Fabiana Romina Cruz (22) salió de su precaria casa de la localidad chubutense de Puerto Madryn con la pequeña Agustina Quispe en brazos y ensangrentada. Pidió ayuda a los vecinos y
dijo que la nena de cuatro años se había caído. Pero en realidad la había asesinado a golpes. Su defensa apeló la condena a cadena perpetua que le dictaron en diciembre pasado por "inhumana y degradante". Y ahora, el Tribunal, que analizó el planteo, confirmó la pena.
Los jueces de la Cámara Penal de Chubut Leonardo Pitcovsky, Rafael Lucchelli y Flavia Trincheri no dieron lugar al planteo sobre la inconstitucionalidad de la condena a perpetua planteada por la abogada de Cruz. Además, descartaron el argumento de la “emoción violenta” que sostenía la defensa para que valiera como atenuante y se tomara como un “homicidio simple” (que va de 8 a 25 años de prisión).
De esta manera, resolvieron por mayoría mantener la sentencia a prisión perpetua pero descartaron uno de los dos agravantes (“ensañamiento”) que le había impartido el tribunal anterior. Así la carátula final fue “homicidio agravado por alevosía”, lo que no modifica la pena máxima.
Por su parte, la defensora oficial Laura Martensen había argumentado que “la prisión perpetua es una pena inhumana y degradante, que destruye la vida útil de la imputada” porque no va a poder salir de prisión hasta dentro de 35 años y por la gravedad del delito no contará con beneficios, como las salidas transitorias. Por lo que se convierte “en un encierro absoluto y a perpetuidad”, argumentó la defensa.
Agustina fue asesinada el 21 de agosto de 2019 por la pareja de su mamá. Ese día, Ana Quispe había salido de su casa, que compartía con sus hijos y Cruz, alrededor de las 10.15 de la mañana para comprar mercadería para vender. Unos 45 minutos después, la acusada sacaba de la vivienda en brazos y ensangrentada a Agustina, según se detalla en la sentencia.
En ese momento, dijo que no sabía lo que había pasado, que la nena se había caído. Esta versión también la repitió en el hospital a donde llegaron con la ayuda de un vecino. No le creyeron. La niña falleció ese mismo día por la tarde. La autopsia reveló que la pequeña había muerto por “los múltiples y severos golpes recibidos”.
El juicio. Durante el juicio se escucharon los testimonio de unos 40 testigos. La acusada habló de violencia y malos tratos hacia ella por parte de la madre de la nena. Además contó que se había enterado de que su pareja estaba embarazada, y según le dijo era, producto de una supuesta violación. Pero luego descubriría un carnet de un establecimiento carcelario en donde Ana Quispe figuraba como pareja del padre de Agustina, por lo que la acusada interpretó que aún mantenían un relación y que no se había tratado de un abuso sexual.
"Fue una olla a presión, por eso la imputada mencionó que ese día explotó y no sabía lo que hizo", intentó explicar la defensora oficial Martensen durante el debate para encuadrar el caso en una “emoción violenta” que finalmente no tuvo lugar.
Ahora esta causa, por tener una pena superior a los diez años, como establece el Código Procesal de Chubut, será reenviado al Superior Tribunal de Justicia para su revisión, informaron desde el Ministerio Público Fiscal de esa provincia. Mientras tanto, Fabiana Cruz seguirá tras las rejas.
NG
