Superportero en Riad: pie salvador de Courtois

Deportes - RDN
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Con el pitido final, la sonrisa mayor era la de Courtois. Inédito durante toda la final, su momento llegó en el minuto 87. El penalti y la expulsión de Militao dejaba al
Madrid en una situación incómoda. Si Raúl García ponía ese balón en la red, al equipo blanco le esperaba un epílogo de final insospechado, visto lo visto hasta entonces, pero el belga sofocó el incendio con un pie gigante que evitó una posible prórroga. «El penalti es ahí ahí, estaba entre la derecha y el medio. Me tiré a la derecha, pero dejé el pie y tuve reflejos para sacarla. Si mete el penalti hubieran quedado siete u ocho minutos de infarto. Nosotros con diez jugadores y ellos todos arriba. Menos mal que no fue así», explicó el guardameta nada más acabar el partido. Uno a uno, Thibaut recibió la felicitación de sus compañeros, sabedores de la relevancia de su parada. La ‘steadicam’ también se fue hacia él, mientras Ancelotti, con mascarilla, y su cuerpo técnico hacían un corro de celebración. La Supercopa de España es el título de menor importancia, pero en este nuevo formato se saborea con más efusividad. El cariñoso abrazo de Florentino a Ancelotti y cada uno de sus jugadores durante la entrega de medallas, el protocolo Champions a la hora de entregar el trofeo y la alegría de Marcelo y el resto de sus compañeros al levantar al cielo de Arabia la copa, así lo verifican. La final tuvo como factor inesperado la verticalidad de la banda derecha blanca. Sin Carvajal, con coronavirus, ni Asensio, con molestias musculares, ambos los teóricos titulares, Ancelotti puso en liza su plan B. Para muchos equipos sería un drama, no para el Madrid, que tiene en Lucas Vázquez y Rodrygo dos señores futbolistas, como tantas veces lo han demostrado. Anoche fue una de ellas. Con Vini, sorprendentemente inactivo, el Madrid volcó su juego por la diestra, y ahí se llevó el equipo blanco el primer titulo del curso. Asistencia a Modric El caso de Rodrygo es peculiar. Llegó un año después que Vinicius y, a diferencia de su compatriota, no necesitó tiempo de adaptación. 26 partidos en su primera temporada de blanco (2019-2020) en los que acumuló siete goles y tres de asistencias. Su andadura en la capital de España no ha tenido tantas piedras en el camino como le ha sucedido a Vinicius, pero también es verdad que nunca ha acabado de hacerse con el puesto de titular, pese a que ha habido momentos que sí se lo ha merecido. Con Ancelotti tiene más cerca que nunca ese estatus, pero la sensación que transmite esta competencia es que Rodrygo está obligado a acumular más méritos que Asensio para que no se le cuestione su sitio en el once. Ayer jugó por la lesión del balear, pero en igualdad de condiciones, de momento, tiene un pie por delante Marco. El brasileño jugó 65 minutos brillantes. El futbolista que más peligró generó. Solidario en el trabajo defensivo y en las ayudas a Lucas, insistente en el uno contra uno ante Balenziaga, desequilibrante en los metros finales y, como broche, asistencia en el 1-0 de Modric: «Ha hecho un gran partido. Ha sido muy vertical», dijo Ancelotti. Ese tanto de Modric fue otro de las notas felices de la final. En el Coliseum y ante el Valencia, Luka estrelló dos trallazos en el larguero, situaciones que le dejaron un mal sabor de boca. Ante el Athletic se quitó esa espina con un derechazo a la escuadra que puso la alfombra e la final. Primer tanto de la temporada para el croata y decimoséptimo jugador de la plantilla que ve portería este curso. 2022 empieza con el pie derecho para el Madrid. Próximos objetivos, pelear por la final de Copa, mantener su indiscutible dominio en lo alto de la Liga y dar un golpe en Europa con esa eliminatoria de octavos ante el PSG.

Fuente La Razon:

https://www.abc.es/deportes/real-madrid/abci-superportero-riad-salvador-courtois-202201162220_noticia.html