Pelea en Tucumán: Juan Manzur se resiste a dejar la gobernación en manos de su vice Osvaldo Jaldo

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El salto del gobernador Juan Manzur al gabinete nacional reavivó la crisis política interna de Tucumán. El vicegobernador Osvaldo Jaldo, quien debe reemplazarlo, es hoy su principal enemigo y en el

manzurismo se niegan a dejar la provincia en sus manos. Pero a pesar de los intentos de seducción, con la oferta de cargos nacionales, Jaldo no piensa abandonar su provincia.

"Está muy difícil. No quiere bajarse", aseguran cerca de Manzur, que tras el acto de La Rioja viajó a Tucumán a reunirse con su tropa. El lunes, se espera que la legislatura provincial le apruebe su pedido de licencia. Tampoco está claro, en el marco del nuevo gabinete de emergencia, por cuánto tiempo se quedará como jefe de ministros de Alberto Fernández.

Los propios manzuristas salieron a advertir la situación y sumar presión. "Fue derrotado de manera contundente en elecciones internas que ni siquiera reconoció: no tiene autoridad política para conducir al peronismo, menos a la Provincia", planteó el intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera.

"Frente a la difícil situación del gobierno nacional peronista, Juan Manzur asume como jefe de gabinete nacional. Después de la clara victoria en las PASO, y en medio de una elección es un desatino dejar el gobierno provincial a quienes fueron derrotados y están en contra del gobernador", sentenció el candidato a senador del Frente de Todos, Pablo Yedlin.

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Yedlin encabezó la lista de senadores que llevó a Manzur como candidato suplente. Se enfrentaron a la de Juan Antonio Ruiz Olivares, motorizada por Jaldo, que a su vez fue como primer candidato a diputado. Aunque tras perder por unos 100 mil votos de diferencia la interna, Jaldo declinó su candidatura.

Fuentes tucumanas señalan que Manzur aceptó entrar al gabinete de Fernández bajo la promesa del Gobierno de que convencerían a Jaldo de que acepte un puesto nacional. Pero, según cuentan, le ofrecieron presidir directorio del Banco Nación y la secretaría de las Provincias dentro del Ministerio de Interior y rechazó ambas opciones. "Está atrincherado".

"Felicitamos y valoramos la actitud del gobernador Juan Manzur en estos momentos difíciles de asumir como Jefe de Gabinete en el gobierno de nuestro Presidente y nuestra vicepresidenta , poniéndonos a disposición en lo que haga falta", tuiteó, por su parte, el vicegobernador.

Los mensajes de paz no son garantía de confianza. El miedo es que remueva a los ministros, a los que viene interpelando, y cambie toda la estructura de Manzur.

En segundo lugar, hay temor de que esta movida atente contra la performance electoral y sume desencantados. Tucumán fue una de las pocas provincias en las que se eligen senadores donde el Frente de Todos logró ganar.

La pelea entre el gobernador y su vice quedó expuesta en marzo de 2021. La tensión latente detonó por una sutileza: la conformación de las ternas para la designación del defensor del Pueblo.

Lo cierto es que la pelea escaló al punto de que Jaldo terminó partiendo el bloque oficialista en la legislatura y esa decisión se replicó en los concejos deliberantes del resto de las ciudades tucumanas.

La pelea de fondo pocos la entienden pero tiene que ver con la sucesión de la gobernación. Manzur va por su segundo mandato y no puede reelegir. La posibilidad de una reforma constitucional para ir por una tercera gobernación puso en pie de guerra a Jaldo, que creía ser el sucesor natural.

Manzur rechazó la posibilidad de reformar la Constitución pero no lo bendijo a él para que continúe su proyecto. Jaldo desde adentro del Gobierno empezó a limar el poder del mandatario y dividió aguas dentro del peronismo. La situación hoy tiene final abierto.