Rio de Janeiro puso en funcionamiento un "pasaporte vacuna" para entrar a espacios públicos

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La alcaldía de Rio de Janeiro, en Brasil, puso en funcionamiento el "pasaporte de la vacuna" contra el coronavirus, que será exigido a vecinos y

turistas para ingresar en espacios públicos.

El Diario Oficial del Municipio publicó este miércoles el decreto, firmado por el alcalde Eduardo Paes, que establece la obligatoriedad de presentar la constancia de la inmunización en clubes, teatros, cines, academias de gimnasia y lugares turísticos.

Fueron excluidos de la exigencia de mostrar el "pasaporte" los restaurantes, bares y shoppings.

Un shopping en Río de Janeiro. Los centros de compras quedan excluidos de la necesidad de presentar el "pasaporte vacunas". Foto: REUTERS

Un shopping en Río de Janeiro. Los centros de compras quedan excluidos de la necesidad de presentar el "pasaporte vacunas". Foto: REUTERS

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Rio de Janeiro es el "epicentro" de la diseminación de la cepa Delta, la que contaminó a 6 de cada 10 nuevos pacientes con coronavirus, según Paes.

Los cariocas y turistas que visiten la Ciudad Maravillosa podrán ingresar a los lugares públicos incluso si se aplicaron una sola dosis de las vacunas, siempre que no haya vencido el plazo de aplicación de la segunda

El primer test para examinar la fiscalización de las autoridades ocurrirá en la noche de este miércoles cuando serán abiertas las puertas del estadio Maracaná para los hinchas que asistan al partido entre el popular Flamengo y Gremio, por la Copa de Brasil

En julio hubo personas que no presentaron su comprobación de vacunación en el Maracaná cuando se jugó la final de la Copa América entre las selecciones de Brasil y Argentina.

Una joven recibe una vacuna contra el COVID en Río de Janeiro. El "pasaporte vacuna" busca también incentivar la vacunación. Foto: AP

Una joven recibe una vacuna contra el COVID en Río de Janeiro. El "pasaporte vacuna" busca también incentivar la vacunación. Foto: AP

Junto al "pasaporte de la vacuna" promulgado por el alcalde, la Cámara Municipal aprobó una ley que fijó una multa de 1.000 reales para quienes falsifiquen el certificado.

Asimismo serán multados los "huidizos", que son los ciudadanos que van a los puestos de salud a vacunarse, pero una vez recibido el certificado dejan el lugar sin inmunizarse. 

Río de Janeiro también estableció la exigencia del comprobante de vacunación para personas que quieran someterse a cirugías electivas tanto en hospitales públicos como privados, para los funcionarios municipales y para quienes reciben algún tipo de subsidio social.

En busca de más vacunados

Río, primera capital regional de Brasil en imponer esta medida, anunció la restricción el pasado 27 de agosto con la intención no sólo de frenar aún más la expansión de la pandemia sino también de incentivar la vacunación, principalmente entre miles de personas que no han acudido por la segunda dosis del inmunizante.

Según la Alcaldía, al menos 212.000 personas con más de 50 años no acudieron en el plazo establecido para la aplicación de la segunda dosis y otras 166.000 con más de 18 años no se presentaron en los puestos de inmunización ni para la primera.

Pese a que los números de muertos y de hospitalizaciones por COVID vienen cayendo en Río de Janeiro desde mayo como en todo Brasil, la ciudad sigue siendo la segunda más castigada por la pandemia en el país, tan sólo superada por Sao Paulo, y se convirtió en el epicentro de la variante delta.

Brasil, con cerca de 588.000 muertos y poco más de 21 millones de contagiados, es el segundo país en el mundo en número de víctimas y el tercero en casos, luego de Estados Unidos e India.

Y Río, segunda mayor urbe del país (6,7 millones de habitantes), es la segunda más castigada por la pandemia en Brasil, con 32.895 muertes y 460.999 casos desde el inicio de la crisis. Río tiene un número de decesos similar al de países como Ecuador y Hungría.

El avance de la vacunación fue el que impidió que el aumento de los contagios se reflejara en las hospitalizaciones y en las muertes. El promedio de muertes por COVID en Río llegó a ser de 127 diarias en abril, en el pico de la segunda ola de la pandemia, pero esa media cayó hasta 60 por día en agosto.

Con información de la agencia EFE y ANSA