A pesar de los informes que hablan del "hallazgo" del periodista británico Dom Phillips y el experto indigenista Bruno Pereira, desaparecidos hace una semana en la Amazonía, la Policía federal de
Brasil desmintió esa información y aseguró que lo único encontrado fueron vísceras que aún tienen que ser examinadas.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, dijo que "vísceras humanas fueron halladas flotando en el río" pero que "las búsquedas continúan".
"Los indicios llevan a creer que hicieron alguna maldad con ellos, porque ya fueron encontradas vísceras humanas flotando en el río, que están en Brasilia para identificar su ADN", dijo Bolsonaro durante una entrevista con una radio local.
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"Por el tiempo que ha pasado, ocho días ya, será muy difícil encontrarlos con vida. Pido a Dios que así ocurra, pero los indicios apuntan en la dirección contraria", agregó.
Previamente, la familia de Dom Phillips dijo que había sido informada del hallazgo de dos cuerpos, pero que estaba a la espera de su identificación.
"Sabemos que hallaron dos cuerpos pero estamos esperando una confirmación de la Policía Federal sobre si son los cuerpos de Dom y Bruno", dijo Dominique Davies, sobrina del periodista.
Esto justamente, fue desmentido por la Policía Federal brasileña (PF) en la última hora: "No proceden las informaciones que están siendo divulgadas sobre el hallazgo de los cuerpos de Bruno Pereira y Dom Phillips", dijeron.
La PF reiteró que estaban siendo analizados "materiales biológicos" y objetos personales de los desaparecidos, encontrados en los días previos. La Unión de los Pueblos Indígenas del Valle de Javarí (UNIVAJA), que participa en la búsqueda, negó también que fueran hallados dos cadáveres.
Las autoridades hallaron el domingo objetos personales de ambos, como ropa, calzado y también la tarjeta de salud de Pereira.
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Según los bomberos, las pertenencias fueron encontradas sumergidas cerca de la casa del único sospechoso en el caso, Amarildo da Costa Oliveira, detenido por posesión de arma y de droga.
Testigos dijeron después haberlo visto pasar en una lancha a gran velocidad en la misma dirección que Phillips y Pereira poco antes de su desaparición. En su embarcación se habría encontrado un rastro de sangre, que está siendo analizado.
Quiénes son los desaparecidos Dom Phillips y Bruno Pereira
Desaparecidos desde el pasado 5 de junio Phillips, de 57 años, y Pereira, de 41 años, fueron vistos por última vez el domingo 5 de junio mientras realizaban un viaje por la región del Valle de Javarí, en el extremo oeste del estado de Amazonas, en la frontera con Perú y Colombia.
El periodista, autor de decenas de reportajes sobre la Amazonía, estaba preparando un libro sobre conservación medioambiental y Pereira le acompañaba como guía por esta región remota donde actúan narcotraficantes, madereros y pescadores ilegales.
Este experto de la agencia gubernamental de asuntos indígenas (Funai) y activo defensor de estas comunidades había recibido amenazas de grupos criminales que tratan de invadir las tierras protegidas para explotar sus recursos.
La desaparación de Phillips y Pereira suscitó una ola de solidaridad internacional y encendió nuevamente críticas contra el gobierno de Jair Bolsonaro, acusado de alentar las invasiones de tierras indígenas y de sacrificar la preservación de la Amazonía para su explotación económica.
Las circunstancias de la desaparición de Phillips y Pereira
Phillips y Pereira, que al periodista británico como guía, en su segundo viaje juntos por esa región aislada de la Amazonía desde 2018, fueron vistos por última vez el domingo 5 de junio por la mañana en la comunidad Sao Gabriel, no muy lejos de su destino.
Los hombres habían viajado en barca al lago Jaburu y navegaban por el río Itaquaí de regreso a Atalaia do Norte, pequeña ciudad de 20.000 habitantes adonde debían llegar el domingo. Desaparecieron en Valle de Javarí, una densa zona de selva amazónica donde viven 26 pueblos indígenas, muchos de ellos aislados.
Las autoridades advirtieron de la "complejidad" de la zona debido a que allí operan mineros, madereros y pescadores ilegales.
Además, el narcotráfico ha tenido una presencia cada vez mayor en los últimos años, utilizando la región como un importante corredor para el transporte de drogas producidas en Perú y Colombia, países que allí comparten frontera con Brasil.
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