Máximo Thomsen se quebró y pidió declarar en el juicio por el crimen de Báez Sosa: "Hablan de mi con mucho odio"

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Máximo Thomsen, el rugbier más complicado por los testigos por la muerte de Fernando Báez Sosa ocurrida en 2020 en un boliche de Villa Gesell, se quebró este lunes y pidió declarar en el juicio

que se lleva a cabo en los tribunales de Dolores.

Fue al iniciar la tercera semana de audiencias y en coincidencia con la declaración de su madre, quien contó ante los jueces que padece de cáncer.

“Me operé, hice rayos y quimioterapia, sigo en tratamiento. Lo dejé para poder venir acá. Lo único que hago es salir de mi casa para ir a ver a mi hijo a la cárcel e ir al medico. Así hace dos años. No puedo más no puedo seguir sobrellevando todo esto. Es una pesadilla”, dijo la mujer.

Tras aquel momento, el joven se quebró en llanto y desde el lugar de los acusados pidió declarar, habló por primera vez ante el tribunal y dijo: "Hablan de mi con mucho odio"

"Yo reaccioné pegando patadas, pero jamás con la intención de matar", fue otra de la frases que pronunció.

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Pasada las 17.30 Thomsen pidió prestar declaraciones. El rugbier comenzó sus palabras pidiendo disculpas y dijo que "nunca" se le hubiera ocurrido acabar con la vida de alguien.

"Quiero pedir disculpas principalmente por que jamás en la vida se me hubiera ocurrido tener intenciones de matar a alguien", dijo Thomsen.

Los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa. Adelante de izquierda a derecha: Ciro Pertossi, Matías Benicelli Blas Cinalli y Lucas Pertossi. Atrás de izquierda a derecha: (tapado) Ayrton Viollaz, Máximo Thomsen, Enzo Comelli y Luciano Pertossi. Foto archivo Clarín.
Los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa. Adelante de izquierda a derecha: Ciro Pertossi, Matías Benicelli Blas Cinalli y Lucas Pertossi. Atrás de izquierda a derecha: (tapado) Ayrton Viollaz, Máximo Thomsen, Enzo Comelli y Luciano Pertossi. Foto archivo Clarín.

El principal acusado por el asesinato de Báez Sosa dio su versión de lo que pasó la noche en la que murió el joven oriundo del barrio de Caballito.

"Nosotros nos levantamos como a la una de la tarde después de una noche que quisimos salir y no pudimos, pero como estábamos ente amigos y con mucha gente conocida en Zárate que estaba en la zona, decidimos salir", dijo.

Relató que junto a su grupo de amigos armaron heladeritas para ir a la playa y llevaron alcohol para tomar durante esa tarde.​ "Cuando se estaba haciendo de noche ya estábamos medio mamados", recordó las horas previas a la tragedia.

El comienzo del enfrentamiento en el boliche Le Brique

Luego Thomsen continúo con el relato de la noche, previo a que se trasladarán al local bailable ubicado en el centro de Villa Gesell..

"Seguíamos tomando y como a las tres y media, cuatro, decidimos ir para poder entrar al boliche para no perdernos al artista", recordó.

Y continuó: "Yo fui el primero que entré y fuimos directo la barra a canjear la consumición. Había mucha gente. Había tanto movimiento que se volaba el vaso. Nunca saqué el celular".

"​Me acuerdo que en una ocasión yo digo 'por favor basta de empujar' y siento que alguien me responde 'estamos todo en la misma'. Cuando termino de decir eso me empuja alguien, me doy vuelta y era un amigo, que tenía un chichón", contó.

Thomsen relató, entonces, que lo sacaron del boliche tras ver a su amigo con un chichón.

"Me preguntaron si era el amigo y me sacaron a mi también. Me agarran de atrás, sentí presión muy fuerte. Me asusté. Trató de sacar las manos porque me estaban asfixiando", rememoró sobre el momento en que los patovicas de la discoteca se disponen a sacarlo del lugar.

Las capturas de las cámaras de seguridad donde se ve como Máximo Thomsen es sacado del boliche Le Brique.
Las capturas de las cámaras de seguridad donde se ve como Máximo Thomsen es sacado del boliche Le Brique.

