Guitarrista, fan de la NBA y amante de las series policiacas: así es Alaba, un canterano 'in pectore'

Deportes - RDN
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Minuto 32 del clásico. Memphis recibe un balón en la corona del área, pero realiza un mal control atenazado por la presencia de Alaba, que aprovecha el irregular gesto técnico del holandés
para recuperar la pelota. A pesar de hacerse con el esférico a noventa metros de Ter Stegen, el central austríaco, valiente, ya dibuja en su cabeza una opción potente de gol y se lanza vertical hacia la portería rival, ganándole el cuerpo a cuerpo a Depay, que acaba rindiéndose ante la zancada y la fortaleza de Alaba, e iniciando un contragolpe que, con la ayuda de Vinicius y Rodrygo, él mismo culminaría con un zurdazo con el empeine tan estético como efectivo. Ahí empezó el Madrid a ganar su cuarto clásico consecutivo. «Puede que una mayoría se sorprendiera, pero no su entrenador ni los jugadores. Como ese gol veremos muchos más de él», explican desde Valdebebas. Alaba es uno de los futbolistas de la plantilla con mejor golpeo del balón, situación que repite diariamente en los entrenamientos. Habitualmente se queda a practicar lanzamientos a portería tras casa cada sesión. Unas veces con otros compañeros, pero en otras muchas ocasiones en solitario: «Mete golazos mejores que el del Camp Nou», desvelan. Multicultural Alaba nació en Viena un 24 de junio de 1992. Hasta allí llegaron a finales de los ochenta sus progenitores. George, su padre y también agente, es de origen nigeriano y se crío en Ogere, en la familia real de esta aldea situada a 55 kilómetros de Lagos. A Viena llegó para estudiar Económicas y explotó como pinchadiscos, DJ Man, y en el rap, teniendo gran éxito con ‘Two in one’, un dúo de fama en el país centroeuropeo a finales del pasado siglo y principios del actual. Gina, su madre, llegó a ser miss Filipinas antes de convertirse en enfermera. Rose May, su hermana menor, también siguió los pasos de su padre en el mundo de la música, y Alaba comparte su vida desde hace ya más de una década con la modelo germana Shalimar Heppner, también con ascendencia asiática e hija del afamado chef alemán Frank Heppner. Tienen un hijo de seis años. «Es la sensación del vestuario esta temporada», aseguran en el club, encantado de su liderazgo y profesionalidad. Tachado de perfeccionista, se ha ganado el corazón de compañeros y empleados en tiempo récord. Parece un canterano que ha mamado los valores del club desde pequeño: «Lleva el escudo del Madrid grabado en su corazón». Su adaptación a Madrid y a España también ha sido tan rápida como al equipo. Desde el día uno acude a clases de castellano, lo que le permite interactuar con sus compañeros en entrenamientos y partidos en nuestro idioma. Es muy educado, creyente y simpático, y su jerarquía sobre el verde se transforma en sosiego y naturalidad fuera de los terrenos de juegos. Además, es habitual verle por los comercios de moda y los restaurantes más chic de la capital. El compromiso que está mostrando Alaba queda reflejado con su enorme impacto sobre el juego del equipo, cada vez más asentado en defensa tras un inicio de temporada en el que tanto cambio entre central y lateral no le ayudó a asentarse en la posición que mejor rinde, que es para la que se le fichó. Un compromiso que hace público partido tras partido, escribiendo en castellano mensajes en sus redes sociales en las que siempre utiliza un tono positivo y constructivo, da igual el resultado, poniendo el acento en el colectivo. Un madridismo más propio de capitanes y jugadores criados en La Fábrica que de extranjeros recién aterrizados en Valdebebas. No era casualidad que fuera de los primeros jugadores de la plantilla en pedir visitar las obras del Santiago Bernabéu, y conocer a fondo el estado de la misma y los detalles de una reforma que afronta sus últimos doce meses: «Su identificación es absoluta y admirable». De Múnich, aparte de 431 partidos con la camiseta del Bayern y 27 títulos -incluyendo diez Bundesligas y dos Champions- se ha traído también su pasión por música, el baloncesto y la series de investigación policial. Alaba toca la guitarra y el piano, le gusta cantar y ‘pinchar’ y es adicto a la NBA. Aquí, ya se le ha visto también en el Palacio viendo los partidos del Madrid. Es un canterano ‘in pectore’.

Fuente La Razon:

https://www.abc.es/deportes/real-madrid/abci-real-madrid-guitarrista-nba-y-amante-series-policiacas-alaba-canterano-pectore-202110260101_noticia.html