El servicio que más sube es el de AySA: facturas con más del 150% de aumento

Economia - RDN
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La quita de subsidios en las boletas de luz viene haciendo su camino. Facturas que antes eran de $ 1.000 ya se están asomando al doble. La remoción de subvenciones al gas

apenas se siente, porque no es época en que se demanda ese servicio. La tarifa que está descolocando a la mayoría de los bolsillos de clase media es la de agua.

Salvo los hogares con tarifa social y los que se inscribieron en el registro de subsidios del agua, los clientes perdieron las subvenciones en esa prestación desde noviembre. Eso implica que sus boletas se duplicaron o aumentaron más de un 150%.

Aysa, que perdió $ 80.000 millones en 2022, venía subvencionando más de dos terceras partes del costo de servicio de aguas y cloacas. La empresa dividió su zona de prestación en zonales: altos, medios y bajos.

Los considerados “altos”, como el corredor norte de la ciudad de Buenos Aires, o las manzanas de mayor poder adquisitivo del conurbano norte (San Isidro, Vicente López) y los barrios privados, se quedaron sin subsidios por completo. Son más de medio millón de cuentas.

Los zonales medios todavía gozan de un 20% de subsidio. En esa tipología entran Villa Urquiza, Almagro, Villa Pueyrredón, Saavedra o Villa del Parque, por ejemplo. En marzo pagarán tarifa completa.

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Venían abonando algo menos de $ 900 promedio en sus boletas. Ya andan por los $ 1.600 y van camino a los $ 2.200. En esta categoría hay casi un millón de hogares.

Los zonales “bajos”, como el cordón sur de la ciudad de Buenos Aires, y la mayoría de los barrios del conurbano, todavía posee un 30% de subsidio. En marzo, la subvención bajará al 15%. Cuando llegue a junio, no habrá más subsidios.

Los clientes caratulados conforman el grupo más voluminoso: son más de 1,7 millón de casos.

Será muy difícil que una boleta se encuentre por debajo de los $ 1.500. Los únicos que podrían llegar a zafar son los identificados como usuarios de tarifa social. Allí seguirán los descuentos.

La foto de hoy es que los clientes que antes pagaban $ 500, pasaron a abonar $ 1.500. O que hogares acostumbrados a un consumo de $ 1.100 se vieran con una factura de $ 2.600. Y se espera que el número crezca más por el verano. Las boletas de enero -que llegarán en febrero- van a promediar los $ 2.000.

La sensación de los clientes es que el precio del servicio se triplicó, pero la explicación técnica es que se removieron los subsidios, que abarcaban casi un 70% de la tarifa. La quita de esas subvenciones provocó subas que sorprendieron en los hogares.

Si bien no tuvo la misma difusión que el padrón para conservar los subsidios energéticos, también hay una manera de conservar algunos beneficios en la prestación de aguas y cloacas. Está abierto un registro que permitirá mantener descuentos, aunque con alcance limitado.

Al mismo pueden acceder hogares con ingresos menores a $ 279.566 (dos canastas básica total para un hogar tipo 2 según INDEC), o algún integrante del hogar con discapacidad. Los beneficiarios conservarán el mismo esquema de subvenciones que a los hogares denominados de zonales “medio-bajos”.

Para saber si pueden aplicar en este padrón, los clientes también tienen que mirar el reverso de la boleta de agua. Allí figura un “coeficiente zonal”. Si el mismo se encuentra entre 1,10 y 1,45, los hogares mantendrán el beneficio de una quita escalonada de los subsidios.

Quizás ahora, que las facturas empiezan a hacer efecto, suba la cantidad de inscriptos en el registro. Hasta hace un mes, eran muchos menos clientes que en luz y gas.

De los 3,6 millones de hogares con cuenta de Aysa, alrededor de 210.000 poseen la tarifa social. Ese número incluye a residenciales (3,2 millones) y baldíos (400.000).

El Ente regulador de Agua y Saneamiento (ERAS) es el receptor de los pedidos de subsidios en los servicios que presta Aysa. Allí estudian los pedidos y luego le comunican a Aysa qué clientes deben mantener subsidios.

A diferencia del registro de subsidios a luz y gas, donde no se aclaró de movida que los beneficiarios quedarían luego excluídos del régimen de “dólar ahorro”, en la página de inscripción del padrón del agua si se aclara esa situación.

“Los usuarios del suministro de agua potable, mientras reciban subsidio, no podrán acceder al mercado oficial de cambios ni realizar operaciones con títulos y otros valores con liquidación en moneda extranjera”, detalla. Eso significa que tampoco se podrá operar el dólar que se consigue a través de bonos de la deuda.

SN