Pedro Castillo, aislado tras el autogolpe: fue detenido por la fiscalía general de Perú

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La convulsión política en Perú es total. El presidentePedro Castillofue detenido horas después de su intento de autogolpe de estado, según afirma la prensa local. El hecho ocurrió luego de que

el mandatario anunciara la disolución del Congreso, en un último atisbo para aferrarse al poder en vistas de lo que hubiera sido el tercer intento del cuerpo legislativo para destituirlo.

Luego de su cuesitonado anuncio, Castillo salió del Palacio de Gobierno en Lima hacia una sede de la Prefectura, donde fue detenido por orden de la Fiscalía. Esto a su vez coincidió con el anuncio de las Fuerzas Armadas y de la Policía peruana de que "no acatarían actos contrarios al orden constitucional establecido".

Crisis en Perú: Castillo fue destituido tras anunciar la disolución del Congreso

Fuentes informaron a La República que el jefe de la escolta presidencial fue quien impidió el traslado de Castillo y ordenó su desplazamiento a la sede de la Prefectura ubicada en la avenida España, por violar la la constitución. Por su parte, Aníbal Torres, exjefe de gobierno, sería el abogado defensor.

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Hasta esa dependencia se desplazaron la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, y el fiscal adjunto supremo Marco Huamán, quienes encabezaron la diligencia para detener al exmandatario, quienes previamente habían anunciado que procederían a implementar acciones legales tras el quebrantamiento del orden constitucional.

Este miércoles 7 de diciembre la oposición, líder en el Congreso, tenía previsto votar una moción de vacancia (de destitución) contra Castillo por "incapacidad moral permanente", un proceso por el que cayeron otros dos presidentes en 2018, marcando el clima actual de inestabilidad política. Con el voto a favor de 101 congresistas, la caída de Castillo era inminente.

Cayó Pedro Castillo, nueva víctima del desafortunado destino de los presidentes de Perú

En ese contexto, el ahora exmandatario no solo disolvió el Congreso de manera temporal, sino que decretó un gobierno de excepción, la reestructuración del Poder Judicial y un toque de queda nocturno. La ruptura del orden constitucional por parte de Castillo provocó un aluvión de renuncias de su gabinete y representantes diplomáticos, además de la condena internacional y de todo el arco político.

Carente de apoyo, incluso de su propio partido que lo llevó al poder hace apenas un año y medio, y sin el respaldo de las fuerzas de seguridad o de la justicia, el intento de autogolpe de Castillo fracasó.

Será reemplazado por la vicepresidenta Dina Boluarte, quien jurará esta tarde ante la máxima investidura. Sin embargo, todavía queda mucho para restablecer la calma de este presidencialismo que hasta el momento pudo sobrellevar las crisis por vías constitucionales.