Un relevamiento de opinión pública realizado entre los días 7 y 11 de febrero arrojó un porcentaje elevado de disconformidad con respecto a las condenas dictadas en los juicios recientes por
el crimen de Fernando Báez Sosa y Lucio Dupuy. Cerca del 40% de los encuestados consideró que la resolución de la Justicia fue "insuficiente" teniendo en cuenta la magnitud de los delitos y el grado de empatía de los ciudadanos con las víctimas.
Sobre una muestra de 2500 casos consultados a través de dispositivos móviles, un 37.7% de los encuestados sostuvo que "la condena fue insuficiente".
El 43.6% consideró que "la condena fue suficiente" y solo el 8.9% opinó que la sentencia fue "excesiva".
Los valores exponen que un porcentaje amplio de los encuestados le reclama un brazo más firme a la Justicia, lo que significaría una pena de prisión perpetua para los ocho acusados, en sintonía con el pedido de Fernando Burlando y los familiares de la víctima.
El sondeo también consultó a los ciudadanos cuál es la emoción predominante frente a la situación actual del país en materia de violencia e inseguridad.
Las respuestas más escuchadas fueron: tristeza, bronca, pena, decepción, incertidumbre, preocupación, indignación, desesperación, miedo, asco, vergüenza e impotencia. En menor medida, algunos encuestados sintieron "esperanza" y otros no se refirieron a ninguna emoción en particular.
Caso Lucio Dupuy: casi el 40% consideró que la prisión perpetua fue "insuficiente"
Magdalena Espósito Valenti y Abigail Páez cumplirán "una pena de por vida" por el crimen de Lucio Dupuy. A pesar de ello, la encuesta de GIacobbe detectó en los encuestados un grado de disconformidad similar al caso que involucra a los rugbiers.
Casi el 40% (39.6% exactamente) afirmó que "la condena fue insuficiente" y apenas el 1.5% advirtió que la resolución fue "excesiva". Mientras que el 45.7% se mostró conforme con la máxima pena: prisión perpetua.
En ambos casos (Fernando Báez Sosa y Lucio Dupuy) el relevamiento detectó una preocupante inclinación de la opinión pública hacia el "castigo ejemplar" de los culpables, con el argumento de que la Justicia fue "débil" con los acusados.
