La legislatura provincial es territorio de Gustavo Martínez, bajo la presidencia de su pareja tomaron ese poder del estado como zona de pertenencia para sus punteros políticos,
con una deuda pública vergonzosa y una deuda social lamentable, el “chukyi” quedó al descubierto de su arreglo con el radicalismo cuando Capitanich venía creciendo en las encuestas y le arrimaba el bochín a su jefe político Ángel Rozas, allí saltó como leche hervida en el recinto legislativo para denunciar por corrupción al candidato de su partido para beneficiar a Rozas en una campaña sucia que los memoriosos deben recordar, yo tengo el video del discurso del entonces diputado Gustavo Martínez, presidente del bloque justicialista, una joya de la politiquería autóctona chaqueña.
Así, con trampas y claudicaciones llegó a la intendencia y ubico a su pareja en la legislatura, él en alianza con los radicales y su señora en la vicepresidencia del Partido Justicialista, todo arreglado, sin desperdicios y con total desvergüenza, fortaleciendo su espacio político con el dinero público, todas una familia que vive y hace política con los dineros del estado, alambraron la legislatura y la municipalidad para usar la caja y no tuvieron empacho en levantar la mano para aprobar las leyes de ajuste de Macri cuando Gustavo Martínez Campos (padre de Gustavito) era diputado nacional por el peronismo chaqueño, como la alpargata, no tienen lado y como la pirinola “todo para mí”.
Bueno, luego de esta pequeña introducción pasemos a lo que se viene, concretamente se disponen a jubilar de oficio a los empleados legislativos de planta permanente que no integran el CER, su espacio político, el gremialista legislativo Héctor Retamozo dijo que la lista negra está compuesta por unos 400 trabajadores de planta permanente que además de cumplir horario, desarrollar tareas específicas, siempre estuvieron rezagados en las promociones por no ser punteros al servicio del espacio político de Gustavo Martínez y su pareja, por supuesto que la presidenta tiene las atribuciones para hacer prácticamente lo que quiera, ya lo hemos visto, pero ¿Quién va defender a los trabajadores en este contexto?