Los Picapiedra (The Flintstones) llegaron a la pantalla chica hace exactamente 62 años, el 30 de septiembre de 1960. La serie animada de la Productora Hanna-Barbera (Los Supersónicos, Wacky Races –Los
autos locos-, Huckleberry Hound, El oso Yogui, Scooby-Doo, etc) se estrenó en la cadena de televisión estadounidense ABC y siguió emitiéndose hasta el 1 de abril de 1966.
En 166 episodios, describieron la vida hipotética de dos familias vecinas, los Picapiedra y los Mármol, dos típicas familias de clase media, pero pensadas en la prehistoria, con humor y disparates.
La historia del matrimonio de Pedro- Vilma y Betty-Pablo apuntaba sin duda al público infantil, pero tenía muchos guiños hacia los adultos, picardías que los chicos seguramente no estaban en condiciones de comprender.
Un guiño en esa dirección es que uno de sus auspiciantes era una marca de cigarrillos de la época, Winston. Además, los personajes de la historieta también asomaron en algunos comerciales publicitarios.
En una de sus presentaciones, se encontraban con Los Supersónicos, otra familia exitosa.
Los Picapiedra rompieron el molde
Una mirada de reojo al mundo de los adultos fue, tal vez, la clave de su éxito indiscutido, tanto que llegó a ser la serie más extensa y una de las más vistas de la historia, título que luego pasó a coronar a Los Simpsons (1997) que le debe bastantes cosas –como la argentina Casados con hijos, claro.
Así, fue la primera serie de televisión que planteó el problema de la infertilidad a través de un conflicto en el matrimonio de los Mármol. Betty no podía quedar embarazada y la pareja adoptó un bebé huérfano, Bam-Bam.
También fue pionera en insinuar, teniendo al público infantil en la platea, que los adultos pasaban cierto tiempo en la cama, haciendo “sus cosas”.
En 1994, Universal Pictures los llevó a la pantalla grane, como personajes de carne y hueso.
Los Picapiedra destinaron varias líneas a la adicción al juego en Pedro, el consumismo de Betty y Vilma (¿quién no recuerda su c ollar de cuentas gigantes?), los problemas laborales, los celos entre vecinos, las peleítas entre suegros e hijos políticos (como Pedro con la madre de Vilma).
Mientras Pedro era tosco, no refrenaba sus emociones (¡yabba yaba doo!) y tenía bastante mal carácter, Pablo era dócil y siempre cedía, porque la amistad y la buena vecindad siempre triunfaban.
Por otra parte, variospersonajes de la vida real fueron caricaturizadosen el mundo prehistórico de la serie animada. Cary Grant,Tony Curtis, Ed Sullivan, Alfred Hitchcock, Ann Margret y Rock Hudson fueron algunos de ellos.
Serie animada "sustentable"
Las aventuras de los Picapiedra y los Mármol suceden en Piedradura, una ciudad con casas de roca, un mamut que sirve de aspiradora, un elefante que hace de ducha y un pájaro que corta con el pico como si fuera una tijera. Y el medio de transporte es el "troncomóvil", un auto sin piso con tracción a sangre, ya que avanzaba gracias a que los ocupantes corrían sosteniendo “la carrocería”. En el mundo primitivo, además, la vida doméstica se compartía con una mascota, que en este caso era un dinosaurio, Dino.
En la versión fílmica de 1994, Elizabeth Taylor fue la suegra de Pedro, con sus "ojos color del tiempo".
Halle Berry interpretó a la secretaria Sharon Stone en la película de 1994, producida por Steven Spielberg.
En 1967, un año después de concluida la serie, Los Picapiedra se resistían a perder vigencia y llegaron al cine: El primer largometraje de la serie fue El superagente Picapiedra (The Man Called Flintstone), una parodia bastante divertida de la saga de James Bond o del Superagente 86, que había comenzado en 1965.
En 1994 y con la producción de Steven Spielberg, el sello Universal quiso hacer su propia versión de los Picapiedra, pero con actores reales. John Goodman fue Pedro; Elizabeth Perkins, Vilma; Rick Moranis, pablo Mármol; e incluso Elizabeth Taylor (que aceptó el rol de la suegra de Pedro, tras seis años alejada de las pantallas) Halle Berry tuvieron sus participaciones estelres en La familia Picapiedra. Costó 46 millones, pero recaudó 9 veces más, gracias también a la sociedad con McDonald’s que lanzó una campaña promocional con la corbata de Pedro, para apoyar el film.
Negoción: The Flinstones costó US$ 46 y recaudó 9 veces más.
Y les fue tan bien que hubo una secuela, Los Picapiedra en Viva Rock Vegas (2000).
Con Los Picapiedra conocen a los Supersónicos (The Jetsons meet the Flintsons) Hanna- Barbera Productions intentó incluso un guiño temporal entre dos de sus productos exitosos. En una máquina del tiempo, los Picapiedra iban al futuro de Los Supersónicos y viceversa.
Una linda sátira humorística de la humanidad que vislumbraba Albert Einstein, en caso de que sucediera la Tercera Guerra Mundial: con palos y piedras.
