TikTok, la popular plataforma para subir y compartir videos, está bajo escrutinio político en los Estados Unidos debido a preocupaciones de privacidad de data. El sitio social fue completamente prohibido en
todos los dispositivos del gobierno federal, incluyendo teléfonos o tabletas, siguiendo un protocolo implementado en diciembre del año pasado.
Esto marcó un paso significativo para oponentes de la aplicación considerando que, desde la presidencia de Donald Trump, el gobierno ha intentado limitar la influencia de TikTok con poco éxito. Expertos en tecnología y privacidad de data entienden las preocupaciones, pero dudan de que sean únicos a TikTok.
Según Sean O’Brien, fundador del Yale Privacy Lab y un profesor numerario en la seguridad cibernética en la Escuela de Derecho en Yale, la vigilancia integrada de TikTok, hay razones de por qué preocuparse, pero no son singulares: “Aplicaciones de redes sociales en los Estados Unidos utilizan los mismos métodos de espionaje que TikTok; la única diferencia es el país de origen”, dijo O’Brien.
Laurin Weissinger, un profesor numerario en la Escuela Fletcher de Tufts University y becario de Seguridad Cibernética en la Facultad de Derecho en Yale, explicó que ambos sitios sociales, como Facebook y Twitter, han tenido problemas con la colección de datos de usuarios, citando como ejemplo el escándalo de Cambridge Analytica. La diferencia clave entre estos sitios es quién controla la información.
TikTok es un producto de la compañía ByteDance, que está ubicada en China; para Weissinger, esto complica el hecho de castigar a TikTok en el caso de que haya un sobrepaso con la colección de data.
Según él, compañías en los Estados Unidos tienen que seguir reglas Estadounidense. Cuando empiezas a analizar TikTok como negocio, él explicó que estás lidiando con una compañía que es el producto de un país potencialmente adversario, en el caso de China.
Ambos políticos, tanto republicanos como demócratas, han expresado sus preocupaciones acerca de TikTok y la seguridad nacional. Muchos temen que ByteDance pueda ser obligado a entregar data de usuarios estadounidenses al gobierno de China, aunque no existe evidencia pública de que eso haya ocurrido. En diciembre, la compañía sí despidió a cuatro empleados que indebidamente accedieron la data de dos periodistas en la plataforma.
Es la geopolítica, estúpido. Según O’Brien, TikTok es parte de un conflicto geopolítico más grande entre los Estados Unidos y China, un hecho que impacta nuestra percepción de la aplicación. “Hasta cierto punto, el público estadounidense y la sociedad civil se ha enfocado en este asunto, pero yo veo muy poca diferencia entre las aplicaciones de espionaje creadas en China o en los Estados Unidos”, contó O’Brien.
Desde 2020, TikTok ha insistido que no hay riesgo de seguridad nacional, pero sigue comunicando con el gobierno estadounidense para reducir preocupaciones. En un reporte de junio 2022, la compañía publicó que datos de usuarios en los Estados Unidos serán enviados a servidores de Oracle Cloud Infrastructure en los Estados Unidos, pero según un reporte de The New York Times, la compañía sigue en negociaciones sobre el asunto.
V.S. Subrahmanian, profesor Walter P. Murphy en el Departamento de Ciencia de la Computación en Northwestern University, opinó que el hecho de que los servidores sean controlados por Oracle no cambia mucho si siguen fuera del país, porque todavía están bajo la jurisdicción de otro gobierno que puede interferir con las leyes estadounidenses.
Por ahora, varios estados han tratado de limitar la influencia de TikTok con prohibir la aplicación en dispositivos públicos. Algunas universidades han seguido este ejemplo, prohibiendo el uso de la aplicación en sus redes de internet.
Algunos ven las medidas como inefectivas y limitadas. O’Brien notó que una prohibición al nivel nacional de toda vigilancia de aplicaciones es justificado, pero que esa medida debería incluir aplicaciones estadounidenses también: “El distinguir a TikTok en particular debido a un miedo de la inteligencia china no es solo insincero, sino también extremadamente hipócrita. Estados Unidos es el hogar de uno de los regímenes de vigilancia empresarial más extensivos, y también una de las agencias de inteligencia del gobierno más poderosas y capaces”.
Subrahmanian notó que la regulación de redes en los Estados Unidos es un reto, pero que estas medidas reflejan la reacción inicial del gobierno alarmado por un producto extranjero que es muy exitoso entre usuarios norteamericanos: “Necesitamos esperar lo mejor, pero prepararse para lo peor. Y eso es lo que estás viendo ahora”.
También Subrahmanian, tanto como Weissinger, notó el papel que la sinofobia –el miedo o el sentimiento en contra de China– juega en este discurso. “Yo creo que sí hay una cierta cantidad de sinofobia, definitivamente. Y no creo que es justo culpar a China por todo. Pero China ha sido responsable por un número de ataques cibernéticos”, explicitó el profesor Subrahmanian.
Ambos expertos validan las preocupaciones sobre TikTok, pero cuentan que estos reclamos no son nuevos. Kevin Munger, profesor asistente de ciencia política y analítica de data social en Penn State University, dice que todas las redes sociales pertenecen al discurso acerca de preocupaciones de privacidad. TikTok no es única, pero sí la más popular.
Según Munger, muchas de las preocupaciones que han salido se están vocalizando ahora debido a la inmensa popularidad de TikTok. Esta notoriedad seguramente va a mantener la aplicación como tema de urgencia en la esfera política estadounidense hasta que ambos partidos y la compañía lleguen a un acuerdo satisfactorio, si es que lo llegan a lograr.
