Harán testeos a los alumnos en las escuelas de Provincia de Buenos Aires

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La realización de testeos para detectar casos de Covid- 19 fue una de las controversias que persistió desde el inicio de la pandemia. ¿Fueron suficientes, se hicieron

a tiempo, faltaron pruebas, se demoraron las autoridades en realizarlos, debían ser más intensivos?

A 17 meses de declarada la emergencia sanitaria y cuando los contagios llevan 10 semanas de caída ininterrumpida, las pruebas masivas vuelven a la Provincia: la semana próxima comenzarán a hacer tests de antígenos a alumnos que asisten a escuelas públicas o privadas en el territorio bonaerense.

¿Por qué a los niños y por qué en este momento? El Gobierno bonarense explicó que forma parte del plan jurisdiccional para la vuelta a clases seguras en todo el territorio. Desde el 1° de septiembre, los establecimientos educativos provinciales comenzaron a desarrollar presencialidad plena en la mayoría de los edificios escolares.

Las clases presenciales fueron la primera actividad que se clausuró con la llegada del virus al país. Y recién se recuperó la normalidad 536 días después de que se decidió vaciar las aulas para impulsar la educación en formato a distancia y con herramientas de la virtualidad.

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Las escuelas bonaerenses cerraron por la pandemia y la normalidad se recuperó 536 días después. Foto Mauricio Nievas

Las escuelas bonaerenses cerraron por la pandemia y la normalidad se recuperó 536 días después. Foto Mauricio Nievas

Entre las condiciones que aprobó el Gobierno de Axel Kicillof para retomar la actividad cara a cara está la realización de testeos en aquellos institutos donde, por cuestiones de infraestructura, no se puede cumplir con la distancia mínima de referencia entre los alumnos y entre ellos y los docentes. Es decir, donde los chicos no pueden guardar una distancia de por lo menos 90 centímetros uno de otro.

Los protocolos aprobados por el Consejo Federal de Educación y que puso en práctica la Dirección General de Escuelas disponen que, para avanzar en la presencialidad allí donde el espacio es menos amplio, se debe implementar una “estrategia de vigilancia epidemiológica activa” para la detección de casos asintomáticos que comprenderá a trabajadores y estudiantes.

“Cada semana se realizará en esos establecimientos educativos un testeo muestral con un procedimiento no invasivo y de resultado inmediato para el que se requerirá el previo consentimiento informado de las personas adultas responsables de cada estudiante”, dice el protocolo.

La Dirección de Escuelas comenzó a enviar esta semana el formulario para que los padres o tutores aprueben ese mecanismo de diagnóstico. Aclara que “se trata de una técnica no invasiva, que no duele y que será realizada por agentes sanitarios del Ministerio de Salud. Consiste en introducir un hisopo en la fosa nasal (2 cm nada más) y girar suavemente (5 veces) sin que esto cause ningún tipo de dolor. El hisopo no debe ir más atrás que la zona que genera resistencia y la práctica no debe doler en ningún momento”, especifica el documento que enviaron a los domicilios.

En Educación no dieron detalles del número final de esa muestra. No se sabe a cuántos colegios abarcará ni cuántos niños o docentes fueron seleccionados. “Comenzaron a distribuirse 245 mil test de antígenos Covid-19 en los distritos de la Provincia, y desde fines de la semana próxima comienzan los testeos”, afirmaron fuentes de ese organismo. Pero sería sólo el comienzo.

Se seleccionará una muestra de alumnos y docentes para hacer los testeos. Foto Télam

Se seleccionará una muestra de alumnos y docentes para hacer los testeos. Foto Télam

Las escuelas serán visitadas por un equipo de salud que realizará los ensayos y hará las intervenciones sanitarias que correspondan en caso de que alguna de las personas testeadas obtenga un resultado positivo de Covid-19, explicaron en el organismo.

Hace 10 días se inició un proceso de adecuación de parámetros sanitarios para que los alumnos puedan asistir horario completo a sus clases. Era un reclamo extendido en toda la Provincia.

La suspensión del dictado de clases en las aulas se estiró desde mediados de marzo de 2020 hasta el inicio del ciclo lectivo 2021. Hubo alguna actividad mínima y complementaria el año pasado y un intento por “apoyar” con trabajo pedagógico a los niños que quedaron marginados por falta de recursos o conexión.

Después –a mediados de abril- Kicillof resolvió interrumpir otra vez la actividad en escuelas ante la llegada de la segunda ola de coronavirus. Y se abrió una fuerte polémica con otros distritos y con la Capital Federal, que fue a la Justicia para mantener las puertas abiertas en los colegios.

Los padres organizados impulsaron numerosos reclamos para que reabrieran las escuelas en Provincia. Foto Mauricio Nievas

Los padres organizados impulsaron numerosos reclamos para que reabrieran las escuelas en Provincia. Foto Mauricio Nievas

Cuando Kicillof se decidió a retomar la presencialidad, luego de reclamos y planteos de la oposición y de grupos de padres organizados, asomaron otros inconvenientes: centenares de edificios no estaban en condiciones para recibir alumnos o docentes. Entonces el retorno se demoró. También hubo quejas porque desde la Jefatura de Gabinete de ministros se limitaba la vuelta a clases en distritos ubicados en fases 2 y 3 de riesgo epidemiológico.

Después llegaron los pedidos para extender el horario permitido: Buenos Aires sólo habilitaba 4 horas diarias, en burbujas que debían turnarse para ir una semana al pupitre y otra, continuar con educación virtual.

Esas controversias se mantuvieron desde junio hasta el primer día de septiembre, en que se anunció la presencialidad plena, condicionada y con protocolos. Entre ellos los testeos que arrancarán en una semana.

NS