Fin del celibato y sacerdocio para mujeres: la ultra reformista Iglesia alemana, un problema para el papa Francisco

Internacionales
Lectura

Ya es un hecho que la muerte, en el último día de 2022, de Benedicto XVI, el Papa alemán Joseph Ratzinger, se ha convertido en el detonante del enfrentamiento entre tradicionalistas

y progresistas en la Iglesia Católica, con el pontífice argentino como figura central.

Los sitios en las redes que enfocan lo que también luce como una lucha por el poder están llenos de polémicas, denuncias y protestas.

La situación de la Iglesia alemana, que auspicia a traves de un Camino Sinodal cambios de fondo ultra progresistas es el problema inmediato que más empeña a Francisco.

El Camino Sinodal que prosigue desde hace dos años en la iglesia germana, pone prioridades imposibles de aprobar por el Papa.

En su última entrevista, en la que también lamentó la situación de crisis que vive la Argentina, advirtió el miércoles contra el peligro de que la Iglesia alemana esté caminando por un camino “muy muy ideológico”.

BANER MTV 1

“Y cuando la ideología queda envuelta en los procesos eclesiales, el Espíritu Santo vuelve a casa porque la ideología supera al Espíritu Santo”, explicó.

Propuestas que alarman


Algunas de las propuestas que cuentan con el apoyo de la mayoría de los obispos germanos, alarman a los mismos progresistas moderados, que creen que así se sabotea inevitablemente al mismo pontificado, favoreciendo la oposición a Francisco de los tradicionalistas.

El Camino Sinodal germano apoya el fin del celibato obligatorio de los curas, el acceso al sacerdocio de las postergadas mujeres que forman más de la mitad del mundo de los fieles, la bendición de las parejas homosexuales y aperturas inéditas en los géneros sexuales que contradicen la doctrina tradicional que admiten solo dos sexos, el hombre y la mujer.

Hasta ahora, con casi diez años de pontificado las son pocas las reformas doctrinales que ha hecho Jorge Bergoglio. Los dos años de Sínodo de las Familias (2014-2015) arrojaron como cambio solo la perspectiva de volver a la Iglesia de los católicos divorciados vueltos a casar, que estaban privados de la confesión y otros sacramentos.

El papa Francisco durante su entrevista con AP. Foto: AP
El papa Francisco durante su entrevista con AP. Foto: AP

Entre Roma y Berlín se va instaurando un abierto contencioso. Último conflicto es el pedido de los obispos alemanes de un Consejo Sinodal permanente, un organismo que el episcopado quiere inaugurar cuando concluyan estos tres años del Camino Sinodal.

El catolicismo germano es causa de crecientes preocupaciones en el Vaticano. El lunes de la semana pasada partió una carta hacia Alemania, aprobada por el Papa, que firman el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, el titular de la Doctrina de la Fe, el cardenal Luis Ladaria, y el Prefecto de los obispos, cardenal Marc Ouellet.

El riesgo de un cisma


Las más altas cumbres de la Santa Sede expresaron formalmente a la mayoría de los obispos alemanes sus preocupaciones y delinearon los confines que forman la línea roja imposible de pasar. Más allá están el cisma y la apostasía.

El presidente de los obispos germanos, monseñor Georg Batzing, respondió de inmediato: “Vuestra preocupación es infundada”.

Los alemanes niegan que sus propuestas ultras de reformas de fondo en la Iglesia estén condenadas a promover un cisma para dar vida a una iglesia autocéfala, separada de Roma.

La respuesta de Batzing revela que se instala un diálogo entre sordos. La Iglesia alemana quiere tomar decisiones sobre cuestiones muy delicadas que envuelven a la Iglesia Universal.

Celibato, sacerdocio femenino, apertura lo más abierta en las innovaciones sexuales, a partir de la bendición a las parejas homosexuales, que están prohibidas por Roma pero que son abiertamente practicas en las iglesias alemanas.

La bendición a las parejas homosexuales, que están prohibidas por Roma pero que son abiertamente practicas en las iglesias alemanas. Foto: EFE
La bendición a las parejas homosexuales, que están prohibidas por Roma pero que son abiertamente practicas en las iglesias alemanas. Foto: EFE

El último encontronazo se produjo después de que una carta de los obispos de Colonia fechada el 21 de diciembre pasado, hacían preguntas al Vaticano sobre el papel que tendría el nuevo organismo, el Consejo Sinodal.

Desde Roma hubo una respuesta tajante. La autoridad del obispo no puede ser puesta en discusión por una nueva estructura.

El debate se recalentó al recibir el Papa tras la audiencia general del miércoles 5 un documento titulado “Nuevo inicio: un manifiesto por la reforma”. Seis mil católicos alemanes firman la carta que cuestiona a fondo el Camino Sinodal que ha emprendido la Iglesia germana y propone un plan alternativo en nueve puntos.

Sostienen que el camino Sinodal “no logrará hacer una verdadera reforma, viola la paz en las congregaciones y abandona el camino de unidad con la Iglesia Universal, a la que daña en la sustancia de la fe y abre el camino de un cisma.

Las hostilidades están abiertas y han metido dentro al mismo Vaticano. La minoría que contesta el Camino Sinodal se apoya en el Papa en su reconocimiento de que en Alemania es necesaria una “reforma fundamental” de la Iglesia.

Se afronta un éxodo de católicos impresionante. Más de 220 mil fieles abandonaron formalmente la Iglesia en 2020 y el fenómeno que ya era grave en los dos últimos años ha empeorado. En 2019 el 9,1% de los católicos fue a misa y el porcentaje se ha reducido a menos del 5% en 2021.

Un bendición de parejas homosexuales en Colonia, Alemania. Foto: EFE
Un bendición de parejas homosexuales en Colonia, Alemania. Foto: EFE

Los fieles del “Nuevo Inicio” contestan la legitimidad del Camino Sinodal de la Iglesia en Alemania. “Rechazamos que pretendan hablar en nombre de todos los católicos de nuestro aís y de adoptar decisiones vinculantes”. El Papa cree lo mismo.

En julio del año pasado, la Santa Sede ya había declarado que “para tutelar la libertad del pueblo de Dios y el ejercicio del ministro episcopal, es necesario precisar que el Camino Sinodal en Alemania no tiene facultad de obligar a obispos y fieles a asumir nuevos modos de gobierno y nuevas propuestas de doctrina y de moral”.

En realidad la declaración representó una advertencia a la mayoría de los obispos alemanes de no atacaran el equilibrio entre la realidad de una iglesia particular con las facultades de la Iglesia Universal.

Si ambas se encuentran separadas del entero cuerpo eclesial “se debilitan y mueren”. De allí “la necesidad de mantener siempre viva y efectiva la comunión con todo el cuerpo de la Iglesia”.

Lo que dramatiza el enfrentamiento es que para junio próximo está previsto el Sínodo de los Sínodos a nivel mundial, que tendrá lugar en el Vaticano. En este acontecimiento el Papa vuelca todas las aspiraciones para fijar los temas y las reglas de los principales temas abiertos.

La importancia del encuentro y la necesidad de controlar las tendencia opuestas que sobrevendrán, han aconsejado a Francisco de ampliar los horizontes y convocar una segunda parte del Sínodo de los Sínodos en 2024, como ocurrió con los Sínodos de la Familia que deliberaron en 2014 y 2015.

Vaticano, corresponsal

ap​

Mirá también

En su última entrevista, Francisco retoma la línea reformista con un tema espinoso: el sexo

Alberto Fernández y el Papa Francisco: la historia de cómo se llegó a un clima de máxima tensión