detalló la embajadora.

Ahora que todo parece haber quedado atrás Galit confiesa que es vegetariana. “Estamos muy felices con la exportación de carne desde Argentina”, dice celebrando el resultado. Cuando se le pregunta cómo es la relación con Argentina, desliza: “Es como una relación de pareja de larga data, puede haber problemas, pero la pareja lo supera”. Luego remarca que Fernández fue el segundo presidente argentino que visitó Israel después de Carlos Menem. "Como diplomáticos creemos que hay que discutir para mejorar, encontar el lado positivo para poder avanzar".

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Justo cuando se desató el conflicto por la carne kosher, Israel hizo manifiesto su descontento por la votación de Argentina en el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas del 27 de mayo sobre el conflicto bélico en Medio Oriente, por considerar que esa resolución “no menciona a Hamas ni el derecho de Israel a defenderse”.

En 2022 se cumplen 30 años del atentado a la embajada de Israel en Buenos Aires, un hecho como el de la AMIA, sin avances en la investigación. Pero Galit remarca que eso no significa el deterioro de las relaciones comerciales. Empresas de riego, farmacéuticas como Teva, experta en ingredientes y componentes activos para genéricos con 400 empleados y tecnológicas en plena cooperación con sus homólogas argentinas son algunos ejemplos. La embajada organiza distintos encuentros de relacionamiento uno a uno para que las start up argentinas encuentren un socio israelí y puedan crecer en el mundo.

Uno de los hallazgos israelíes, una pulsera que se coloca a las vacas del tambo que mide su sanidad, movimientos y alimentación y que ha logrado con ese seguimiento y prácticas de mejora duplicar la producción lechera, está llegando al país. Galit se ilusiona en que será adoptada velozmente.

Ante el aniversario por la Independencia de Israel, el último 14 de mayo, decidieron destinar el presupuesto para el tradicional cóctel anual en la compra de tabletas para donarlas a ancianos de bajos recursos. Fue una iniciativa conjunta con el ministerio de Desarrollo Social. Y se trató de uno de los últimos actos de Daniel Arroyo antes de dejar la función para integrar las listas del oficialismo.