Criptomonedas: Argentina, el granero de Bitcoins

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La empresa canadiense Bitfarms vuelve a su origen. Creada en 2017 por dos argentinos, su valor en el mercado supera los 1.200 millones de dólares y la ubica

cerca de otras gigantes como Mercadolibre, OLX, Globant y Despegar. En pocas palabras, lo que hacen es validar las transacciones que se realizan en el mercado de Bitcoin, la criptomoneda más cara del mundo. O, en la jerga cripto, “minar”. Son considerados una “granja” de minado por poseer equipamiento, capacidad de cómputo, energía e infraestructura suficiente como para desarrollar la tarea a grandes escalas. Y según anunciaron a través de un comunicado, ya están instalándose en Argentina. No serían los únicos: subsidios, clima favorable y los beneficios de la zona franca son algunas de las claves que ponen al país en la mira de “granjas” de todo el mundo.

MINAR. Cualquier persona con conocimientos y una buena computadora puede minar criptomonedas en su casa. De ahí para adelante, como en cualquier negocio, todo depende de la inversión. Minar es “validar transacciones para la red de una determinada blockchain (cadena de bloques), en este caso Bitcoin. Cuantas más computadoras estén procesando esos datos, más segura se vuelve la red”, explica a NOTICIAS Sebastián Nill, empresario y líder de Aeternam Brokers. Lo que las computadoras hacen, entonces, es encargarse de que la transacción ocurra y no sea fraudulenta, “a través de la resolución de un problema matemático, concretamente ligado a las transacciones que ocurrieron anteriormente en esa misma blockchain”. Así como es posible ganar bitcoins invirtiendo dinero, minar también trae su rédito económico. Y el poder de cómputo de las empresas que se dedican a ello no solo le brinda seguridad a la moneda, sino que también se valora con un precio en el mercado.

Empresarios de Bitfarms

Cada vez son más las firmas que se dedican exclusivamente al minado de criptomonedas. Pero al no estar reguladas por el Banco Central, el trabajo es difícil (o casi imposible) de catalogar como tal. En ese contexto es que Bitfarms anunció su llegada a la Patagonia, y aunque evitaron dar pistas geográficas, en el ambiente cripto es un secreto a voces que el lugar será Tierra del Fuego. De instalarse y construir su “granja” en 2022, sería la más grande en funcionamiento de todo el país.

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MISTERIO. En un comunicado difundido por Bitfarms, su CEO Emiliano Grodzki anunció que utilizarán energía “a la atractiva tasa de sólo US$0,022 por kilovatio hora (kw/h), lo que reduce sustancialmente nuestro ya bajo costo de minar bitcoin”. En el mercado internacional, el valor de la energía eléctrica ronda los 0,06 centavos de dólar: casi tres veces más. El objetivo de la empresa es utilizar hasta 210 MW y para eso prevé instalar más de 55.000 máquinas para principios del 2022, que se sumarán a los 21.500 equipos que ya operan en Quebec y los 8.000 que proyectan en Paraguay.

Geoff Morphy, presidente de la empresa, explicó que el arreglo por la compra de electricidad “comprende un contrato de ocho años y durante los primeros cuatro el costo será fijo”. También aseguró que “ni el gobierno nacional ni uno provincial participan del emprendimiento”, aunque sí están en diálogo con la gestión local por los requisitos de construcción y operación de la planta. Una de las incipientes críticas que surgió contra el negocio es que se aprovecharía de las grandes subvenciones que el Gobierno otorga a la CAMESSA, y que se trasladan a los servicios regionales privados. Aunque Bitfarms todavía no reveló la locación ni la empresa con la cual labró el acuerdo, sí aclaró que “más del 99%” de su producción se realiza con energías renovables.

Bitfarms

OPORTUNIDAD. Para Nill la coyuntura político económica de Argentina hace que sea cada vez más rentable invertir en la minería de criptomonedas. Destaca la energía eléctrica barata, pero también la brecha cambiaria. “Estamos obteniendo un activo, la criptomoneda, que se liquida en el mercado a un precio de dólar blue, por lo que vamos a estar pagando una electricidad con pesos que conseguimos intercambiando una moneda a un valor de 184 pesos por dólar. Traducido, se vuelve casi un 50% de descuento en tu factura de luz”, ejemplifica el bitcoiner.

Por otra parte señala que las zonas francas -como Tierra del Fuego- tienen beneficios impositivos en numerosos servicios, alquileres y hasta sueldos. No menos importante, carecen de restricciones para actividades económicas, por lo cual las “granjas” estarían, dentro de lo posible, funcionando legalmente. “Los mineros no estamos haciendo nada malo, pero no dejamos de estar en un gris legal, y se nos complica mucho tener transparencia para pagar los servicios que conlleva tener una granja de criptomonedas”, explica Nill.

Sin embargo, a nivel legislativo el motor recién parece estar arrancando. Un diputado de Juntos por el Cambio presentó un proyecto para conocer el estado de situación (ver recuadro) pero aún no hubo respuestas y reina la confusión. En medio del anuncio por la llegada de Bitfarms el secretario de Energía de Tierra del Fuego, Moisés Solorza, salió al cruce, y aseguró que en la provincia “no existe energía disponible o excedente para entregar 210MW”. Además, dijo que no tenía conocimiento de ninguna negociación entre la canadiense y las empresas privadas de energía eléctrica.

Bitcoin

El funcionario reconoció que cada vez hay más instalaciones “ilegales” de este tipo en la provincia, y que están siendo analizadas. Una de las razones es la temperatura: el frío minimiza el gasto en ventilación y ayuda a mantener sin sobrecargas los procesadores. “Estamos en un proceso de revisión de estos emprendimientos, que generan muy poco empleo y consumen grandes cantidades de energía”, planteó reticente Solorza.

Un estudio reciente de la Universidad de Cambridge determinó que a nivel mundial, la red de Bitcoin consume anualmente más energía eléctrica que la Argentina. Sin embargo, desde la ONG Bitcoin Argentina alegan que el consumo que requiere minar en territorio nacional es de 70W por usuario, y que entre el 35 y el 70% de esa energía está compuesta por fuentes renovables. “A nivel rentabilidad no hay una empresa que sea tan eficiente como una minera de criptomonedas”, asegura Nill. Actualmente hay dos proyectos en el Congreso para regular estos activos. Si bien los bitcoiners argentinos se manifestaron a favor de una regulación, piden ser tenidos en cuenta y participar activamente en este debate de cara al futuro.

Regulación de la economía "cripto"

Martín Berhongaray

El diputado nacional Martín Berhongaray, de la UCR dentro de Juntos por el Cambio, presentó un proyecto en el Congreso para que, por intermedio de los Ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación, Ambiente y Desarrollo Sostenible y Economía, el Gobierno nacional informe sobre la instalación de Bitfarms. Pidió saber “si el total del sistema eléctrico instalado en el país, o de inminente instalación, tiene esa capacidad disponible; si el consumo de la energía eléctrica utilizada percibirá subsidio de fondos públicos” y, de ser así, cuál sería la fuente de financiamiento del subsidio y los criterios para asignarlo. Para Berhongaray, aún “si la empresa se proveyera de energía a través de una fuente limpia, la energía se restará de la disponibilidad actual total energética del país”. En el asunto aún parece haber más dudas que certezas, y desde el Gobierno de Tierra del Fuego tampoco supieron precisar, al cierre de esta edición, datos sobre el presunto acuerdo. El de Berhongaray se suma a otros dos proyectos presentados por JxC y el FdT para regular las criptomonedas.

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Bitfarms | Foto:Bitfarms