La guerra de los petrodólares se traslada al golf

Deportes - RDN
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El Saudi International, que en un principio había sido un eslabón más en la apuesta que Arabia está realizando para promocionarse a través de grandes eventos deportivos (París-Dakar, Supercopa española o Fórmula
1), se ha convertido en apenas tres años en un conflicto geopolítico de imprevisbles consecuencias. Tener a los mejores golfistas del mundo en su prueba (el palmarés lo copan por ahora el ex número uno del mundo, Dustin Johnson, y el ganador del Open USA, Graeme McDowell) ha dado a sus organizadores una proyección mediática con la que no contaban y les ha hecho ampliar sus miras más allá de su semana de exposición. Esta apuesta por el deporte verde les está sirviendo para ofrecer una imagen de apertura en los aspectos político y social, especialmente con su apoyo al golf femenino. Además del torneo de hombres, la temporada pasada instauraron otro de mujeres y, lo que es más importante, su propia liga en distintos países. Las Aramco Team Series han sido un soplo de esperanza para unas profesionales que no andaban muy sobradas de opciones de trabajo y que, con el apoyo incondicional de su Casa Real y de una petrolera pública sin límites presupuestarios, se han revelado como una excelente forma de promoción por todo el mundo. El Circuito Europeo femenino (LET) amplió su calendario en cuatro torneos millonarios (este año serán cinco) y, gracias a su alianza con el Americano (LPGA), vio mejorar sus planteles con la aparición de mejores jugadoras. En suma, una operación redonda para todas las partes. Además de la mejora de imagen pública, otro de los objetivos que se persiguen con el desarrollo del golf en el desierto es crear un destino turístico de gran calidad que atraiga a los aficionados de todo el mundo. Para ello, en la península se inaugurarán una veintena de campos en los próximos años, que les permitirán competir con los de la otra potencia de la zona, Dubái, que les lleva una ventaja de tres décadas en el sector. Los viajes deportivos se presentan como uno de los grandes negocios del futuro. Ahora bien, todas estas luces se empezaron a oscurecer en cuanto los petrodólares quisieron irrumpir también en las competiciones masculinas. Y, sobre todo, hacerlo sin mirar mucho cómo estaban establecidas previamente las relaciones de poder. No es lo mismo tener una semana de relumbrón con la que alcanzar repercusión internacional una vez al año, que querer convertirse de buenas a primeras en el mandamás del golf mundial. Los inversores saudíes quisieron crear una Liga Mundial que captara a las principales estrellas, algo de gran interés deportivo y mediático, pero que en el fondo iba a dejar huérfanos de figuras a los circuitos ya establecidos. Y eso, en el caso del PGA Tour, no era algo que estuviera dispuesto a tolerar. «Todas las ideas son bien recibidas y con el paso del tiempo se llegará a tener una especie de circuito unificado, pero tendrá que ser a base de sumar y de llegar a acuerdos», comentó en su momento Pablo Larrazábal, miembro del Comité de Jugadores del European Tour. «Lo que no puede ser es querer entrar aquí a las bravas y enfrentarse a los americanos solo a base de dinero. El PGA Tour es demasiado poderoso como para ignorarle y no es un buen enemigo», resumió el catalán. De manera que, lo que para las mujeres se ha convertido en una bendición, para los hombres está siendo una guerra abierta. Por ello, decididos a seguir creciendo con o sin el consentimiento estadounidense, los árabes cambiaron sus objetivos. Cerradas esas puertas, y de rebote las europeas (merced a su alianza estratégica y a su nuevo patrocinio dubaití de DP World), el Circuito Asiático se ha convertido en su nuevo objeto de deseo. Diez años por delante El Saudi International de este año ha cambiado por completo con respecto a los tres anteriores. Debido a la ruptura de relaciones comentada ya no será valedero para el ranking europeo y sí para el asiático, nuevo mercado en el que se centrarán en el futuro inmediato. Existe el compromiso de promocionarlo durante los próximos diez años, con una estrategia corregida y aumentada: crece en millón y medio de dólares su dotación económica y siguen apostando por las grandes figuras. Johnson, Bryson DeChambeau, Phil Mickelson, Xander Schauffele, Tyrrell Hatton, Tommy Fleetwood, Sergio García, Louis Oosthuizen o Paul Casey atraerán el 3 de febrero todas las miradas. Además, el Asian Tour también se beneficiará de su nuevo socio comercial y ha contratado a Greg Norman como máximo responsable. Esto indica que la cosa no va a quedar aquí, pues el mítico australiano ya quiso crear un Circuito Mundial en los años 80 y ahora, que tiene un respaldo económico ilimitado, verá factible cumplir al fin su sueño. Todo esto ha propiciado una serie de movimientos en los que las posiciones están cada vez más definidas. Por un lado, el Tour Europeo acaba de reforzar sus acuerdos con el Surafricano y el Australasio, por lo que, junto al Americano, respira tranquilo al no ceder poder por esos flancos. Por otro, el Asiático tratará de recuperar sus mercados naturales de China, Indonesia o Malasia que hacía tiempo que había perdido. El tablero del golf mundial, más interesante que nunca.

Fuente La Razon:

https://www.abc.es/deportes/abci-guerra-petrodolares-traslada-golf-202201170026_noticia.html