El jefe de la "banda de los copitos" acusó de negligencia a la custodia de Cristina Kirchner

Politica
Lectura

Durante más de cinco horas Nicolás Carrizo, conocido como el “jefe de la banda de los copitos”, declaró este martes ante la jueza María Eugenia Capuchetti en el marco de la causa

en la que está procesado como partícipe secundario del intento de homicidio contra Cristina Kirchner.

En esta ocasión, apuntó contra la custodia de la vicepresidenta y pidió que se investigue cómo alguien pudo “gatillar a tan corta distancia con un dispositivo de seguridad de esa magnitud”. Reiteró que los mensajes de texto que lo incriminan “fueron una broma pesada” a personas “que eligió específicamente”.

La ampliación de la indagatoria se dispuso a partir de que se hallaron en el celular de Carrizo nuevos mensajes de texto, que no habían sido detectados cuando se lo indagó por primera vez en septiembre pasados: esos mensajes fueron recopilados en un trabajo llevado a cabo por la Datip (Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal), que depende de la Procuración General de la Nación.

Por otra parte, la jueza federal a cargo de la investigación, volvió a rechazar un nuevo pedido de la vice para apartarla del expediente. Su rol como instructora del caso que se ocupa del ataque que sufrió en septiembre pasado Cristina Kirchner, fue avalado por la Cámara Federal porteña a finales del año pasado.

Cristina Kirchner insiste en que en esta investigación debe incluirse a los integrantes de Revolución Federal como parte del armado del intento de homicidio del que fue víctima. La jueza Capuchetti en diversas resoluciones advirtió que, por el momento, no hay elementos suficientes elementos para establecer dicha conexión.

BANER MTV 1

A raíz de ese criterio Cristina Kirchner intentó correrla en diversas ocasiones -sin éxito- de la causa.

Con el avance de la pesquisa que aún tiene varias líneas abiertas, este martes volvió a declarar Nicolás Carrizo. Temprano por la mañana fue trasladado a Comodoro Py donde permaneció durante más de cinco horas.

Durante la ampliación de su declaración indagatoria, el “jefe de los copitos” reiteró que Fernando Sabag Montiel tuvo una clara intención de “asesinar a la vicepresidenta”. El joven detenido la misma noche que atacó a Cristina Kirchner se encuentra procesado por intento de homicidio. La próxima decisión de la magistrada será enviarlo a juicio oral junto a su novia, Brenda Uliarte.

En segundo término, Carrizo puso bajo sospecha el funcionamiento de la custodia de la vicepresidenta por su desempeño aquel jueves 1 de septiembre. Pidió, en función de este planteo, que se investigue “cómo alguien pudo gatillar tan cerca de la vicepresidenta” contando con un dispositivo de seguridad “de semejante magnitud”.

Ante la jueza Capuchetti, según pudo reconstruir Clarín, Nicolás Carrizo insistió en que algo “funcionó mal” en el personal de la Policía Federal responsable de velar por la seguridad de Cristina Kirchner.

La magistrada tiene una línea de investigación sobre el rol de la custodia. Asimismo, en su momento, Aníbal Fernández como ministro de Seguridad ordenó que se inicien los sumarios administrativos correspondientes para investigar qué ocurrió aquella noche.

Cabe recordar que después de que Sabag Montiel gatilló a quince centímetros de la cabeza de la vicepresidenta, la custodia no tomó una inmediata decisión de ordenar que sea retirada de la vía pública, todo lo contrario: permitieron que durante seis minutos continúe caminando en medio de la gente que aguardaba su llegada.

Nicolás Carrizo durante la ampliación de su indagatoria apuntó contra la custodia, al sostener que él se encuentra preso “hace cuatro meses y no hay una sola prueba” en su contra, según entienden sus abogados defensores que volvieron a requerir el arresto domiciliario del joven.

Ante los nuevos chats que lo comprometen en el expediente, el “jefe de los copitos” reiteró que todos ellos fueron enviados “en tono de broma” y a personas “elegidas específicamente, nada fue aleatorio, elegí amigos a los que sabía que esa clase de mensajes les iba a molestar”. Dijo que uno de los seleccionados era un amigo que lo invitaba siempre “a marchas militantes”.

Algunos de los mensajes que lo incriminan fueron enviados por Carrizo luego del atentado a su hermanastra Andrea. Según ese intercambio de Whatsapp, él sostiene: "El arma es mía". Y luego agrega. "Esto estaba planificado para dentro de una semana. Hizo todo mal es un pelotudo", en referencia a Sabag Montiel.

Todo lo redujo a “el humor negro que siempre tengo”, para minimizar el tono de los mensajes enviados que referían al ataque contra la vicepresidenta.

En el marco del expediente, la jueza Capuchetti dijo que Carrizo, "intervino de forma activa en la planificación del suceso, habiendo aportado para su realización un arma de fuego tipo pistola calibre .22 corto, la cual finalmente no fue la empleada para concretar el delito planificado".

Tal circunstancia "se desprende de los mensajes mantenidos entre Carrizo y su hermanastra, como así también con otros contactos”.

Mirá también

Atentado a Cristina Kirchner: "Se le imputa entregar un arma que no se usó en el ataque y que no existió", dijo el abogado de Nicolás Carrizo

Mirá también

Atentado contra Cristina Kirchner: con un duro escrito, la vicepresidenta recusó a la jueza Capuchetti