Solo el 10% de las empresas tratan los residuos industriales que generan

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La Dirección de Sustentabilidad de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el Observatorio de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) elaboraron un informe sobre

el tratamiento que realizan las empresas de sus residuos industriales. Del estudio se desprende que en lo que va del año solo el 10% de las empresas tratan de manera adecuada sus desechos. Un número menor al registrado en el último semestre del año 2020, en el cual la cifra rondaba un 21%. Según el estudio, de los 32 millones de toneladas anuales de residuos industriales que se generan en el país, solo se tratan 3,2 millones, un porcentaje que encendió las alarmas tanto del sector industrial como de los funcionarios nacionales.

La apertura de la economía (poscuarentena estricta) y la reactivación de determinadas industrias impactaron de manera directa en la gestión de residuos

En la Argentina existen 121 plantas de tratamiento de residuos, en las cuales se tratan los 3,2 millones de toneladas anuales del total de desechos industriales generados. Emplea alrededor de 4 mil personas de manera directa y más del doble indirectamente.

Según el informe, unas 255 mil empresas generan residuos industriales especiales y peligrosos. En tanto que solo unas 26.900 realizan el tratamiento necesario para ese tipo de desechos. En este sentido, el ranking de las firmas generadoras de residuos lo lideran las industrias manufactureras, seguidas por petroleras y mineras. En tanto que en tercer lugar aparecen las industrias de suministro de aguas y cloacas, según se especificó en el informe de la UBA y la UNR.

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Causas. Las empresas consultadas para la elaboración del informe indicaron que las tres principales causas que contribuyen a que las empresas generadoras de residuos peligrosos no realicen una correcta gestión y tratamiento de los mismos se debe a la falta de control y sanción por parte del Estado, la falta de conciencia ambiental y la competencia desleal en el sector, ya que al disponerlos de manera ilegal descargan este costo en la sociedad. “En términos económicos, el tratamiento de residuos conlleva beneficios que se distribuyen socialmente en mejoras de bienestar y calidad de vida. Si los controles fallan, se amplía el margen para comportamientos oportunistas por parte de los generadores de residuos, lo que se traduce en actividades para deshacerse de los residuos de forma clandestina y, así, disminuir costos”, aseguró Matías De Bueno, director del Observatorio Ambiental de la UNR.