Jon Rahm regresa en pos del gran botín

pasado Open Británico que hasta que no naciera su retoño no se pondría a pensar en la competición y los tiempos se han cumplido a la perfección. Ahora que ya está en Memphis y dada la peculiar configuración de estos torneos, se presenta con las máximas opciones para ser coronado como el mejor golfista del año del PGA Tour . Superaría así el segundo puesto conseguido en 2021 y añadiría un nuevo hito a su espectacular palmarés. El actual formato consiste en tres torneos independientes a los que se accede en función de la clasificación que se ha ido logrando a lo largo de la temporada. Así, a este primer escalón del TPC Southwind han llegado los 125 mejores del curso (alguno gracias a que los tres jugadores que interpusieron una demanda para poder jugar después de marcharse al LIV Golf no la ganaron). El español tomará la salida desde el decimosexto puesto (su prolongada ausencia del circuito le ha hecho bajar mucho en la lista) y junto a sus compañeros jugará un torneo normal hasta el domingo, con el habitual corte mañana. Dado que se repartirán el cuádruple de puntos que el resto de las semanas, se da la particularidad de que aunque no superase esta criba, Jon seguiría clasificado para la siguiente prueba gracias a los puntos acumulados previamente. Este primer contacto servirá de calentamiento para ver cómo está el nivel de las principales figuras después del último grande del año. Los grandes favoritos al triunfo son los habituales (Scottie Scheffler, Rory McIlroy, Collin Morikawa o Cameron Smith), con todas las opciones abiertas para que el hombre más en forma del momento, Tony Finau, gane su tercer trofeo de la temporada. Noticias Relacionadas estandar Si golf Jon Rahm, con la cabeza en otro sitio, baja a su peor ranking Miguel Ángel Barbero estandar No Golf El Abierto Británico recrudece la guerra del 'green' Miguel Ángel Barbero Una vez reseteados todos los puntos conseguidos, la semana que viene jugarán el BMW Championship los setenta primeros del ranking. Esta es una prueba especialmente atractiva para Rahm, que ya la ganó en 2020 cuando se disputó en Chicago. Ahora lo hará en Delaware y, como es costumbre, ya no habrá corte. Esto significa que todos los participantes tendrán la ocasión de cuadruplicar sus tantos para acceder a las treinta primeras plazas que darán acceso a la gran final de Atlanta. Será la tercera semana consecutiva de golf al máximo nivel y en ese Tour Championship ya conviene estar bien colocado cuando comience la acción. Aunque todos los presentes tendrán la ocasión de ser coronados como los mejores del curso a través de un sistema compensatorio, la diferencia entre las posiciones de inicio es sustancial. El que encabece la lista provisional partirá con diez golpes bajo par y el último lo hará al par del campo. Es decir, que se precisará de una remontada sobrehumana si se quiere ganar partiendo desde atrás. Precisamente el vasco tiene una mala experiencia en este sentido, ya que de haberse contabilizado los golpes a la manera tradicional el año pasado no se habría visto superado por Patrick Cantley en la clasificación final. En esta ocasión, el rey de la FedEx 2022 se hará con 18 millones de dólares de premio. En el marco del homenaje a Severiano Ballesteros celebrado en el campo de Santa Marina, José Mari Olazábal aprovechó para dar su opinión sobre el LIV Golf. Por un lado, declaró «entender a los compañeros que están en el final de sus carreras y que pueden garantizarse su futuro económico; pero yo soy un clásico, siempre me ha gustado ser dueño de mi futuro y prefiero quedarme donde estoy». En cuanto al valor que tendría Severiano Ballesteros para este circuito, indicó que «sería más que el que han ofrecido a Tiger Woods (800 millones de dólares), aunque dudo mucho que se hubiera marchado con ellos», sonrió.