Tras el rechazo de la ciudadanía a un referéndum impulso por el gobierno de Guillermo Lasso sobre seguridad, en un país golpeado por la criminalidad y el narcotráfico. La consulta pasó
a ser una suerte de termómetro de la gestión de Lasso, que asumió en mayo de 2021.
El partido de Correa, asilado en Bélgica tras ser condenado por cohecho en 2020, ganó las alcaldías de Quito y Guayaquil, así como las gobernaciones de importantes provincias como Pichincha y Manabí.
Entre las ocho preguntas de la consulta lanzada por Lasso figuraba una reforma constitucional, para permitir la extradición de ecuatorianos que sean requeridos por otros países en procesos penales por narcotráfico o crimen organizado.
Ecuador terminó el año pasado con un récord de asesinatos. Las 4539 muertes violentas de 2022, según el recuento de la policía, son más del doble de los 2048 crímenes de 2021. Solo 300 casos fueron resueltos. Fue el registro más alto desde que comenzaron a contabilizarse estos crímenes.
Lasso enfrentó en junio del año pasado casi tres semanas de violentas protestas indígenas que exigían reducir el precio de los combustibles. Lo dejaron muy debilitado. Poco después enfrentó un intento de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, de expulsarlo por la vía constitucional. No prosperó. Faltaron pocos votos para aprobar esa moción.
