Jardín Botánico, una “enciclopedia viva” de naturaleza con entrada gratuita

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En la temporada de verano, no necesariamente hay que salir de la Ciudad de Buenos Aires para desconectar y conocer. El Jardín Botánico es una buena opción para aquellos que no

tienen tiempo de hacerse una escapada.

Es un predio de ocho hectáreas, ubicado en la Plaza Italia, en pleno centro porteño. El Jardín Botánico alberga más de 1800 árboles, pero también cuenta con palmeras, cactus y varias especies de las que se alimentan las mariposas.

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El Jardín Botánico.

Con entrada gratuita, el lugar está abierto de martes a viernes de 8 a 19 horas, mientras que los sábados, domingos y feriados el ingreso está permitido a partir de las 9:30 horas y hasta las 18:30.

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Una “enciclopedia viva” de naturaleza

“El Jardín Botánico fue fundado por Jules Charles Thays quien había venido de Francia y había ganado el concurso para ser el director de Paseos en 1891, es decir, tenía a su cargo todas las plazas, todos los espacios verdes de la Ciudad. Necesitaba un lugar donde hacer aclimatación de especies y, además, poder mostrarles a los vecinos y visitantes todas las plantas posibles de todo el mundo. Era como una enciclopedia viva, abierta para la gente”, explicó Graciela Barreiro, quien lleva adelante el predio.

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Algunas de las esculturas dentro del Jardín Botánico.

Pese a que el lugar intenta mantener cierta conexión con sus orígenes, en la actualidad el jardín apuesta a incluir la conservación de las diferentes especies que lo conforman; sobre todo, en el difícil momento ambiental que atraviesa el planeta.

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En ese sentido, Barreiro aseguró que el jardín tiene “el tamaño suficiente como para ser sumidero de dióxido de carbono” “Tenemos un gran potencial de retención de toneladas de CO2 en la madera de nuestros árboles”, mencionó.

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El Jardín Botánico tiene un rol clave para combatir los gases de dióxido de carbono.

Además, cuenta con esculturas que tienen un código QR que, al escanearlo, informa al visitante sobre el autor, el año y la historia de cada obra. El lugar también cuenta con especies exóticas e invasores, que, si bien Barreiro es reticente a sacarlas, es necesario a veces para no contaminar a las nativas.

RdC/fl