Por Unin de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra (UTT)
La UTT enarbola
En el da del agricultor y la agricultora, las familias trabajadoras de la tierra queremos levantar una vez ms la bandera de la soberana alimentaria, saludar a todas y todos los productores que dignifican su trabajo y reiterar nuestro pedido: necesitamos ser dueos y dueas de las tierras para seguir produciendo alimentos sanos, seguros y soberanos.
Hace ya varios aos que rechazamos el modelo de produccin basado en agrotxicos y elegimos el camino de la agroecologa porque queremos producir alimentos sanos y a un precio justo. Sin intermediarios, proponemos el comercio justo, el contacto directo entre quienes producen y quienes consumen.
Ofrecemos productos agroecolgicos, sin qumicos ni venenos, producidos sobre suelos recuperados y frtiles, porque respetamos los ciclos de la naturaleza, que de diferentes modos est avisando que es necesario cambiar algunas prcticas que daan nuestra casa comn.
El da del agricultor y la agricultora se celebra cada 8 de septiembre en Argentina en conmemoracin a la fundacin de la primera colonia agrcola del pas en Esperanza, Santa Fe, en 1856. Desde la Unin de Trabajadores y Trabajadoras de la Tierra tenemos presente nuestra historia reciente e impulsamos las Colonias Agroecolgicas de Abastecimiento Urbano.
La propuesta es que grupos de familias desarrollen un proyecto conjunto de vida cotidiana, en un mismo predio; donde las familias produzcan en sus propias parcelas y –para abaratar costos– se colectivicen algunas herramientas de produccin, como las maquinarias, los galpones de empaque, los procesos de industrializacin y la comercializacin.
El sistema que impulsan las corporaciones multinacionales nos golpea doblemente a las mujeres: sin acceso a la tierra y sin polticas pblicas para el sector, adems de producir en los campos debemos ocuparnos de las tareas de cuidado. Vemos en el modelo del agronegocio al principal opresor y hacemos frente a las desigualdades de gnero con ms organizacin: nos formamos como promotoras de gnero, creamos espacios de capacitacin y promovemos el conocimiento sobre nuestros derechos como mujeres trabajadoras de la tierra en nuestras asambleas y encuentros nacionales. Nuestros pilares son la alimentacin sana, la agroecologa y la recuperacin de los saberes ancestrales de las plantas medicinales.
Para seguir produciendo debemos ser dueos de las tierras que producimos. Ese es el gran desafo que tenemos por delante. Necesitamos que se apruebe la Ley de Acceso a la Tierra, que propone otorgar crditos blandos para la compra de tierra.
Actualmente, ms del 90% de productores y productoras frutihortcolas alquilan la tierra. Con contratos precarios y con relaciones desiguales, nunca sabemos cunto vamos a durar en la tierra donde producimos. Dependemos de la lgica de los loteos y de la discrecionalidad de los dueos, que de un da para el otro terminan el acuerdo y nos dejan sin tierra para producir.
Segn el Grupo de Accin sobre Erosin, Tecnologa y Concentracin (ETC), el pequeo y mediano campesinado emplea en el mundo menos del 25% de las tierras agrcolas para cultivar alimentos que nutren a ms del 70% de la poblacin. Los que menos tienen, ms dan. En Argentina, mientras el 1% concentra el 36% del territorio, los pequeos productores cuentan en su poder con menos del 10% de la tierra cultivable.
Necesitamos polticas integrales que apunten a la redistribucin de la tierra y a la ruptura de los monopolios. Y acompaamiento con polticas de subsidios y crditos, para impulsar que el sector productivo de pequeos y medianos productores tenga posibilidades de llegar a la economa formal.
Podemos decidir qu comemos, cmo producimos ese alimento y en qu condiciones se accede al consumo de los alimentos. Somos el campo que alimenta. Solo necesitamos de polticas y leyes que nos acompaen.