"No la maté, se suicidó", aseguró el marido de la enfermera que apareció muerta en González Catán

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El marido de la enfermera, que fue encontrada muerta en un galpón de su propia casa luego de que estuviera desaparecida tres días, dijo que él “no la mató” y aseguró

que la mujer "se suicidó". Pero, igualmente, la fiscalía solicitó su detención por presunto femicidio. La autopsia no reveló signos de violencia en el cuerpo de la víctima, pero los investigadores tienen dudas sobre el relato del viudo.

“No la maté, se suicidó”, dijo a TN Silvio Espíndola (44), el marido de la enfermera Elizabeth Di Legge (47), al ingresar a la fiscalía de San Justo a declarar ante el fiscal de la causa. La mujer, que estaba desaparecida desde el viernes pasado, fue encontrada este lunes sin vida en un galpón de su casa.

El fiscal de La Matanza Federico Medone solicitó este mediodía la detención formal de Espíndola por el presunto femicidio de su pareja. Decisión que tomó, aún antes de que el viudo sea indagado.

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Elizabeth trabajaba en el hospital Churruca, igual que su marido.

El titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) temática de Homicidios de La Matanza le solicitó a la jueza de Garantías 6 de ese departamento judicial, Carina Andrejasevich, la conversión de la aprehensión de Espíndola en detención formal y lo hizo bajo la imputación de "homicidio doblemente agravado por el vínculo y por mediar violencia de género" (femicidio), informó Télam. En la pareja había antecedentes de violencia.

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Espíndola denunció la desaparición de su esposa el sábado. Contó que el día anterior habían tenido la última comunicación por Whatsapp por la mañana. En las redes sociales los familiares y amistades de la mujer comenzaron a viralizar su búsqueda. No aparecía.

Y este lunes, antes de que la policía hallara el cuerpo, el marido de la enfermera dio una entrevista en la casa que compartían con sus tres hijos y contó que habían discutido pero “después ambos nos dormimos”. A la pocas horas, fue encontrado el cuerpo de la enfermera que trabajaba en el hospital Churruca, igual que su marido, en esa misma propiedad.

"La noche anterior nosotros tuvimos una discusión, pero ni siquiera hubo gritos; fue una discusión que la tuvimos en la cama y después ambos nos dormimos", relató Espíndola y agregó: "Todo me indica que al otro día ella salió de casa a trabajar normalmente".

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Silvio Espíndola dio una entrevista en su casa y a la pocas horas encontraron el cuerpo de la enfermera allí.

El hombre explicó que el viernes él entró por la mañana a trabajar al mismo hospital en el que lo hacía Elizabeth. Según relató, cuando se fue, "su esposa se quedó en la casa durmiendo con sus hijos". "Cumplí mi turno y recién a la noche me enteró que ella no fue a trabajar", contó el enfermero. El sábado radicó la denuncia por la ausencia de Elizabeth.

Una cámara de la zona había registrado el ingreso de la pareja el jueves por la noche. Pero luego a la mujer no se la ve salir más de la propiedad. A él, sí.

Pero finalmente, Di Legge fue hallada fallecida ayer en un galpón de su casa situada en calles Larre y Conde, en el partido de La Matanza, en el sudoeste del conurbano. La puerta del galpón estaba cerrada con llave, por lo que la policía tuvo que tirarla abajo para poder ingresar. La enfermera estaba muerta sentada en una silla y tenía colocada una vía intravenosa conectada a un suero y con una jeringa aplicada en la sonda. En el lugar se hallaron varias ampollas de propofol (anestésico), atracuario (relajante), fentanilo (opioide) y midazolam (ansiolítico).

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El fiscal del caso pidió la detención del marido de la enfermera, con la que tuvo tres hijos.

Según determinó la autopsia la mujer murió a raíz de una "depresión respiratoria" y "no presentaba lesiones visibles". Aunque restan los estudios complementarios sobre el pool de vísceras que servirán para determinar si alguna de las sustancias encontradas en esas ampollas también estaban en el cuerpo de la enfermera.

La justicia tiene dudas sobre el relato de los hechos que hizo el viudo. Podría tratarse de un presunto femicida que monta una escena para intentar desvincularse del hecho y simular un suicidio. No sería la primera vez. Aunque el cuerpo de la víctima “no presentaba signos de violencia visibles”, los investigadores tendrán que determinar si se montó una escena para ocultar un crimen, o si realmente ella decidió quitarse la vida o fue inducida a eso. Aún las dudas priman en este caso. Por eso el fiscal solicitó convertir la aprehensión en detención por presunto femicidio.

NG