"En eso escucho 'llévenlo a la cocina que los cagamos a palo'. Cuando estoy por pasar por el pasillito siento que me pegan dos piñas en las costillas", dijo sobre los minutos previos a ser sacado del boliche.

La secuencia fuera del boliche

Para esta instancia de la declaración, Thomsen ya había quebrado en llanto.

"Me pegaron una piña en la cara y me defendí tirando patadas, pero jamás con la intención de matar a alguien", dijo ante el tribunal sobre los hechos fuera del local bailable.

Thomsen agregó: "Veo que uno de mis amigos se estaba por meter en una ronda de gente desconocida. Salgo corriendo detrás de él y digo 'se van a pelear'. Y me pegan una piña en la cara".

"Lo primero que hago es defenderme tirando patadas. Pero jamás en la vida con la intención de matar a alguien", dijo y se puso a llorar ​Continuó: "Hace tres años que dicen que yo soy lider".

El acusado definió la pelea como "un abrir y cerrar de ojos".

"Siento que alguien me pone la mano en el pecho, me doy vuelta pensando que me iba a pegar y era un amigo, me dice 'basta'. Miré para el costado y nadie estaba pegando, me vuelvo a dar vuelta a ver si veo a todos mis amigos y me voy yendo", señaló Thomsen.

Recordó que cuando llegan los demás "comenzaron a comentar la pelea. Otro de los chicos dice 'creo que terminó mal' y yo digo 'no, como , si fueron segundos'. Para mi había sido una pelea, fue un abrir y cerrar de ojos".

La aparición de la Policía en la casa

Luego el relato de Thomsen continúo con los hechos que sucedieron durante la vuelta a la casa que alquilaban en la localidad balnearia y la irrupción de la policía horas después.

"Me acuerdo que nos levantan, no use más el celular en toda la noche, no me sentía capaz de escribir un mensaje. Me levantan y estaba la policía afuera. Salimos. Recuerdo que salí tercero, ahí escucho que son ellos", dijo.

Contó que los efectivos les preguntaron a qué boliche salieron y si se habían peleado y, tras responderles, los tiraron al piso.

​"Cuando estabamos todos en el piso, nos dicen 'ustedes saben porque están acá?. Ustedes mataron a un pibe'", indicó sobre el intercambio con los policías.

"​Ahí recuerdo que me empezó a dar vuelta la cabeza, empece a vomitar, me empecé a sentir muy mal. No lo creía hasta el otro día, Mi cabeza no lo podía procesar porque no lo entendía", agregó.

Las preguntas del tribunal a Máximo Thomsen

El tribunal que lo juzga por la muerte de Báez Sosa le preguntó a Thomsen si le habían pegado en el boliche, a lo que respondió que no.

Luego aclaró: "Responderé siempre y cuando se me pregunte sobre mi, sobre otro voy a decir que no".

A continuación, comenzaron a mostrarle videos sobre los momentos del hecho y le consultaron sobre las personas que allí aparecián, pero indicó que no quería identificarlos.

La zapatilla que secuestró la Policía al allanar la casa que alquilaban los rugbiers acusados en Villa Gesell.
La zapatilla que secuestró la Policía al allanar la casa que alquilaban los rugbiers acusados en Villa Gesell.

También se le mostraron imágenes de la casa y de la ropa encontrada allí por la policía. Se exhibieron fotos de la vestimenta de todos y a cada prenda respondió: "No es mía".

​Al ver a la zapatilla manchada con sangre, que lo incriminó en el asesinato, reconoció: "Es mía".

Luego el fiscal le preguntó si advirtió si la persona tirada en el suelo (por Báez Sosa) tenía alguna reacción. "En ese momento no miré, no sé, miré para arriba", respondió Thomsen.

El cruce entre Máximo Thomsen y Fernando Burlando

Cuando llegó el turno de las preguntas del abogado de la querella, Fernando Burlando, Thomsen se negó a contestar.

"No me siento cómodo respondiéndole preguntas a una persona que me insultó mucho a mí, a mi mamá. Dijo muchas barbaridades sobre mi persona y no me siento cómodo", alegó.

La jueza Castro le respondió: "Usted tiene derecho a no responder pero ellos le van a preguntar".​ Entonces ​Burlando preguntó: "¿Por qué se cambió la ropa?". Thomsen no respondió.

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