Condenas de entre 5 y 15 años de prisión para la banda narco acusada de traficar cocaína oculta en bobinas de acero

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Condenas entre 5 y 15 años de prisión dispuso este jueves el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Bahía Blanca, para los acusados en el caso "Bobinas Blancas". Salvo en

el caso del bróker Emmanuel García (41), los jueces aceptaron las solicitudes de penas que había realizado la fiscalía.

La mayor condena recayó en el mexicano Max Rodríguez Córdova (48), a quien sentenciaron a 15 años de cárcel como coautor del delito de "almacenamiento ilegal de estupefacientes, agravado por la participación de 3 o más personas".

A 14 años de cárcel, el tribunal integrado por Pablo Díaz Lacava, Pablo Larriera y Pablo Candisano Mera, condenó a los también mexicanos Jesús Madrigal Vargas (33) y Gilberto Acevedo Villanueva (33), también como coautores de narcotráfico.

A los hermanos Marcelo Rafael (47) y Darío Maximiliano Cuello (33) los condenó a 6 y 5 años de prisión respectivamente, como partícipes secundarios. La misma calificación recayó en Amílcar Darío Martino (61), con una pena de 6 años. Salvo los mexicanos, los tres argentinos que integraban la banda están ya en libertad.

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A García, el tribunal le aplicó una pena de 5 años de cárcel, al considerarlo autor del delito de lavado de activos. Dio por probadas cinco operaciones de intercambio de bitcoins, su especialidad, por dólares, en un monto total de 468.000 de la moneda norteamericana.

Además le fijó una multa de un valor de ocho veces ese monto. El Tribunal ordenó la detención de García, quien se encontraba en libertad, pero había tenido que entregar su pasaporte y tenía prohibido viajar al exterior, desde hace un par de meses.

Una revelación de la DEA norteamericana a la Policía Federal fue la que alertó que las operaciones de exportaciones de bobinas y piedras que realizaba el grupo, en realidad, ocultaban el tráfico de droga. En sendos allanamientos en Bahía Blanca y Mendoza, realizados el 18 de junio de 2017, se incautaron más de 1800 kilos de cocaína.

Al día siguiente, un cargamento con cocaína, que había salido del país y realizado una escala en México, fue secuestrado al desembarco de un buque carguero en Montreal, Canadá. Con la droga secuestrada, que aunque no se pudo determinar su origen habría ingresado al país desde Chile, se hubieron podido distribuir unas 15 millones de dosis.

La instrucción estuvo a cargo del juez federal de Campana Adrián González Charvay, quien en 2018 envió a juicio a ocho acusados. Ese año, el colombiano, naturalizado mexicano Naged Ramirez, fue asesinado junto a su hijo en un departamento del barrio de Belgrano. Por el hecho, está siendo juzgada su abogada, sospechada de haber franqueado el paso al sicario que los ultimó.

Inicialmente, González Charvay consideró a Emmanuel García (41) como un miembro más de la banda de narcos, aunque luego lo imputó por el lavado de activos. Así llegó en libertad al juicio iniciado en marzo pasado, donde fue el único que optó por defenderse.

Los otros seis acusados de delito de tráfico de drogas, los tres mexicanos y los tres argentinos, dijeron ser culpables. Se mostraron arrepentidos, ofrecieron sus disculpas y solicitaron una nueva oportunidad a los jueces.

Para García, el fiscal Gabriel González Da Silva había pedido una pena de 8 años de cárcel. Lo responsabilizó por el blanqueo del dinero que generó la banda de narcotraficantes a través del uso de bitcoins, una actividad en la que el acusado actuaba como un experto.

El fiscal consideró al de García como un “leading case (caso líder)” al ser el primero en el que se juzgó un delito cometido a través del intercambio de criptomonedas.

Desde la AFIP le adjudicaron a García haber realizado al menos ocho operaciones con bitcoins por US$ 818.000. En 2014, tres años antes del inicio de la investigación, García ya figuraba en el blackmarket (mercado negro) del negocio de bitcoins, según argumentó el abogado de la AFIP Mariano Hongay.

Dijo que García operaba desde tres centros operativos, dos de ellos financieras del microcentro porteño y otro punto cercano a su departamento en Recoleta, donde fue detenido en junio de 2017. “Elegía uno u otro lugar según el monto”, explicó el letrado querellante.

Según Hongay, García “operaba en negro, desde la oscuridad y la clandestinidad. Era la pieza justa y clave, totalmente funcional al tipo de operador que necesitaba el 'Licenciado'”. Con ese apodo se conoce a quien sería el líder de la banda, relacionada con el cartel de Michoacán.

El "Licenciado", que tenía un vínculo directo con García, nunca pudo ser ubicado, ni identificado.

Para el mexicano Rodríguez Córdova, el fiscal González Da Silva había pedido 15 años de cárcel. “Era quien tomaba las decisiones más importantes y las comunicaba al resto”, describió sobre el rol de quien apodaban “El Patrón”.

Un escalón por debajo en el nivel de responsabilidad de la banda incluyó, como coautores, a los también mexicanos Jesús Madrigal Vargas y Gilberto Acevedo Villanueva, para quienes había solicitado 14 años de cárcel.

Eran los encargados de crear empresas fantasma, como Minerales del Aconcagua, para disimular la ilicitud de los negocios, argumentó. Por ese motivo se relacionaron en Mendoza con los hermanos Marcelo Rafael y Darío Cuello, para quienes el fiscal había pedido penas de 6 y 5 años de prisión.

En un nivel similar al de los Cuello dentro de la banda, González Da Silva ubicó a Amílcar Darío Martino, para quien pidió 6 años, también como partícipe necesario. Además, al igual que García, también había solicitado que se lo investigara por el presunto delito de lavado de activos.

Respecto de los mexicanos, González Da Silva había pedido al Tribunal que tuviera en cuenta el beneficio del que disponen los oriundos de ese país para la ley argentina: que puedan retornar a su país tras cumplir la mitad de la pena.

Bahía Blanca. Corresponsal.

GL